Tentacion Infernal.

Oscuro. #12

Victoria.

Iba de un lado al otro sirviendo tazas de cafés sonriendoles a los clientes, era una tarde agitada en el muffin house. Oscar me miraba con una sonrisa burlona al notar mi baile por todo el lugar sirviendo el café, cuando llegue junto a él le saque la lengua como una niña pequeña.

Han pasado tres semanas desde que trabajó en este local acogedor y me he vuelto muy cercana a Oscar, el chico bronceado que me atendió el primer día que entre a este lugar. Me había invitado a salir varias veces al cine o simplemente a cenar en algún otro lugar más privado, pero siempre salía corriendo del trabajo a los brazos de una dulce tortura.

Entre Alexander y yo todo es más vibrante de una forma que no puedo entender del todo, apenas llegaba de su trabajo yo ya estaba ahí esperando ver que todo esto no sólo haya sido un sueño, pero sus manos van directo a mis caderas robandome un beso ardiente del deseo que emana su cuerpo y sin dudarlo, el mío también. Negué un poco con la cabeza disimuladamente, no puedo seguir dándole más vueltas ni pensar en Alexander en este momento, por lo menos no mientras que trabajo.

- ¿Segura no quieres salir al cine? -preguntó-. Estarán pasando una muy buena de acción.

Sonreí.

- Me encantaría, enserio -dije deteniendome unos segundos mirándolo apenada-, pero sabes que estoy muy ocupada en casa.

- ¿Qué tanto haces? -poso su codo en el mostrador dejando caer su rostro en su palma-. Si quieres puedo ir a tu casa ayudarte con lo que sea que hagas.

Parpadee rápidamente.

Mordí mi labio vacilando un poco al caminar, tomando la escoba como escusa de no responder rápido a su interrogante. Soy muy buena mintiendo, pero necesito tiempo para crear una gran mentira creíble, él en definitiva no puede ayudarme con las cosas que hago en casa y menos con mi hermano. Intente hacer una sonrisa relajada, pero lo único que se formó fue una mueca extraña.

- Cosas del hogar, limpiar, ordenar, hacerle la comida a mi hermano y cosas de ese estilo -dije-. No es nada interesante enserio, ¿que te parece si salimos algún lado el domingo?

Sus ojos brillaron y yo me encogí ligeramente de hombros por la culpa que invadió mi pecho, sólo lo había dicho para que dejará de insistir y luego inventarme alguna para no ir, pero luego de ver la emoción de sus ojos y como me empezó a comentar de lo que podríamos hacer sé que no me podré librar de esto fácilmente. Cuando por fin llegó la hora de cerrar nos encaminamos a la salida después de arreglar todo, cerrar el negocio y recoger nuestras cosas Oscar me miraba fascinado con sus ojos chocolate y una gran sonrisa sin dejar de parlotear que sería grandioso salir juntos.

- El cine es una buena opción -comenté con una sonrisa amable viendo el cielo a nada de caer la noche.

- ¿Planean ir algún lado? -una voz grave y fría a nuestra izquierda nos hizo girar rápidamente.

Todos los vellos de mi cuerpo se levantaron de golpe al ver la figura imponente y marcada de Alexander, mi corazón golpeó violentamente contra mis costillas, sus ojos estaban puestos en Oscar de manera tan oscura que nos hizo encogernos en nuestro lugar al mismo tiempo. Pase saliva nerviosa por el silencio que había a nuestro al rededor, voltee a Oscar quién a pesar de verse totalmente intimidado no le quitaba la mirada a Alexander.

Puse una mano en el pecho de Oscar para llamar de su atención tratando de controlar un poco la situación tratando de sonreír un poco segura, pero el temblor de mi labio me hacía el trabajo un poco más difícil.

- Él es mi hermano, Alexander -explique lentamente, sintiendo la intensa mirada de Alexander en mi cuerpo-. Se me olvidó que hoy iba a buscarme, así que nos veremos mañana ¿Okay?

Era mentira, Alex debería de trabajar por unas horas más.

-Un gustó -mumuro Oscar viendolo con desconfianza- Si, mañana nos vemos y cuadramos mejor la salida.

Mierda, cállate.

Vi como empezaba a caminar en dirección a las calles con sus manos en sus bolsillos, aún podía ver un poco de gente caminando de un lado a otro y cuando por fin lo perdí de vista llene mis pulmones de aire volteando lentamente con la cabeza baja, su cuerpo estaba ahora muy cerca del mío y con eso fue suficiente para robarme el aliento, su perfume perforó mis fosas nasales embriagandome ligeramente. Seguía sintiendo el aire peligroso que había mientras busque mil formas para romper esa sensación, pero no hizo falta pues sus brazos me rodearon atrayendome a su cuerpo abrazándome.

Fruncí un poco mi ceño confundida. Okay, no esperaba eso.

- Eres mía -susurro a mi oído bajando sus manos a mis caderas apretandolas con un poco de fuerza-. Solo mía y espero que tengas eso bien claro pequeña.

Subí mi mirada a sus ojos, los cuales seguían oscurecidos como los de un animal apunto de cazar a su próxima comida -Yo soy su comida-. Mordí mi labio inferior aún con el corazón latiendome a millón, mis ojos fueron inconcientemente a sus labios.

- Por qué no mejor... -susurré con un tono ligeramente juguetón, saliendo un poco en fracasó debido a mi nerviosismo- me recuerdas que soy tuya.

-Victoria estás jugando con fuego, quédate en silencio si no quieres salir quemada aquí mismo -su voz sonaba burlona, pero puedo afirmar que esto lo está excitando. Mire a nuestro alrededor, nos encontrábamos en la parte trasera del muffin house, todo está cerrado y el lugar parecía ligeramente como un callejón, más limpio claro y también oscuro.

Nadie puede vernos al menos que se acerquen hasta donde estamos, trague saliva sintiendo mis piernas temblar por la gran estupidez que estoy por cometer.

-Quemame, Alex -suplique viendolo a los ojos.

Una gran sonrisa salió disparada de sus labios, pegándome aún más a su cuerpo sintiendo como su gran amigo se encontraba despierto.

-¿Aquí?

-Aqui.

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Enserio disculpen la tardanza amores, no me dió tiempo a corregir este cap así que si ven errores avísenme en los comentarios ❤️ el próximo cap ya lo tengo por la mitad, posible lo publique mañana o pasado mañana 👀💕 luego volveré bien a corregir este cap, tal vez mañana