Capítulo 23💕

2.1K 224 17
                                    

¡Penúltimo capítulo!

Espero se encuentren bien junto a los que aman😉💖
Y disfruten del par cabezotas 🤣😂🤣💕💕💕

🔷🔹🔷🔹🔷🔹🔷🔹🔷

—Te juro que, cuando estás enojado, te conviertes en el más idiota de los hombres —dijo Taemin apartándose de Minho en la entrada del hotel. 

—¿Enojado? ¿Con qué piensas que es eso? 

—Claro que no. También me vienen a la mente muchas cosas como testarudo, irritante, celoso y obstinado. 

—¿Te estás describiendo a ti mismo, Taemin? 

—Ja, si claro —se burló él. 

Entró en el auto dejando de lado el abrigo y disfrutó mostrando sus clavículas sabiendo de antemano que Choi se lo devoraba con la mirada. Minho arrancó y salió de allí a toda velocidad. 

—Minho, cálmate. Quiero vivir para ver crecer a mi hijo. 

Había miedo en su voz y aquello lo hizo calmarse. Su expresión se suavizó levemente y disminuyó la velocidad. Sólo cuando la ciudad se convirtió en un resplandor distante, consiguió Taemin reunir valor. 

—¿Vas a decirme adónde vamos o piensas seguir meditando el lugar? 

—Yo no estoy meditando.

—¡Vaya que no! 

—Por supuesto que no —replicó Minho, furioso. 

—Estupendo. Sigue así. Para lo que me importa. 

Taemin se había dado cuenta de la gran nevera y de las maletas que iban en la parte trasera. Y también había un maletín. Desesperado, se calentó los sesos para encontrar un modo de que hablara razonablemente con él. Pero no podía dejar de pensar en lo atractivo que estaba Minho sin corbatín y con la camisa levemente abierta. En realidad, Taemin no quería discutir. Deseaba a toda costa retrasar la tortura, el momento de la separación irrevocable.

Minho lo miró de reojo y vio que se mordía los labios. Parecía tan asustado que parte de su rabia se esfumó. 

—Taemin, quiero que sepas... 

—¿Sí? —preguntó cuándo Choi titubeó. 

—Siento lo que ha pasado. Te juro que no soportaba cómo babeaban mirándote todos esos tipos. 

—¿No lo soportabas porque sientes algo por mí o sólo por el traje? 

—Ambas cosas. 

Las esperanzas de Taemin se desvanecieron en el aire. ¿Es que nunca iba a poder llegar hasta Choi Minho? 

—Yo sólo quería estar contigo, Minho. 

—¿Por qué? Llevas semanas ignorándome. 

—Te llamé y ni siquiera tenías conectado el contestador. 

—Lo destrocé –Taemin abrió mucho los ojos. Choi se encogió de hombros, un tanto avergonzado—. Todavía no he comprado uno nuevo. 

No pensaba contarle que lo había destrozado de pura frustración al esperar día a día un mísero mensaje suyo. 

—Yo lo intenté —insistió él.

—¡Maldita sea! Podrías haber pasado por mi casa o haber llamado a la oficina. Cualquier cosa, por el amor de Dios. 

—Estamos iguales. Tú podrías haberme esperado una de tantas veces que has estado en mi casa con nuestro hijo. 

—¡Me cansé de ir siempre detrás de ti! 

Mi MitadWhere stories live. Discover now