Mi Mitad

Capítulo 16💗

Después de una ducha fría, Minho habrá bajado la calentura??
Les invito a averiguarlo 😏🔥

🔷🔹🔷🔹🔷🔹🔷🔹🔷

Taemin se entretuvo bebiendo agua. Al rato, Minho apareció y lo tomó de la mano.

-Vamos, tengo que sacarte de aquí y llevarte a un kilómetro de mi cama o empezaré otra vez con lo mismo.

En la sesión del método Lamarck, no podía evitar que sus manos lo tocaran, que lo rozaran accidentalmente. Un masaje para calmar un calambre se convertía en una fantasía erótica, en una tortura más. Cuando lo llevó a su casa desde el centro comunitario, no pudo pensar en otra cosa que en tenerlo entre sus brazos.

Toda la noche.

Y cuando por fin llegaron a la casa de Taemin, él mismo abrió la puerta y se volvió para despedirse, aunque toda idea de galantería se evaporó. Minho lo abrazó con fuerza y lo besó hasta que sintió que le fallaban las rodillas.

-Minho, por favor -dijo él sin aliento.

-Por favor, ¿qué? ¿Por favor, vete? -susurró Minho junto a su oído-. ¿Por favor, quédate?

-No lo sé -gimió él.

Le sujetó por el cinturón y tiró de Choi para meterlo en la casa. Minho cerró la puerta apoyando la espalda en ella y lo besó una y otra mientras le acariciaba la espalda y el trasero.

-No... no puedo hacerlo -dijo él, apartándose.

-Taemin, no vamos a hacer nada que tú no quieras. Unas cuantas duchas frías más no me harán daño.

-Lo sé y lo lamento. Siento que te estoy tomando el pelo.

Minho le sostuvo la cara entre las manos.

-Te deseo, Taemin. Necesito saborear tu piel, sentir tus piernas alrededor de mi cintura, tus besos. Quiero ver cómo te excitas, antes de tenerme dentro de ti.

-No estás siendo justo -dijo él, respirando trabajosamente.

-¿Tú me deseas, Taemin? Si dices que no me marcharé, pero sé que habrá sido una mentira.

-Y yo también.

-Eso es lo que importa -dijo Minho, besándole los párpados-. No, no hables. Siente por una vez, no te hará daño.

Choi lo besó apasionadamente y él le respondió con ferocidad, quitándole la chaqueta y dejándola caer al suelo. Aquel simple gesto era una muestra de confianza y
Minho se juró que iba a avanzar con cautela. Rezó para tener fuerzas. Sin dejar de besarlo, lo llevó a través del pasillo. Sabía cuál era la habitación sin necesidad de haberla visto, el rastro de vainilla y especias le condujo hasta allí.

Taemin encendió una pequeña lámpara y Choi contempló el dormitorio con la boca abierta. Tendría que haberlo adivinado. Era una cama especialmente hecha para amarlo. Él sonrió tímidamente, mientras Minho se preguntaba qué otros secretos le aguardaban aquella noche, él fue al baño.

-Necesito un minuto -dijo cuando Choi trató de retenerlo.

Taemin salió del baño con una bata roja que realzaba las líneas de su cuerpo. Debajo, iba desnudo. Minho lo miró y vio que su miedo y su placer igualaban a los suyos. De repente, Minho sintió que se hallaba fuera de lugar allí.

-No he estado con nadie desde que me divorcié de Yuri.

Taemin se sorprendió. Debían ser más de dieciocho meses porque Yuri llevaba un año muerta.