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Taehyung tenía días difíciles; Yoongi estaba de mal humor por lo que cualquiera que cometiera un pequeño error, le llamaba la atención de una manera demasiado grosera. El castaño tenía que intervenir para no cambiar de personal cada tercer día.

Todo en el hotel era un caos, las remodelaciones, Taehyung cuidando que Yoongi no tenga enfrentamientos con los empleados, sus empleados teniendo que subir pisos para realizar alguna consulta respecto a la comida servida ese día o cualquier aspecto del restaurant a su cargo.

No sabía cuándo todo ese mal humor se iría porque para colmo; Yoongi en que odiaba con todas sus fuerzas al causante de su enojo. Y que por supuesto le haría lo que resta de tiempo del contrato un martirio.

—¡Suficiente!— exclamó cuando Yoongi ahora quería gritarle a él —No puedes seguir así, si tanto odias a Jeon da por finalizada está tontería que tú mismo hiciste ¿No lo harás? ¡Entonces soporta las consecuencias!— su tono de voz demostraba lo molesto que estaba, fue paciente con su mejor amigo pero ya era demasiado, estaba en su límite —Tu no eres así Yoongi, pero si sigues iré a contarle todo a papá Min.

Y cansado, entro al elevador próximo para dirigirse a su zona de trabajo de la cual no debió salir, entraría por la puerta que da directo a la cocina pero, por todo el alboroto con Yoongi no pudo saludar a los comensales a la hora del desayuno como siempre hacía, aprovecharía para hacerlo durante el almuerzo.

Apenas llegar una vibra extraña lleno su cuerpo, una sensación de ser observado intensamente pero bueno, todos en el lugar le conocían eso era normal.

Se acercó a la primera mesa donde le llamaron, hizo una reverencia y comenzó una charla casual sobre su comida para finalizar deseando un buen día. Así continuo en su recorrido para llegar a la cocina con sus empleados, pero, justo en las últimas mesas, las cercanas a la barra pudo distinguir un rostro el cual nunca olvidaría. Quería huir, hacer como que no se vieron pero fue imposible, sus miradas ya habían conectado y la distancia no era mucha.

—Por favor no salgas corriendo está vez— ese tono de súplica logro que el castaño sonriera levemente, recordando su gran estupidez

Dio unos últimos pasos para estar completamente a un lado de la mesa, realizó una reverencia

—Buen día, ¿Esta disfrutando su comida?


—No, estoy con esta deliciosa comida sentado solo, en definitiva no la estoy disfrutando. Creo que hace falta un chico apuesto que acepte tomar un café— recargo su mejilla en la palma de la mano, con fingida angustia, nuevamente la sonrisa de Taehyung seguía creciendo

—¿Un chico apuesto? ¿Usted cree esto una casa de citas?— Hoseok río con ganas

—Lo que quiero decir es que, me dejaste con una taza de café caliente extra la primera vez que nos vimos. Sería muy amable de tu parte si hoy aceptaras ese café.

Pensó por un momento, pero al final termino corriendo la silla frente a Hoseok tomando asiento en esta.

—Te ves muy lindo en traje, un chico muy formal— corrió su vista por su torso y cuello, tal vez recordando cosas inapropiadas para el momento, Taehyung lo sintió, sus mejillas era rosas

—No me gusta el café.

—Hubieses dicho eso y no salir corriendo...

—¿Qué haces aquí?

—Bueno, tenía una reservación, siempre hablan de lo maravilloso de este hotel...— el castaño asintió —Pero principalmente por ti.

Alzó la vista sorprendido, topando otra vez con la mirada intensa de Hoseok, tal vez estaba entendiendo un poco a Yoongi; tal vez quería entregarle todo y más a Hoseok...

—Sé que el día que nos conocimos no pudimos hablar sobrios, no pude saber más de ti pero... Tus caricias, tus reacciones por mí me dejaron con un sabor dulce, es algo que hasta la fecha no puedo sacar de mi mente y que estoy convencido de que nadie me hará sentir como tú lo hiciste hace un año.

El castaño no sabía que hacer, pero sin duda se sentía igual, a pesar del alcohol en sus cuerpos Hoseok le trato como nadie lo hizo para ser un simple polvo. Hoseok observó su cuerpo desnudo como si fuese una pieza de arte, sus manos tocaron como su fuese cristal, sus labios rozaron cada parte de él...

—Taehyung, después de tantos meses de pensar en ti, de buscarte y analizar mis sentimientos por ti no me da miedo decir que te amo.

—¿Cuál dices qué es tu suite?



Y nuevamente, sin importar las llamadas de su mejor amigo, que sus empleados le buscarán, se entregó a Hoseok, completamente consciente de cada beso, cada palabra de amor.

Pasaron demasiado tiempo desnudos, abrazados conversando de sobre cualquier cosa, tal vez no era la mejor forma de conocerse pero están bien con eso.

Ya no tenía miedo de amar y salir herido, las palabras de Hoseok le dejaban claro que estaba orgulloso de él, que hacerle daño no estaba en sus planes.

Una promesa y una propuesta surgieron ese día.





Tendrían mucho tiempo para hacer las cosas bien.



Alfa en alquiler  [KookGi] PAUSADAWhere stories live. Discover now