Capítulo 11

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Mi tía comía con tranquilidad el filete de ternera con patatas mientras escuchaba mis planes respecto a la tienda.  Nina había ido a casa de una amiga a comer y mi tío estaba fuera por trabajo.  Así que podíamos discutir el tema con tranquilidad entre las dos.

- ¿Vas a decir algo de una vez? – pregunté impaciente.

- ¿Que quieres que diga? – dijo levantando una ceja y mirándome curiosa.

- Pues estaría bien que empezaras con tu opinión al respecto.

- Controlo la contabilidad de la tienda, y aunque es cierto que hace tiempo que no voy sé que no tiene muy buena acogida.  Las cosas van mal es cierto, pero la cuestión es, ¿Qué vas a hacer cuando la cierres?

- Puedo intentar volver al museo.

- Exacto, intentar.  Pero debes asegurarte un plan B, algo a lo que puedas recurrir antes de cerrarla.  No puedes dejarlo en el aire tampoco.

- Lo sé, lo sé… Pero tampoco puedo alargar más esta situación.

- Lo sé cariño.  El lunes me pasare por la tienda y empezaremos preparar la liquidación.

- Muchas gracias tita. 

- Se que no te gusta mucho, pero sino tu tío siempre podría mover algunos hilos y que te metieran en su grupo de exploración en Egipto.  

- Supongo que si no tuviera más remedio…

 La idea de descubrir cosas nuevas, estudiarlas y todo lo que conlleva la arqueología me encantaba, lo que ya no lo hacía tanto era el hecho  de tener que pasarme largos meses fuera, como hacían mis padres o como sigue haciendo mi tío.   Era debido a los largos viajes de mis padres y lo poco que los veía para que además me fueran arrebatados de tan pequeña.  Yo no quería mantenerme lejos de mi familia, la cual era drásticamente pequeña.

Tras recoger la mesa nos sentamos a ver la tele, mi tía puso el canal de National Geographic, donde justamente daban un documental sobre una momia hallada en Egipto.  La verdad es que no le hacía mucho caso, solo pensaba en la angustia que me producía tener que desprenderme de los objetos de la tienda.

- Bueno niña, te vas a pasar todo el rato con la vista perdida o vas a decidirte a contarme quien es ese hombre con el que venias ayer.  Porque lo único que he sacado de Nina es que… - carraspeo la garganta y fingió una voz más aguda y dulce imitando a Nina. - ¡Oh mama como no puedes saber quién es!  ¡Es un actor!  ¡Y has visto que guapo es, más aun en persona!  Es alucinante que Scar tenga tanta suerte de estar saliendo con él.  Que envidia me da.

No pude evitar reírme con una sonora carcajada.  La imitación de mi tía era idéntica y podía imaginarme perfectamente a Nina diciendo tales cosas.

- ¿Qué te puedo decir yo que no te haya contada ya Nina? – dije aun riéndome.

- Como me vengas con esos comentarios otra vez te hecho de casa.

- No tranquila, me los ahorrare.  Veras la historia es bastante simple, vino a la tienda a comprar y de ahí nos estuvimos viendo más a menudo.

- ¿De verdad? – me miró arqueando una ceja. - ¿Eso es todo lo que me vas a contar?

- No hay más, hemos tenido un par de citas, las cuales en ambas él se ha empeñado en pagar y han acabado con la llamada de su manager dejándonos a la mitad de la cita.

- Eso es algo más. 

- ¿Qué te pareció a ti?

- Es un chico muy agradable la verdad.  Estuvimos hablando ayer cuando nos quedamos a solas…

- ¡Es verdad!  ¿Qué fue lo que hablasteis?  Tom no me lo quiso decir, bueno si, pero era claramente una mentira.

- Sobre ti en especial. 

- Qué… ¿Qué dijo de mí?

Un remolino de deseo recorrió todo mi cuerpo, una cosa son las cosas que me dice a mí, pero otra muy distinta es saber lo que le dijo a mi tía.  Eso era algo que me despertaba una curiosidad aun mayor y unas ganas enormes de saberlo.

- Al principio era algo más deprimente, él escucho nuestra conversación sobre tus padres.  Estaba muy preocupado por ello y quería saber más respecto al tema. 

- No le habrás contado… - la intensa excitación fue remplaza por un miedo atroz.

- Claro que no, s es asunto tuyo si quieres contarle o no toda la historia.  Pero te diré una cosa, creo que se merece que le digas la verdad, me ha demostrado que se preocupa mucho por ti, y eso que apenas os conocéis todavía.

- Supongo que es verdad, pero me cuesta hablar de ello.

- Lo sé cariño, sé que es duro pero debes aprender a vivir con ello.  Ya ha pasado mucho tiempo y tal vez hablarlo con alguien externo a la familia te ayude.

Me encogí en el sofá y apoyé la cabeza sobre su hombro.  Era verdad todo lo que decía, bien lo sabía, pero el asunto de la muerte de mis padres estaba enquistado en lo más profundo de mí ser, alimentándose de mis miedos y temores e impidiéndome hacer muchas cosas.

Mis ojos se empezaban a cerrar cuando un estridente portazo me sobresalto. Nina apareció con sus rizos saltarines y los mofletes rojos.

- Que suerte que aún estés aquí. – dijo medio ahogada.

- ¿Qué pasa Nina? – preguntó su madre sobresaltada ante su repentina aparición.

- Ha pasado algo, estaba en casa de Gina mirando como siempre cosas sobre famosos, en especial de Marvel, y debido a lo de ayer de Tom.  Entonces nos encontramos con algo por internet.

Se quito los guantes arrojándolos al sofá y busco como una desesperada en su móvil, cuando encontró lo que quería nos tendió el móvil a las dos.  Sus ojos mostraban su creciente pánico, el mismo que me sacudió a mí al ver lo que me mostraba.

Era una fotografía en la que se mostraba a Tom sonriente y elegante cogido de la mano de una mujer igual de sonriente saliendo del auditorio.  Yo era esa mujer.

- No sé cómo es posible, pero saben todo sobre ti, tu nombre, donde trabajas, que has estudiado.  Todo. 

- ¿Cómo es esto posible? – exclamo mi tía enfadada.

- Los medios pueden ser muy perseverantes, pero eso no se queda ahí, está recibiendo insultos incluso.  Hay incluso un video en el que Tom pide que por favor la dejen en paz.

- Esto es irrealista y parece una mala película de Hollywood. – gritaba mi tía quien ya se había puesto de pie y caminaba alterada.

Yo deje de escucharlas y me concentre en el artículo, él que no paraba de hacer preguntas respecto a ambos.

“Acabamos de pillar a Tom Hiddleston saliendo del auditorio Carnegie Hall de Nueva York junto con una chica.  Además también hemos descubierto que antes había estado en una exposición de cuadros universitaria.”

 “¿Será ella su nueva pareja?” 

“¿Tom Hiddleston dejará de ser uno de los hombres solteros más sexis?”

“¿Afectara esta relación a la vida profesional de Tom Hiddleston?”

“¿Quién es Scarlet Dale?”

Me levanté a toda prisa del sofá y me enfundé mi chaqueta para salir disparada a la calle dejando atrás los gritos de mi tía y de mi prima.  Esto no era una mala película de Hollywood como decía, esta era la vida personal de dos personas, y ya no se trataba de atentar contra la intimidad de Tom, sino que también me habían investigado a mí.  Y no mentiré, estaba aterrada por ello y por lo que podía pasar a los dos.   

Además, ahora entendía el cambio de humor de Tom ante la llamada de su manager.  No se había ido por lo que le pasara a él, sino porque estaba preocupado por mí.

Luna de óxidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora