Noble heart [KookV]

Propuesta.

—¡Kim TaeHyung!

Se giró sobre su cuerpo y observó al sujeto frente a él, tratando de adivinar donde lo había visto y porqué sabía su nombre. No era ninguno de sus clientes, tampoco era algún compañero de universidad, sin embargo, era bastante guapo. Su mirada confundida parecía molestar un poco al contrario, hasta que recordó.

—¡Ah! ¿El mafioso? —El otro frunció el ceño, pero pronto su expresión se relajó al escuchar lo siguiente—. Cielos, ¿cómo está tu herida?

Antes de poder responder, TaeHyung lo invitó a acompañarlo dentro de la clínica. Apenas entraron, una bola de pelos recibió al desconocido olfateándolo y luego restregándose en sus pantalones.

—¿Puedes sacar esa cosa de aquí?

TaeHyung lo miró confundido sin saber a qué se refería—. ¿Qué cosa?

—Esa —. Miró hacia abajo, donde el gato aún se mantenía cerca buscando caricias.

—Hace eso porque le agradas. No tienes que ser cruel —defendió TaeHyung a su minina sin hacer caso al otro hombre y dejándola allí.

—No soporto el pelo volando por todos lados —explicó JungKook con una ligera molestia.

—Entonces puedes irte. No te estoy obligando a quedarte.

JungKook dirigió una mirada más al animal y luego dio un paso más cerca de TaeHyung, quien lo miró extrañado.

—Acabas de decir que no soportabas el pelo volando.

—Tampoco soporto el sentimiento de deberte.

—¿Me debes? —preguntó confundido.

JungKook carraspeó—. El precio por salvar mi vida. Tenía curiosidad sobre cuánto pedirías, pero nunca llamaste.

—¿El precio del tratamiento?

—Sí. ¿Por qué no acudiste enseguida?

—¿Cómo se supone que iba a saber dónde estabas? —mencionó el castaño con obviedad.

—Yo... dejé una nota con mis datos —dijo un poco inseguro JungKook.

TaeHyung simplemente se quedó callado dando a entender que no encontró nada parecido. Sin embargo, invitó al contrario a sentarse mientras él realizaba una factura.

Se acercó nuevamente para entregarle, en un papel, todo lo que creyó conveniente cobrarle, sentándose frente a él.

—¿Estás seguro de que escribiste bien esto? —cuestionó JungKook entrecerrando los ojos.

—Ya que es un hospital veterinario, el seguro común no sirve. Quizá te parezca un poco caro, pero en realidad no lo es. De hecho, soy un veterinario muy honesto —. TaeHyung hablaba un poco rápido, le ponía nervioso que aquel hombre pudiese pensar que se aprovechaba.

Mientras, el otro exhalaba con frustración.

—Entonces... ¿son siete mil wones? —decía incrédulo JungKook. TaeHyung asintió—. ¿No son setenta mil o setecientos mil? ¿Son siete mil wones?

—Sí, así es —. Frunció el ceño—. ¿Hay algún problema con eso?

Suspiró—. Realmente no tienes idea ¿cierto? El precio por salvar mi vida no puede ser sólo siete mil. No puede y tampoco lo será —. Arrugó el papel que conservaba en sus manos y le extendió otro al veterinario—. Escríbelo de nuevo.

—Entonces... —el castaño estaba dubitativo— ¿debería escribir con más detalles? —cuestionó aún sin saber exactamente qué era lo que el pelinegro quería.