6.- Distracciones.

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Los días pasaron sumamente rápido para la joven Ying en casa de los hermanos Lan, tanto, que incluso ya se encontraba a media semana, exactamente un miércoles por la mañana, encontrándose actualmente en su aula de artes con liensos, como solía lla...

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Los días pasaron sumamente rápido para la joven Ying en casa de los hermanos Lan, tanto, que incluso ya se encontraba a media semana, exactamente un miércoles por la mañana, encontrándose actualmente en su aula de artes con liensos, como solía llamarle. El objetivo de la maestra era que pudiera concentrarse para dibujar aquello que le demandaba el corazón, que plasmaran sus sentimientos en una pintura, pero lo que ella no podía dejar de hacer, era pensar en esos dos pares de ojos claros que la habían acogido cálidamente desde su llegada al hogar.

Claro que WangJi tardó un poco en adaptarse y bajar la guardia frente a ella -lo cual aún faltaba para derribar completamente esas grandes paredes, pero ya llevaba ventaja-, pero no podía negar por ninguna forma que muy en el fondo la adoraba y que desearía llevarse mejor con la chica, aunque costara llegar a lo blandito del centro, tal como una deliciosa paleta con relleno suave y cremosito.

Y para llegar al centro sólo debes lamer con...

¿Qué?

—¡Señorita Wei! —la voz de la mujer que impartía su clase en ese momento le llamó la atención con ese tono tan rígido y fuerte que se encargó se sacarla de sus ensoñaciones.

Como pudo, se levantó con prisa, casi tirando su banquito de madera con la parte posterior de sus piernas, sintiendo sus mejillas picar por la combinación del bochorno debido a sus imaginaciones y el hecho de que su banco se había arrastrado con un ruido sordo en medio del aula y ahora era el centro de atención de todos.

—¿S-Sí, señorita Wen?

La mujer, de algunos cuarenta años de edad, caminó en silencio hacia ella, sin perderla de vista en ningún momento, cosa que le puso los pelos de punta al instante.

Sabía que no debía dejarse llevar, por lo menos no en la clase de ésta, ya que, si bien sus gritos de celebración al hacer un dibujo perfecto eran molestos y su cuchicheo con HuaiSang era constante, seguía jurando que esos no eran motivos para mandarla a detención casi todos los días de la semana.

Aunque bueno, incluso A-Sang algunas veces terminaba con ella y no era tan molesto.

—Señorita Wei, ¿ya tiene el tema para la obra del examen final? —preguntó, observando la pintura a medias en ese lienzo lleno de diferentes tonalidades, pero en donde sin duda, predominaba el color del oro y cobre en una conbinación casi perfecta.

—Si, se tratará de la música.

¿Música? ¿Acaso no se le había ocurrido otra cosa? Por estar mudándose con una familia de ricos raros y amorosos olvidó por completo el hecho de que debía elegir un tema para ese bendito examen, por lo que sólo dejó que su cabeza divagara y las palabras salieron de sus labios sin siquiera pensarlo antes.

¡Ella no sabía nada de música! No creía que la simple flauta funcionara, pero podía intentarlo, ¿no? Después de todo, en su nueva casa había una banda que casi se la pasaba viviendo en su sótano.

Polos Opuestos {WangXiXian}Where stories live. Discover now