Tentacion Infernal.

Muffin House. #6

Su rostro giro en dirección opuesta del mío apretando sus labios formándose una línea dura en ellos, su agarre de mis muñecas se aflojó y se fue alejando de mi cuerpo lentamente mientras que yo sólo buscaba las palabras necesarias para relajar la incomodidad del ambiente. Sus ojos se encontraron con los mios por una fracción de segundos, suficientes para que mis manos temblaran y mis cachetes tomaran el color rojizo ardiente, pero él simplemente se dio la vuelta y antes de avanzar susurró:

— Olvidalo.

Sus pasos apresurados, sus pasos eran fuertes como si evitará volver a mi, o eso creía creer yo, pero sus hombros estaban decaídos sin fuerza abrió la puerta y tan sólo salió de la habitación sin ver atrás, como esa última vez que lo vi pero esta vez sabía que por más que se alejara siempre lo buscaría de nuevo a pesar de perder poco a poco mi orgullo, esto que está pasando es algo que no logró asimilar aún o tan sólo no quiero hacerlo.

Mordi mi lengua para no gritar de frustración y me deslizé por aquella pared de la cual no me había movido ni un centímetro recordando el calor de su cuerpo y la sensación de sus manos en el mio, cerré los ojos suspirando intentando hacer lo que dijo... Simplemente olvidarlo.

— Maldito cobarde —gruñí bajo.

El día había sido largo entrando y saliendo de locales dejando mi currículum para que luego esto suceda en mi segundo día acá, me arrastre sin ganas hasta mi cama tomando mi celular para revisar la hora: apenas son las siete de la noche y no quiero ahogarme en mis pensamientos. El recuerdo de una cafetería a unos minutos de este edificio vino a mi mente, sería bueno ir a tomar un buen café para relajarme, rápidamente me vestí con algo cómodo tomando un suéter por el frío que debe de estar haciendo afuera. Tomé mis llaves y salí rápidamente sin que nadie me viera.

Caminar por esta calle realmente es cómodo por las familias y parejas que caminan de un lado al otro despreocupados charlando como cualquier día cotidiano, el lugar era tranquilo más que la cafetería no estaba para nada lejos del departamento y su letrero resplandeciente le daba un toque seguro al local más el aroma a café que empezaba a llegar a mis fosas nasales empezaron a despertar mi hambre. Entré y una campanilla sonó sobre mi cabeza asustandome, detesto eso, el lugar no estaba muy lleno pero tampoco estaba vacío, el ambiente es acogedor y cálido.

Me encanta.

Fui al mostrador viendo todos los dulces embobada con la baba a punto de caer de mis labios, todo se ve jodidamente delicioso pero sólo tengo para comprar un café ya que no quiero quedarme sin el poco dinero que tengo guardado. Una risa pequeña llamó mi atencion, levante el rostro encontrandome con un chico bronceado extremadamente sexy detrás del mostrador con un delantal verde con el logo “Muffin House".

— ¿Quieres algún dulce? —su sonrisa es de dioses— supongo que sí, tienes un poco de baba ahí.

— Mierda —susurré apenada limpiandome pero sin encontrar ningún rastro de baba pero al escuchar una vez más la risa entrecerre los ojos entendiendo— No es gracioso.

— Lo siento no pensé que caerias —río otra vez pero al notar mi mirada asesina sonrió sereno— ¿Se le ofrece algo a la bella dama?

— Llamandome bella dama no hará que te perdone —sonreí esta vez— Un café negro con mucha azúcar.

— No pensé que fueras de café negro, preciosa —me sobresalté volteandome viendo a Dave detrás de mi.

— ¿qué haces aquí? —susurré al ver como se acercaba hasta quedar a mi lado y hablarle al chico que me atendía.

— Que sean dos y van por mi cuenta —ordenó y el chico con bronceado sexy,éste asintió y se volteó dirigiéndose a preparar nuestros cafés.