Charles.

28.4K 2K 497
                                    

TaeHyung vivía en un pequeño pueblo no muy lejos de la gran ciudad. Tenía su clínica veterinaria ahí mismo y podía decir que ganaba al menos lo suficiente para mantenerse a él y a su pequeña gata, Mal Raeng.

Regresaba de un pequeño descanso cuando su teléfono sonó.

—Dr. Kim, disponible las veinticuatro horas del día —respondió con ánimo a la persona detrás de la línea—. Sí, ¿cuál es la dirección?... Bien. En un momento estoy allí —. Finalizó la llamada e inmediatamente se dirigió al lugar.

TaeHyung sabía que su trabajo no era el más fácil que pudo elegir, lo supo incluso antes de entrar a la Universidad. Aun así, nunca podía acostumbrarse a los grandes animales que parecían querer hacerle la vida más difícil. ¿Era tan complicado para una vaca mantenerse quieta solo lo suficiente para una inyección?

No supo cuánto tiempo pasó hasta que por fin logró medicar a la bendita vaca y regresar a su consultorio. Estaba exhausto y tenía olor a establo cuando recibió una llamada de su mejor amigo.

—Hey, JiMin, ¿qué pasa?... Oh, ¿eso era hoy?... La verdad me gustaría saltármelo esta vez —. TaeHyung, al decir eso, tuvo que alejar el teléfono de su oreja, pues los gritos de su amigo le destrozaban el tímpano—. Bien, bien, ya entendí. Iré.

De mala gana se dirigió a su hogar para ducharse y arreglarse. Realmente no tenía ganas de ir porque, vamos, ¿a quién le gustaría ver a sus compañeros de Universidad con los que nunca se llevó bien? Definitivamente a nadie.

TaeHyung no tenía mucha ropa elegante. Por suerte encontró un traje negro, estaba un poco viejo, pero no importaba, era sólo una pequeña reunión, ¿no?

Tras preguntarle a su gata qué corbata le iba mejor y luego coquetear un poco consigo mismo a través del espejo, llamó a JiMin para que lo recogiera y ambos fueron al lugar. Era un restaurante lindo, no lucía demasiado ostentoso, pero tampoco barato, las mesas y las sillas eran de madera fina y las paredes hechas de ladrillo rojo.

—Oye, deja de comer —dijo JiMin con una mueca de asco viendo como su amigo, que no había parado desde que llegaron, metía un pedazo de carne a su boca—. ¿Por qué no intentas hablar con la gente?

—¿Por qué haría eso? ¿Sobre qué? —TaeHyung frunció el ceño.

—Intenta promocionar tu clínica.

El rostro de TaeHyung mostró una sonrisa, como si hubiese estado esperando ese momento, sacó un volante con muchos colores y dibujos de algunos animales mostrándolo con orgullo a su amigo, quien lo miró mal y le arrebató el papel de las manos.

—¿Cuánto tiempo más vas a pasar en ese agujero? —reclamó—. ¿Acaso no tienes ninguna ambición?

—¿Ambición? ¿Qué es eso? ¿Se come? —TaeHyung tenía la boca llena de comida por lo que las palabras salieron raras.

JiMin rodó los ojos—. Mira, Tae, no debes renunciar a todo aún. Si te lo propones, puedes hacer las cosas de muchas maneras —. Sonrió y señaló con un movimiento de cabeza la barra, donde varias personas bebían—. Todos ellos abrieron clínicas en este vecindario, ¿por qué no eliges a alguien? Muchas de esas chicas morían por ti cuando estudiábamos.

—JiMin, olvídalo. Sabes que las chicas no me van —mencionó con obviedad, volviendo su atención a su plato, pues todavía tenía que probar unos pastelillos que vio por allí.

Sí, JiMin sabía sobre la orientación sexual de su amigo y no le molestaba en absoluto, sin embargo, deseaba su superación profesional, por ello le sugería aquellas cosas.

—Kim TaeHyung. Tanto tiempo sin verte.

Una voz femenina que el castaño conocía muy bien se hizo presente, giró su rostro hacia la chica, quien lo escaneaba con la mirada.

Noble heart [KookV]Where stories live. Discover now