Protegeme 2 [CarlGrimes]

Capítulo 91: Susurradores

Me hallo sentada sobre una de las columnas dentro del edificio en dónde nos ocultamos de los susurradores que vendrán en busca de Lydia.

Logro escuchar la conversación que Henry y Lydia están teniendo, ella en cierta forma le está preguntando por qué hace todo esto por ella.. quiero caminar a ella y decirle que Henry la ama y no la dejará, pero no lo hago.

En mi mente ronda Carl.

Sé que se enterará de ésto.. maldita sea.

Debería entenderme, se trataba de Henry.. el hijastro de Carol, pero aún así.. yo fui quien insistió en venir a buscarlo en vez de dejarle a mi padre y a Connie.

Narra Carl

Hay un nerviosismo que yace en mi sistema hace horas.

Un cierto nerviosismo que no me ha dejado ni siquiera almorzar.. creo que voy a enloquecer.

No he hablado con Michonne.. creo que no lo haré por el momento.

No quiero, no puedo.. decirle a la hija de Daryl Dixon que he encontrado el condón que "creí" haberme puesto aquella noche que la traía preocupada.

No puedo.

No tengo el valor necesario para tomar el radio y llamarla.

No tengo el valor para decirle que posiblemente podría estar yéndose todo al diablo en éste momento .

Creo que debería esperar.. debo esperar.

Dejaré todo tal cual está, ella no sabrá esto; no debe saberlo, no por el momento.

No me creo capaz, no soy capaz.

Fin narracion

[...]

Henry y Lydia han visto la horda con susurradores que camina directo a éste edificio desde uno de los balcones del lugar en dónde nos hallamos.. de un piso muy elevado en dicho edificio.

- Necesito que cuides de Lydia.. -la voz de Daryl me saca de mis cavilaciones, he notado que están preparando una trampa de la cual no me han hablado pero aún así no me preocupo en saber de qué trata.

Carl me tiene preocupada.. creo que se molestará por haberme ido cuando me lo pidió en súplicas que no lo haga.

- Puedo cuidarme sola.. -la voz de Lydia se suma cuando la observo algo incrédula.

Ésta me observa pero de inmediato su rostro cambia y se coloca cabizbaja. La intimido.

- Se encerraran en un pequeño cuarto aquí.. el perro se encerrará con ustedes -habla Daryl nuevamente, ignorando las palabras de Lydia, quien cree poder cuidarse sola, pero vamos.. no podrá.

Asiento sin más y me incorporo del lugar en dónde me hallo sentada sin hacer nada.

Camino un poco hacia el cuarto en dónde debo encerrarme, Connie me observa.

- Ven.. ven.. aquí -suelto haciendo ademanes y chasquidos a Perro, un nombre patético que le ha puesto mi padre Daryl.

Éste me hace caso y me sigue entrando en la pequeña habitación donde nos ocultaremos y aseguraremos junto a Lydia.

Lydia entra luego del perro, y antes de adentrarme papá toma mi brazo deteniendo mi entrada a la misma.

Éste me tira un poco del brazo haciendo que lo siga.. nos apartamos un poco de la habitación en dónde Lydia se encuentra.

- Estás rara, ¿qué demonios te sucede? -habla Daryl con su voz gruesa y ronca mientras me analiza directamente a los ojos. Su mirada me intimida un poco ahora, pero es por el hecho de que es mi maldito padre y ya comienzo a sentir como es tener uno. Lo observo y bufo, mientras agacho un poco mi cabeza y niego lentamente, me muestro un tanto confundida y preocupada. - Ya, dime.