15.- Nuestro ya no...

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Cuando Ying se despierta ese domingo por la mañana, ya se encuentra completamente sola en el sofá, con las cortinas de la sala cerradas dejando entrar poca claridad y con una sábana cubriendo su cuerpo, la cual la mantiene calientita

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Cuando Ying se despierta ese domingo por la mañana, ya se encuentra completamente sola en el sofá, con las cortinas de la sala cerradas dejando entrar poca claridad y con una sábana cubriendo su cuerpo, la cual la mantiene calientita.

Se estiró con pereza. Lo más seguro es que fuera tarde en ese momento y que Lan Zhan se encontrara dándose un baño o algo por el estilo, aunque aún podía sentir la calidez de su cuerpo y su aroma a sándalo impregnado por toda la superficie del acolchonado sofá.

Alto...

¡¿Se quedó dormida en los brazos de Lan Zhan?! ¡San cielo!

Lanzó como pudo las sábanas hasta sus pies con grandes patadas, casi cayéndose de boca cuando se levantó en menos de un segundo. Al parecer nadie estaba en la sala, por lo que se permitió correr escaleras arriba hasta llegar a la puerta de XiChen, tocando con insistencia.

—¿A-Huan? —no hubo respuesta, ni siquiera a la tercera vez que lo llamó, por lo que -pidiendo a los cielos y santos que más conocía- se aventuró a abrir su puerta.

Su cama estaba bien tendida y su cuarto parecía estar perfectamente limpio como de costumbre. Bien, no estaba ahí, pero tampoco estaba en el baño porque la puerta estaba abierta y era imposible que fuera a hacer sus necesidades así, por lo que no le quedó más que suspirar.

Ni siquiera se había dado cuenta a qué horas había caído en los brazos de Morfeo cuando claramente le había pedido por la mañana a su novio que pasaran esa noche juntos. ¿Y qué hizo? ¡Se quedó dormida en los brazos de su hermano! Que desastre.

Al parecer ni Lan Zhan se encontraba en casa, por lo que sólo bajó a la cocina con decepción.

Ahora se sentía un tanto culpable, sobre todo por lo que habían hablado ella y Huan el día anterior, sobre los sentimientos de Lan Zhan.

—No puede estarme pasando esto a mí —se lamentó.

Incluso eso había olvidado en el momento en que se quedó completamente dormida y ahora tenía la sensación de portar una gran roca sobre su estómago.

Ella le había pedido a XiChen que durmieran juntos, le había dicho por primera vez que lo amaba, luego él le dijo que los sentimientos de su hermanito hacia ella no eran tan despistados como ella creía, y pese a todo eso, ella se permitió relajarse en sus brazos y pasar la noche junto a él, cuando sabría que eso sólo iba a causar más lío entre sus pensamientos.

Por favor, ¿dónde estaba Jiang Cheng cuando más lo necesitaba? Una patada en el trasero para mandarla hasta el otro lado del mundo no sonaba nada mal.

Y entonces la puerta sonó. Oh...

Y claro, como el destino era toda una perra, ahí estaba su querido hermano del alma detrás de su puerta.

Bueno, ese no parecía ser su hermanito completamente.

—¿A-Cheng? —el mencionado ladeo la cabeza hacia un lado para no hacer contacto visual, un poco avergonzado.

Polos Opuestos {WangXiXian}Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin