🐈Parte final:

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Luego de darse un largo baño y cambiarse por ropa cómoda, se aproximó a la cama. Gateando y enredándose con la sábana.

—¿Estás cansado?

El susurro en su oreja le provoca escalofríos.

—Más o menos... ¿Quieres hacer algo?

Como si esa respuesta incitara al aludido, le retiró la sábana con la que se enredó. Apartando sus esbeltas piernas y acomodándose en estas. Asimilando los movimientos de su dongsaeng. Y antes de que pudiera decir algo más, unos labios se presionaron contra los suyos. Tardando en corresponder, subió las manos detrás de la nuca de Namjoon, acariciando el cabello corto de la zona. El beso floreció con lentitud, cada vez tornándose húmedo como los chasquidos llenaban la habitación.

Habían pasado alrededor de seis meses desde que leyeron la carta. Los cambios surgieron pero también el hueco de falta de información de donde provenían apagó unos días el ánimo de Jimin y Yoongi, sin embargo, a los siguientes volvieron a resurgir de mal ánimo.

La primera vez que los encontró semidesnudos al ingresar al apartamento se llevó el sentimiento de conmoción y estupefacción, cerrando con fuerza la puerta. No se acercó por varios días a su viejo apartamento. No por la impresión –o tal vez sí–, pero los retos nuevos del trabajo y su vida cotidiana cambiaron de la noche a la mañana. Problemas brotaron de la empresa con el despido de un manager y que uno de los integrantes de la banda se lastimó su muñeca. Los estudios de Jimin y Yoongi iban muy bien, destacándose en las materias.

La ropa desapareció, cayendo de apoco al suelo. Namjoon recorrió con una mano el cuerpo de Seokjin, deteniéndose unos segundos en la cintura hasta proceder a los muslos del mayor, agasajando la piel con suaves pellizcos. Escuchando los dulces jadeos que salían de la boca cereza de su hyung.

En un principio se sintió renuente a empezar a dejarlos solos en el apartamento, pero luego de una charla con una taza de café y dos de leche. Cambio de padecer.



"—Mm... Tienen que saber que no me molesta trabajar para los tres, siempre lo he hecho así... Y ahora que son mitad humanos y tienen necesidades como tales, yo... -

—No solemos pasar mucho en nuestra forma felina. —interrumpió Yoongi, con un semblante serio y una sonrisa ladeada. —Por eso deseamos estudiar, saber en qué materias nos destacaremos. Al menos sé que a mí me encanta la producción de sonidos, incluyendo la construcción. La simulación en ese aparato raro que me enseñó Nam hyung para remodelar interiores me encantó.

—Si, hyung, deseamos ayudarte en todo. Así como deseamos estudiar para saber. —sonrió Jimin con ternura."



Frunció el ceño ante la primera intromisión, tomando una bocanada de aire. No terminaba de acostumbrarse ante ese escozor de la primera vez.

Los días transcurrieron de esa noche, decidiendo comentarle a su pareja. Las clases presenciales quedarían descartadas por las clases en línea.

Ngh... Nam...

Gimió, oprimiendo los párpados. La intromisión de los dedos creció, moviéndose con ímpetu. En tanto, Namjoon decoraba su piel con florecillas rojas y engullía de vez en cuando sus pezones.

El estudio avanzó, de vez en cuando conversando sobre las posibles carreras en la universidad.

—¡Ah! ¡Se más suave! —gimoteo al sentir como su dongsaeng se enterraba en una estocada, creando una mueca en el rostro.

—Lo siento... —se excuso Nam, besando apenas los labios de su hyung.

Esperó unos minutos dentro de su hyung, sonriendo y besando cortamente a Seokjin hasta que los besos inocentes acabaron tan húmedos con lenguas entrelazándose, comenzando un lento vaivén de caderas. Sin cortar el beso, bajó las manos y asió los muslos de su hyung, manoseando a su gusto. Seokjin se quejó pero tampoco se quedó atrás cuando descendió sus manos con caricias en la espalda de Namjoon, tentando la piel canela. Sonrieron entremedio del beso, auscultando el sonido acuoso que producía la unión de sus cuerpos. Las embestidas eran más fuertes y veloces, sacando gemidos tan agudos en Seokjin que coloreaban sus mejillas.

—¡Ah! Ngh... ¡No seas tan tosco! ¡Y-yo... Más, ah, jod... - —balbuceó, atrayendo nuevamente con las manos presionadas en las mejillas a Namjoon, para besarlo cada vez que sentía que sus quejidos agudos serían altos al recibir tal estimulación en esa zona. Agregando que su dongsaeng desvergonzado se movía con esmero, gruñendo en cada arremetida sin dejar de hurgar cada parte de su anatomía.





Nota 2021: Que vergüenza la que sentí y siento al leer y editar este capítulo, en realidad soy muy mala para escribir este tipo de encuentros :'v. Pero espero que no haya sido tan malo jaja.

¡Mis gatitos! ☪ y,minWhere stories live. Discover now