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Laura se talló los ojos como por millonésima vez en el día. Habían pasado unas horas desde que no sabía nada de su hermana y debía admitir que estaba algo preocupada. Todos sus amigos se encontraban buscándola y dado la última situación en la que se vio involucrada no la habían dejado ayudar. Peor que eso, se lo habían prohibido.
Termino lanzando un vaso hacia la puerta, ¿Cómo se atrevían? Bueno, estaba segura que en algo se equivocarían y todo terminaría mal. Sintió como tocaban ligeramente su hombro, volteó enseguida con el corazón queriendo salir de su pecho, ahí estaba él de nuevo.
—Tienes que dejar de hacerme eso.-Murmuró. Él tomó su cara entre sus manos.-
—No creí que a este punto te sorprendieras.- Dijo él, acercando sus labios a los de ella.-
Laura se alejó.
—¿Dónde está Lydia?
—No me vengas con que ahora te preocupa.-Dijo burlón, mientras tocaba la punta de su nariz.— Sólo estarías siendo hipócrita.
—Claro que me preocupa.-Dijo.—Es mi hermana.
—Ella está bien.-El chico rodó los ojos.—No es mi objetivo de todos modos.
—Entonces déjala.-El Nogitsune soltó un sonido de molestia.-
—No vine aquí para hablar de tu hermana pelirroja.-Murmuro, pero ante tu expresión el rodó los ojos.–Va estar bien, ¿De acuerdo?
—¿Y entonces que haces aquí?
—Quiero estar contigo, dejamos pendiente algo que pudo terminar en algo interesante.
—¿Sabes que todos te están buscando como locos? Ahora más que nunca. Yo podría llamarle a Scott ahora mismo y decirle que estás aquí.
—¿Y lo harás?
—No.
Él sabía la respuesta, así como sabía que la conversación ya había terminado, eso estaba claro, porque ya no la dejó hablar más. Se lanzó a besarla ferozmente mientras se quitaba su camisa. Laura le respondió y se impresionó de la manera en que el ambiente de había tornado tan caluroso y pesado tan rápido. De igual forma, no tenía ni idea como en cuánto sentía los labios del chico sobre ella nada parecía importar. ¿Esto estaba mal? Demonios, su hermana estaba secuestrada quién sabe dónde, entonces, ¿Por qué se sentía tan jodidamente bien? Respirar con normalidad cada vez se hacía más difícil y esta vez ella tomó el control. Lo empujó a él hacia la cama y se apresuró a quitarse la ropa mientras ella la observaba con una expresión burlona en el rostro. Se puso encima de él y comenzó a besarlo. Pero al Nogitsune le gustaba tener el control, lo demostró tanto en el pequeño juego que tenía entre manos para la manada como en estos momentos. Pronto él le dio la vuelta y se colocó encima de ella.
—Eso no es justo.- Se quejó ella.-
—No, no lo es.- Le sonrió antes de volverla a besar.-
Siguieron así un rato más hasta que ambos estuvieron sin ropa. Él comenzó a frotarse, jugando con la exitación de ella, haciéndola soltar gemidos que cada vez se hacían más altos. Entonces se detuvo, comenzó a bajar sus besos desde su cuello hacía su estómago, Laura lo observaba desesperada y nuevamente le sonrió burlón antes de hacerla explotar de placer cuando sintió su lengua su feminidad. A este punto sus gemidos eran imposibles de aguantar y no tardó mucho en llegar a la cima, arqueó su espalda disfrutando de las placenteras sensaciones. Cerró los ojos e intento regular su respiración mientras el chico enredaba las piernas de ella en su cintura y entraba lentamente en ella. Escuchó un gruñido de parte de él mientras Laura enredaba sus brazos en su cuello. Lo besó con pasión mientras él embestía cada vez más rápido. En un momento de arrebato, él tomó las manos de ella y las puso encima de su cabeza. Y nuevamente como cada vez que estaban juntos todo parecía estar en un torbellino de sensaciones indescriptibles. Estaba a punto de llegar a otro orgasmo y él también, Laura se dio cuenta por la expresión en su rostro y los sonidos que intentaba reprimir en su garganta. Ella llegó primero, gimió variad veces en el oído del chico antes de hacerlo venirse también a él. Se quedaron quietos, sin separarse todavía intentando recuperar el aliento. Él se levantó un poco, ambos se miraron a los ojos. Y entonces la realidad volvió a irrumpir en sus pensamientos. Laura no era de las personas que se preocupaban por su futuro y esas cosas, pero ahora tal vez si.
