Tú más que Nada (Teen Wolf 4)

Capítulo 21

Es horrible, de verdad de nuevo me bloquee. Al inicio estaba muy inspirada, pero luego como que no me convencía mucho y al llegar a la parte sexual (aprovecho de alertar eso) me sentí media rara, no sabía como hacerlo, porque la verdad años atrás no tenía idea de lo que era tener sexo (escribía con lo que yo sabía gracias a otras novelas) y la verdad, he notado como algunos son un poco fantaseosos que ojalá ocurriera en la vida real, pero no son así. Entonces, quise darle tiempo y ponerle más realismo en mi punto de vista.

Lo otro, no se porque mierda no pude ingresar a la página desde mi computador, ¡me arrojaba contraseña incorrecta! ¡Dios! Como me enojó esa mierda. Lo intente varias veces y me salía lo mismo. Por un momento pense que había perdido la cuenta y me asusté caleta. Es por eso también que me demore ya que con el teléfono me distraigo fácil y no es tan cómodo como un computador.

Pero bueno, una vez más lo siento y disfruten este capítulo emotivo.

POV DEREK

Tomo mi teléfono para ver la hora luego de darle el desayuno a los niños, ya que aún Ellie dormía debido a su salida nocturna. Cuando veo que era tarde y que ya era una buena hora para despertarla me acerco, me siento a la orilla con cuidado para no despertarla, aún. Necesitaba admirarla un momento. Mi situación no es para nada fácil, menos para ella que iba a quedar sola con los niños. Sabía que no era justo, pero ya ninguno podía impedir mi destino, solo me quedaba asegurarme de que ellos van a estar bien durante mi ausencia.

Me había encargado de que nadie nos llamará. A pesar de que aún el resto seguía en la lista negra, necesitaba un momento con mi familia, ya que ninguno había parado desde que comenzaron los asesinatos. Ambos solo nos veíamos mayormente en la noche hasta la mañana, ya de ahí era complicado estar juntos, más con los niños que son los que más nos necesitan.

Yo los necesito.

Suspiro, y me enfocó en Ellie mientras acercaba mi mano a su cabello para acariciarla.

— Amor, despierta —le digo mientras veo como se remueve sin querer despertar. Sonrío ante eso y me acuesto a su lado para dejar un par de besos en rostro— Vamos dormilona, ya es una buena hora de despertar.

— No quiero... me duele todo —se queja mientras intentaba esconder su rostro en la almuhada, pero lo evito.

— Si no hubieras salido a noche no estarías así.

Suelta un suspiro y abre sus ojos viendome con flojera.

— Ya no me retes, pensé que ya habíamos hablado de eso —pasa su mano por su cara y veo con cierta gracia como sus ojos se cerraban solos.

— Eso no quita que siga molesto, pero está bien. Ven, debes comer —me levanto y la ayudo a sentarse, ya que si no lo hacía sabía que iba a volver a dormirse.

— ¿Los niños? —bosteza y se desprende del cobertor para luego ponerse de pie.

—Los deje en su corral, están bien —ella asiente y me rodea con sus brazos mientras recargaba su cabeza en mi pecho. Sabía que había cerrado los ojos— Deberías ir a ducharte, para que se te quite esa pereza que traes.

— Está bien, hoy amaneciste muy mandón papá —se separa viéndome divertida y besa mi mejilla antes de partir al baño.

Sonrió levemente y me acerca para asegurarme de que los pequeños están bien. Cuando me acerco veo a Tyler mirando el techo como si fuera lo más interesante que a visto en su corta vida y Madison intentaba gatear, pero al parecer aún le costaba mover su pequeño cuerpo así que me acerco para ayudarla. Al parecer ella iba a ser quien diera sus primeros pasos.