Capítulo 2💕

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Aquí les traigo un breve segundo capítulo. Mucho love para uds.😉💕

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Choi estaba junto a la ventana de la oficina. De espaldas a Cho Kyuhyun, su abogado, miraba a través del cristal el tráfico de las calles. Hacía mucho frío en la sala de conferencias, casi hasta el punto de que podía ver su vaho.

Miró por quinta vez su reloj.

-Está atrasado -comentó a su abogado

-Taemin siempre se atrasa -dijo una voz suave.

Minho se dio la vuelta y vio que un hombre joven entraba en la sala. Saludó a Kyuhyun educadamente, puso un portafolios sobre la larga mesa mientras que su secretario, lo seguía y dejaba un servicio de café y una jarra de agua en la mesa.

-¿Y usted lo tolera?

El hombre buscó su mirada y Choi vio al lobo que había bajo el abogado impecablemente vestido.

-Los hermanos tienen tendencia a tolerar muchas cosas.

Hermanos. Estupendo. Nada como una familia que uniera sus fuerzas en su contra .

-Soy Lee Jinki.

Choi lo observó detenidamente. Él parecía esperarlo y lo aceptó con una extraña sonrisa. Era atractivo, severo en apariencia, profesional con un traje de Armani ajustado y el pelo rubio engominado hacia un lado. Todo en Lee hablaba de la dureza que veía tan a menudo en las personas que buscaban abrirse camino en los negocios. Pero, para Minho, todos los abogados eran unos lobos, y eso incluía a Kyuhyun. ¡Dios! ¿Era eso lo que le esperaba? ¿Un doncel tan incapaz de separar las exigencias de su carrera como para recurrir a un banco de semen en vez de tomarse su tiempo para mantener una relación amorosa? El estómago se le cerró. Volvió a mirar por la ventana, con sus manos unidas en la espalda. Se balanceaba sobre sus talones e hizo una mueca cuando vibró un teléfono. Miró por encima del hombro a tiempo de ver al abogado deslizar el dedo sobre la pantalla de su celular, hablar en voz baja, desconectarlo y guardarlo en el portafolios.

-Ya llegó.

Llamaron a la puerta y Minho se dio la vuelta mientras el secretario abría la pesada puerta de madera y luego se hacía a un lado. Minho alzó mucho las cejas cuando un hombre desmesuradamente embarazado entró con paso elegante a la sala.
Las imágenes que se había formado quedaron destruidas de inmediato cuando él pareció correr hasta su hermano y abrazarlo. Lee Taemin era la imagen perfecta de maternidad en su máxima expresión. Y Minho se vio perdido. ¿Cómo iba a luchar contra aquella imagen pura de la maternidad? Taemin sonrió, pero Choi sólo lo vio a medias, estaba de perfil mientras el hermano le presentaba a su abogado. Kyuhyun le sonrió con naturalidad y lo invitó a sentarse, cosa que él hizo protegiéndose tras la pequeña mochila que puso en su regazo antes de mirarlo. Choi asintió. Lee asintió. El abogado ordenó sus papeles y se dirigió a Kyuhyun.

-El señor Lee quiere saber los derechos a los que se considera acreedor su cliente.

-Yo no creo nada, estoy seguro -dijo Minho.

Taemin lo miró breve, ferozmente y, por un instante, Choi se vio abrumado por aquellos ojos verdes.

-El señor Lee es de la opinión de que se trata de un problema de la clínica.

Ignorando el consejo de Kyuhyun de que le dejara a él la negociación, Minho siguió adelante.

-Es nuestro problema, porque se trata de nuestro hijo. ¿Acaso no tiene voz el señor Lee? -alegó.

Taemin ladeó la cabeza para contemplarlo.

-La verdad es que la tengo, aunque no tan gritona como la suya.

Mi MitadOù les histoires vivent. Découvrez maintenant