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Debía mantenerse alejado de Jimin, evitarlo a toda costa, no ceder a sus palabras.

Pero ahora lo tenía cada fin de semana en su hogar, conversando toda la tarde con Yoongi.

Podía sentir su intensa mirada cuando preparaba la cena o cuando probaba un bocado de su cena, le abrumaba y prefería mantenerse lejos o en una habitación distinta a los dos omegas.

Jimin era lo suficientemente inteligente para saber cómo mantenerse constantemente en el círculo del alfa y crear ese nerviosismo, ese miedo que tanto lo satisface. Se sentía como un mítico vampiro absorbiendo la sangre de sus víctimas de sus cuerpos, podía percibir en su ser esa energía oscura que tanto le gustaba. 

Como cada fin de semana, cada sábado, estaba en el comedor con Yoongi, después de cenar con la mesa llena de papeles por firmar y su resumen semanal de sus actividades. Luego de ver prácticamente al alfa huir a su habitación aprovechó para hacer lo que más le divertía, sembrar su tan dulce veneno en los demás. 

–Yoongi, tal vez suene atrevido pero de verdad te envidio, estás atravesando por los últimos meses de tu embarazo, sostienes el trabajo hábilmente y mantienes a tu alfa en la universidad ¿Hay algo que no puedas hacer?– la forma en que dijo todas esas cosas le dejaban en claro al pálido que se trataba de un halago, o eso creía él. Sin embargo, el mencionar a Jungkook como si fuese un hijo al que tenía que cuidar y mantener clavó una astilla pequeña pero dolorosa en su pecho.

–Gracias Minnie, pero los gastos de Jungkook no van por mi cuenta– el omega mostró confusión esperando más detalles –él paga sus estudios y es quien de vez en cuando hace las compras de la semana, es realmente responsable.– sonrió evitando la incomodidad que le causó aclarar eso

—No creerás que lo dije con mala intención ¿Verdad?— dijo con fingida inocencia, Jimin. Yoongi enseguida negó con una sonrisa tierna, confiando plenamente en uno de sus amigo más cercanos y de toda la vida —realmente estoy feliz por ti, pero no creí que te vería así tan pronto

—No somos tan jóvenes y lo sabes— ambos rieron suavemente —, estoy muy feliz, Jungkook es todo lo que buscaba en un alfa, es tan atento, tan responsable y cálido.— sus ojos, como cada vez que mencionaba a su pareja parecían una hermosa noche estrellada con tanto brillo en ellos, sintiendo su corazón vibrar emocionado.

Jimin esperaba que su sonrisa se viera lo más real posible porque, las ganas de rodar los ojos y burlarse por lo cursi y asqueroso que sonaban esas palabras lo estaban dominando.

—Pero,— el interés de Park se encendió alzando las cejas esperando que su amigo continuara y por su semblante preocupado imaginaba que sería información útil. —Jungkook ha estado un poco extraño... Por las noches suele tener pesadillas y algunas veces lo escucho repetir palabras sin sentido.

—Tal vez está cansado, el es muy joven para lidiar tranquilamente con las preocupaciones de una familia.

Yoongi desvío la mirada, meditando en aquellas palabras que por supuesto, resonaron fuertemente en su cabeza.

¿Y si Jungkook se estaba forzando demasiado?

•••

Otra forma del alfa para ayudar a el reposo de su Omega era acudir en su representación en el trabajo y en esta ocasión, estaba asistiendo a Namjoon y Taehyung.

Prácticamente estaba de asistente de los Min, a excepción de Seokjin.

"¿Dónde mierda esta Seokjin? Su secretaria no sabe de él y no responde las llamadas."

Alfa en alquiler  [KookGi] PAUSADAWhere stories live. Discover now