🐈Parte once:

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El amor fue el primer valor que nos dio "Grigori Lébedev". Así que no era nada nuevo que alguien de los nuestros se enamorara. Pero tal vez hacerlo de alguien no conocía bien fue lo que causó el final del clan.

Alisa Smirnov traicionó al chico que hizo todo por ella. Cuando se cuenta del par de orejas y la cola de su enamorado, no fluctuó en denunciarlo. Y el rumor que se esparció en la ciudad no llegó a oídos del clan. Decían que demonios habían poseído un grupo de personas. Un rumor que llegó demasiado tarde en el clan de mestizos cuando a una distancia comenzaron a disparar. Los gritos de los que caían al suelo era una punzada para los que lograban escapar, ya que no podían regresar y traer a los cuerpos que caían como hojas de un árbol. El lugar que alguna vez fue llamado "hogar" acabó siendo cenizas de mestizos y cosas materiales que quedaron a la deriva.

Los que sobrevivieron al ataque se apiñaron alrededor de una sencilla fogata con palos y tuza que sustrajeron al terreno de milpas que visitaban en el pasado. En silencio se reunieron dándose calor; niños, adultos mayores y jóvenes que eran los encargados de vigilar el pedazo de tierra en la que descansaron, estando atentos a que alguien los siguiera. Y en medio de la noche fresca llegaron a un acuerdo de volver a su forma felina, hasta que alcanzara el día en que tuvieran la suficiente libertad para mostrarse como tal.

A los niños se les inculcó que no volvieran a transformarse a su forma humana cuando supieran lo que es tener un amor puro y familiaridad; y que si en el camino conocían a más de los mestizos que quedaron atrás, conservaran su forma felina. De ahí, todos partieron individualmente, vagando por nuevos horizontes y dejando atrás a los que no pudieron rescatar.

Ahora que has llegado a esta parte, es porque de alguna forma tus amigos felinos se han vuelto Gibridnyy y por las dudas que entraron a tu cabeza buscaste la carta que se les extendió por años a cada uno. Una carta oculta.

Lo que hablaron en la fogata improvisada fue abandonar en parejas a cada uno, sin importar el sexo de cada felino. Solo dejando un compañero para que compartieran un lazo de amistad o más allá. La madurez en las hembras llega a los diecisiete y en los machos a los dieciocho. Relativamente dejamos de envejecer a los treinta años humanos.

¿Por qué lo explico?

Cumpliré ochenta y cuatro años. Y se debe a que nuestro "padre" como solíamos apodarlo, nos regaló unas palabras: »Suma los años de tu dueño cuando estén en un núcleo familiar y confianza, y añade los años de la persona que escogiste para amar de por vida. Estos serán los años que correrán en tu vida». Mi alma gemela y yo llegamos a nuestros últimos días, y al convertirnos en felinos nuevamente fuimos adoptados por una linda anciana de setenta y cuatro años. Eso tendría sentido con los años que tengo, ya que mi querida dueña partió hace un buen tiempo.

La historia me la sé de memoria porque mi madre me la relataba antes de dormir. Era el cuento que cada niño debía saber. Y no porque un científico que tacharon de mediocre, sino porque el amor que nos dio ese hombre imperfecto. Que nos llenó de tanto para que cada uno de nosotros apreciemos lo que hizo.

¿Recuerdas el perro que también inyectó?

El pobrecito falleció cinco años después de la primera transformación, es por esto por lo que es muy difícil si algún día encuentras a un Gibridnyy canino. Ya que no se sabe si en un momento tuvo cachorros.

Guarda esta carta si deseas hacerlo.

Espero que las dudas en tu cabeza se resolvieran, de ahora en adelante; son los dos felinos que se mostraron ante ti que deberán responder las siguientes.

Con mucho amor, Min Harumi.







Acabando el vaso con leche se relamió los labios, subiendo la mirada a su lindo hyung.

—¿Sigues con dudas? —tanteó suavemente, sentándose en sus piernas.

Yoongi por su parte se ruborizó ante la acción de Jimin.

—Un poco. —pasó los brazos en la cintura del menor. —Creo que nuestra relación nunca se ha considerado como la de hermanos.

Park Jimin lo miró unos segundos antes de soltar una carcajada.

—Jamás te consideré como mi hermano. —confesó.

Formando un mohín, habló:

—¿Ni un poco?

—No —negó. —Me gustas. Pero pensé que tú sí me considerabas un hermano menor. Por eso nunca pensé hacer algo que te disgustara. Hasta esa vez del beso. —arrugó la nariz.

—Pues si estamos en las mismas... siempre me tentó hacer más que solo un beso. —acarició las mejillas para luego subir las manos hasta las orejas de Mochi.

—En tus sueños. Un paso a la vez. —le sacó la lengua.

Y con esto, lo besó. El contacto fue lento, chocando y acariciando sus belfos con parsimonia. Los brazos de Jimin treparon y rodearon el cuello de Yoongi, ahondando el encuentro. Y tal vez, las cosas se hubieran puesto un poco más de tacto de piel, pero la cerradura de la puerta principal hizo que se apartaran por parte de Jimin, quien salió corriendo de la habitación a la sala para recibir a Seokjin con una gran sonrisa. 







Jimin en realidad no quería hacer cochinadas con Yoongi. u,u

Este es el final de la carta. 

Para ser sincera, estos capítulos los sentí algo sosos, no sé qué inhalado para escribir esto ya en los casi últimos capítulos de la historia, pero espero que no haya sido algo aburrido de leer. -suspira-

Ya en los siguientes escribiré más de YoonMin y NamJin. 💖

Gracias por leer. ❤

—Mer;

¡Mis gatitos! ☪ y,minTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon