Capitulo 30: Llantos en distintas habitaciones.

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Me abrazo sola, sintiendo el frío.. sintiendo la soledad que me acompaña.. lo siento Carl.

Prometí estar junto a ti en buenos como en momentos catastróficos y tristes como estos. Lo siento Carl.

Siento haber roto esta promesa. Pero Carl.. no debiste hacerlo, me hiciste sentir estúpida cuando lo era y me costaba reconocerlo.

Me abrazo sola, sintiendo esta maldita soledad.. no tengo esos brazos que enriedan mi cintura, ni la respiracion caliente detrás de mi oreja.

No tengo ese beso al despertar, tampoco ese saludo que me da una buena mañana y ganas de empezar el día.

Todo cedió.

Se que duerme en la habitación de Rick, y la mayoría ya no nos ve juntos desde la última vez que lo mandé al demonio.

He escuchado a Carl hablar con su papá, pelear con el mismo, lo he escuchado lanzar y romper cosas. Sé que me ha escuchado llorar, se que sabe que no salgo de la habitación por días enteros.

Me abrazo más fuerte.. soy una idiota.. lo extraño mas que nunca.

Ya van varios malditos días que se han hecho un siglo sin su presencia.

Aunque el este aquí, durmiendo en la misma casa, separados por una pared de cemento y ladrillos, el está aquí.

En plena oscuridad claustrofóbica en esta habitación llena de recuerdos que me estrujan como nunca.

Suelto una lágrima, cierro los ojos. No he podido dormir en toda la noche. No he podido dormir ayer por la noche, ni la mismísima noche en que todo se fue al carajo.

La puerta se abre dejando entrar la luz solar del pasillo.

Los paneles ya se han arreglado.

Pero sin embargo, solo estoy en plena oscuridad, porque la oscuridad es tan solitaria como mi corazón se siente en estos momentos.

— Maya, sigues despierta.. —la voz de Daryl, suena apenada.

— Necesitas algo.. —digo.

— Quería ver si querías salir a cazar. Pero olvidalo — dice cabizbajo.

— No dije que no.. —digo.

— No duermes hace como dos días.. no debes —dice levantando su mirada. — Pensé que serias mas.. — dice y queda callado, entra a mi habitación y cierra la puerta. Se acerca y se sienta en mi cama mientras pone su mano en mi hombro.

— ¿Fuerte? — digo algo cansada. Mi corazón late tan lento que temo a que se detenga.

— Me recuerdas a Merle — masculla.

— Merle intentó violarme.. — digo recordando aquel momento, una lágrima pelea por salir pero aprieto mis ojos con fuerza.

— No tenia idea de quien eras en realidad. Nunca supo que yo tuve una hija — masculla.

— Sigue pareciendome una locura — digo.

Un silencio incómodo abunda.. ninguno dice nada.

— ¿Por qué pelearon? — la voz de papá me quita de mi trance.

— Ya no importa — digo para no recordar.

— Soy tu padre. Dime — dice frotando mi hombro.

Abro mi boca mas que para contarle, cuando no puedo.

Siento que explotare de lágrimas e inundare la habitación.

Comienzo a llorar.. con todas mis fuerzas.

Protegeme 2 [CarlGrimes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora