T2-Capítulo 2: "La ley de los clavos"

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María: ¿Ya llegaste al hotel? (Me decía por el celular)

(Tn): ¡Si! Acabo de llegar hace 30 minutos...

María: ¿¿Y cómo es Francia?? Ósea Marcella... ¡Dímelo! (Decía impaciente)

(Tn): Jajaja, ¡calma María! Aún no salgo a recorrer la ciudad, pero por lo poco que he visto, parece muy hermosa...

María: ¡¡Amiga tómate muchas fotos!! ¡¡Y me traes muchos regalos!!

(Tn): ¡Claro que si amiga mía! (Dije burlona) Déjame y veo si traje mi tarjeta dorada... (reí)

María: ¡No te burles de mí! ¡Sabes que me emociono bastante!

(Tn): Jajaja, ¡claro que lo sé!

-En ese instante tocaron la puerta de mi habitación de hotel-

Dilan: Hermosa, puedo pasar...

(Tn): ¡Oh Dilan! ¡Si claro, ahora te abro! (Le respondí) Bueno María, ¡tengo que colgar! ¡Te llamo mañana! ¡Besos!

María: Vale... cuídate amiga y saluda a Dilan de mi parte... (colgó el teléfono)

-Me dirigí a la puerta-

(Tn): ¡Pasa Dilan!

Dilan: ¿Pudiste descansar?

(Tn): Si algo... Estaba conversando con María, ¡te manda saludos!

Dilan: ¡Mándale mis saludos también! Bueno... (Se acercó a mi) Tienes ¿planes para más tarde?

(Tn): (lo miré curiosa) Pues... tenía una cita con el televisor a las 6:00, pero, ¡creo que puede esperar! (Dije burlona)

Dilan: ¡Me parece genial! ¡Paso por ti en media hora hermosa! ¡Nos vemos! (Me guiñó el ojo y salió de mi habitación)

Narras tú:

Salimos con Dilan a recorrer un poco la ciudad, ya que mañana teníamos mucho trabajo y quizá no tengamos tanto tiempo, él conocía muy bien todo, me llevó por lugares maravillosos, nos tomamos muchas fotos, en verdad la pasé genial a su lado y para completar la cereza del pastel, me llevó a cenar a uno de los más lujosos y tradicionales restaurantes de aquí ...

*Cenando en el restaurante*

Dilan: ¿¿Y qué tal te pareció??

(Tn): Hermoso lugar... pero algo costoso. (Le sonreí)

Dilan: Jajaja, ¡quizás! Pero eso no importa si la compañía eres tú... ¡Me alegra que te haya gustado! Con eso me siento satisfecho... (Me sonrió)

(Tn): ¡Que cosas dices! No me cansaré nunca de darte las gracias por todo...

Dilan: ¡Ya te dije que no lo hicieras! Sabes muy bien que yo haría esto y más... Lo sabes, ¿no?

(Tn): ¡Claro que lo sé! Eres un hombre maravilloso... (lo miré tierna)

Dilan: Y tú la mujer más hermosa de este planeta... (tomó mis manos) Mañana tenemos todo el día ocupado, pero me gustaría que en la noche saliéramos...

(Tn): ¿Otra vez? (Le cuestioné) Y ¿a dónde? Claro, si se puede saber...

Dilan: Sorpresa... (me miró con esos lindos ojos verdes) Quiero sorprenderte, créeme, será una velada mágica...

(Tn): Bueno... Entonces tenemos una cita... (solté una risa)

Dilan: La tenemos... (hizo una pausa) Iré a cancelar la cena, no demoraré...

Narras tú:

Después de que Dilan cancelara la cena, nos dirigimos al hotel, nuestras habitaciones quedaban cerca, así que nos dimos las buenas noches y nos despedimos, él tenía razón, mañana sería agotador, pero lo que más curiosidad me daba era esa famosa "velada mágica" una intuición de que quizá sepa de que se trataba me inquietaba, no quería perder su amistad, pero quería no adelantarme a los hechos, ya lo sabría mañana...

