Mi Mitad

Capitulo 9💖

Hola, he aquí un nuevo capítulo... Mucho love para uds💕

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Choi Jin Hyuk apoyó el hombro contra el cristal y observó cómo el camión del servicio de reparto aparcaba frente a la oficina de su hermano. Sacudió la cabeza mirando a Minho que apoyaba los codos frente a un montón de papeles. 

—Los ha devuelto otra vez. 

Minho levantó los ojos y sonrió. 

—Lo esperaba. Sobre todo después del modo en que nos despedimos ayer en su tienda. 

Jin Hyuk miró a Siwon, que estaba sentado junto a la mesa más cerca de Minho. 

—¿Hasta cuándo piensas seguir con esto? ¿Hasta que los gastos de envío te arruinen? 

—Tanto como haga falta —dijo Minho levantándose. 

—¿No te das cuenta de que no quiere nada de ti? —dijo Siwon. 

Pero Minho ya había salido a recibir al repartidor en el vestíbulo. Le dio una propina para que volviera a intentarlo y se obligó a sonreír. Era un hombre demasiado testarudo. Tan sólo se trataba de regalos para su bebé. 

Taemin cruzó los brazos sobre el vientre y lanzó al repartidor una mirada hostil antes de que llegara a poner un pie en el primer escalón de la entrada. 

—¿En qué quedamos? Le dije claramente que devolviera todo, ¿o no?. 

El hombre pareció profundamente deprimido.

—Señor, son los mismos paquetes que devolvió ayer y esta misma mañana. La persona insiste en que los reciba.

Taemin echó un vistazo a la caja de embalaje y se apartó para dejarle pasar. El repartidor sonrió aliviado y le hizo una seña a su compañero. En pocos segundos, el rincón de su salón estaba lleno con cajas de las mejores tiendas de la ciudad.

Maldito fuera Choi Minho.

Llevaban así desde el día anterior y todavía se negaba a darse por aludido. Cerró la puerta, tomó una determinación y marcó el número de su hermano. Iba a decirle que consiguiera una orden del juez para que dejara de molestarlo, pero colgó sin pronunciar palabra. Miró el montón de cajas. No pensaba abrir ni una sola, pero tampoco tenía intención de pasar su día libre descargando su mal humor con los repartidores. 

Minutos más tardes...

—¡Oiga, señor! No puede aparcar aquí. 

—Pues acabo de hacerlo —dijo Lee, bajando de su Jeep y pasando con decisión por el lado de aquel hombre a cargo de la construcción. 

El hombre reparó de inmediato en su vientre. 

—¿Choi Minho, dónde está? 

El hombre tragó saliva. 

—Quédese aquí y en seguida voy a buscarlo. No se mueva, ¿de acuerdo? 

El hombre extendió ambas manos como para detenerlo. Taemin le sonrió con dulzura. Las personas embarazadas tenían aquel efecto sobre algunos individuos. Era una ventaja de la que pensaba aprovecharse sin piedad. 

—Podría encontrarlo rápido —dijo un poco sin aliento y palpando su vientre con gesto teatral.
 
El pobre hombre salió corriendo, dejando caer al suelo un montón de tablas y herramientas. Sin embargo, la escena no mejoró su humor. Iba a decirle a "Papá Dinero" que saliera de su vida para siempre, empezando ese mismo día.