Protegeme 2 [CarlGrimes]

Capítulo 94: Resultados.

Narra Carl

Me subo a la carreta, dudando de lo que estoy haciendo.

Volveré a Alexandria, sin ella.

No estoy para nada seguro de lo que estoy haciendo, pero si hay algo que sé, es que no quiero quedarme aquí.

El recuerdo de las cabezas de Henry, Tara y Enid aún perduran en mi cabeza, amenazando con volverme loco.

— ¡Carl!, ¡Daryl!, ¡Michonne! —la voz de Lydia choca contra mis tímpanos.

Me obligo a voltear sobre la carreta en la que me hallo para observarla confundido, ¿qué sucede?

Su mirada es preocupante, está asustada.

Muy asustada.

Parece querer hablar, parece querer decir algo pero las palabras parecen haberse atorado en sus cuerdas vocales impidiendole así decir qué demonios pasa.

Todos la observamos.

— ¿Qué tienes? —habla Daryl despacientado. Ésta tiembla.

— Es Maya.. —musita Lydia, con un hilo de voz.

Mi corazón pega un salto dentro de mi caja torácica, puedo jurar que lo siento latir con todas las fuerzas del mundo.

El terror nuevamente se planta y comienza a florecer en mi.

Como puedo bajo de la carreta con brusquedad, mientras veo a Daryl seguir a trote rápido a Lydia quien se apresura en dirección a los adentros de el Reino.

Troto con rapidez siguiéndolos a éstos.. cuando veo a Maya Dixon en el suelo, y a su lado Gage.. sosteniendo su cabeza.

Los nervios que me invaden amenazan con desestabilizar mi equilibrio.

— ¿Qué demonios pasó? —habla Daryl preocupado mientras se deja caer de rodillas al suelo para sostener el rostro de su hija. — ¿Qué demonios pasó?, ¡Lydia! —insiste en voz alta cuando esta no parece poder hablar.

Veo a Michonne a mi lado, agitada.. acaba de acercarse a trote rápido también.

No dudo un segundo más y me acuclillo junto a mi novia que yace desvanecida en el suelo.. Michonne hace igual.

— La.. la vi alejarse.. luego, luego solo estaba en el suelo.. —habla Lydia de una maldita vez.

— Su pulso es casi nulo.. —habla Daryl preocupado.

Veo a Siddiq acercarse, con rapidez, aunque cojee un poco por lo que haya sido que dañó su pie.

Se acuclilla a mi lado para observar con detenimiento a Maya, y palpar su pulso.

— Se desmayó —habla Siddiq.

— ¿Por qué?, ¿qué demonios? —masculla Daryl exaltado y preocupado.

— Quizás está descompuesta, todo ésto.. lo que pasó, juega en contra —espeta Siddiq. — Deberíamos llevarla a Alexandria, no puede quedarse aquí.. no si nosotros nos iremos a Alexandria —habla Siddiq nuevamente y las ganas de golpearme a mi mismo me invaden.

¿Qué pasaría si ya me hubiese ido con el grupo y la dejábamos aquí?, soy un idiota. Un completo idiota.

Me acerco a Maya y tomo su cuello para luego intentar tomar la parte trasera de sus muslos, para así cargarla.

— Alejate, Grimes. Dejame a mi —habla Daryl y lo fulmino, sin soltar a Maya. Lo haré yo. — ¡Grimes! —insiste en un grito furioso.

La mano de mi morena amiga Michonne se coloca sobre mi hombro, pidiéndome así que deje a Maya, que su padre la llevará hasta la carreta para partir a Alexandria.