*Al día siguiente *

Dilan: Lindo, ¿no? (Me dijo al mismo tiempo en que señalaba el inmenso edificio de la compañía de su padre)

(Tn): ¡Y qué te puedo decir! (Decía sorprendida) ¡Es inmenso!

Dilan: ¡Y eso que no has visto el de Paris! (Me dijo sarcástico) ¡Ese si es hermoso! Bueno, entremos...

-Entramos al gran edificio, subimos por el ascensor hasta llegar a recepción-

Ámbar: ¿(Tn)? No lo puedo creer... ¡Si! ¡Eres tú!

(Tn): ¡Ámbar! ¡Cuánto tiempo! (Fui hacia ella, trabajamos juntas hace un año hasta que decidió mudarse aquí)

Ámbar: ¡Te extrañe muchísimo! (Nos abrazábamos) ¡Oh! (Nos separamos) Buenos días señor Johnson...

Dilan: ¡Buenos días Ámbar! (La saludó y luego se acercó a mí) ¿Tienes los papeles?

(Tn): Claro... ¡Aquí están! (Se los entregué sonriente)

Dilan: ¡Bueno hermosa! Espérame aquí, los dejo y nos vamos para la otra dependencia... ¡Ámbar! ¡Cuídamela! (Se río y se fue)

Ámbar: ¡Y cómo estás! (Me empezó a conversar)

(Tn): ¡Pues muy bien! No me puedo quejar...

Ámbar: Y cómo vas con Dilan... ¿Al fin se te declaró?

(Tn): ¡Que dices Ámbar! (Me sonrojé)

Ámbar: ¡Bobita! ¡Tú sabes perfectamente lo que él siente por ti! ¡No me sorprendería que lo hiciera!

(Tn): (suspiré) Ámbar... (me interrumpe)

Ámbar: ¿Otra vez suspirando por el chico misterioso? (Me miró) ¡Ya deja de pensar en ese tonto! No sé lo que haya pasado, pero, ¡¡es hora que lo olvides!! (Me reprendió)

-Me quedé callada, no sabía qué decir-

Ámbar: Acaso no has escuchado hablar sobre la "ley de los clavos"

(Tn): (la miré) ¿La ley de los clavos?

Ámbar: ¡Claro! Mira, tú sigues pensando en ese chico, pero, tienes a tu costado a ese galán maravilloso... (suspiraba enamorada) con sus hermosos ojos verdes... que, para variar, se derrite por ti. Entonces, ¡Un clavo saca otro clavo! ¡¡Él te ayudaría a olvidarlo!!

(Tn): (reí ante su comentario) No lo sé Ámbar, eso de olvidar a una persona con otra... no me convence...

Ámbar: ¡¡Ay bobita!! ¡Piénsalo! ¡Ese galán muere por ti! Es hora que le des una oportunidad... ¡Aplica la ley! (Me guiñó el ojo)

(Tn): La ley de los clavos...

-Me quedé pensando en la idea loca por unos minutos-

Dilan: ¿¡Y!? ¡De que tanto hablan!

(Tn): (me sacó de mis pensamientos) ¡De nada! ¡Cosas de chicas! (Le sonreí)

Dilan: (rio) Bueno hermosa, ya dejé todo así que, ¡sigamos con el trabajo!

(Tn): ¡Ok! ¡Me alegró mucho verte Ámbar! (La abracé)

Ámbar: A mí también (Tn)... cuídate mucho. Y ya sabes... (me susurró) ¡La ley de los clavos!

(Tn): Jajaja... ¡¡Adiós Ámbar!! (Me alejé de ella)

-Salimos de aquel gran edificio-

Dilan: ¡Ya quiero que se dé noche! (Me sonrió)

(Tn): Muy emocionado, ¿¿eh??

Dilan: ¡Pues claro! ¡Y te voy decidiendo que tienes que estar muy elegante hoy! Pero qué cosas digo... de por sí, ¡tú ya eres muy elegante!

-Yo solo atiné a sonrojarme ante su comentario, el acarició mi mejilla y nos fuimos-

Toda una vida con Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora