TERMINADA//2°da parte en mi perfil// ASH DRAGONS//
La vida de Roxane Lestrange nunca ha sido fácil.
Ahora vive con sus tíos en la mansión Malfoy desde que Walburga Black murió.
Va a empezar su segundo año en Hogwarts, ya que estudió en Durmstrang...
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Avanzaba por los pasillos del tren en busca de alguien que me cayera bien. Lo cual era algo complicado siendo una Lestrange.
Demasiados prejuicios.
De repente, una mano se posó sobre mi hombro. Me giré ver quien era y al ver sus pecas me tiré a sus brazos sonriendo.
-Skandar.-dije abrazandole- Qué bien que estés aquí.
-Ya era hora de volver a molestarte.
Skandar Weigel. Había sido uno de los pocos que se acercaron a mi cuando llegué a Hogwarts, y uno de los que siempre había estado a mi lado cuando lo necesitaba. Era mi mejor amigo desde entonces. Íbamos a la misma casa y al mismo curso, pero no compartíamos los mismos intereses, a él le encantaba la astronomía, lo cual yo veía como una pérdida de tiempo.
-Te he echado de menos.-dije apartándome de él.
-Yo a ti también canija.-respondió levantando la cabeza, haciendo notar todo lo que había crecido en el último verano.
-Oye.-dije dándole un suave golpe en el pecho- Yo también he crecido.
-Pues no se nota.-contestó riéndose.
-Ja, ja. Muy gracioso. ¿Sabes algo de Reyna?-dije mientras avanzábamos por el pasillo en busca de un lugar vacío.
-Qué va. No se nada de ella desde hace unas semanas.- su voz sonaba preocupada.
-¿Crees que sus padres...?-le miré.
Los padres de Reyna Crane eran mortífagos muy leales al señor tenebroso aún después de su caída. Esperaban que volviera, y querían estar preparados para cuando lo hiciese, por lo que reclutaban a todos los magos posibles. Y es posible que Reyna también.
-No lo sé. Pero ya sabes que a todos nos va a llegar el momento. Tarde o temprano.
-Lo sé. Pero...
-Pero nada Roxane.-me interrumpió- Sabes que tenemos que hacerlo.
-Skandar, se que tenemos que hacerlo, soy más consciente que nadie de que tenemos que serle fieles, pero no te da un poco de miedo. Ya sabes.
Skandar abrió la puerta de un compartimento vacío.
-¿Me estas diciendo que te da miedo que te duela?- una sonrisa asomaba entre sus labios.
Rodé los ojos.
-No es eso.
-Vaya vaya, a la gran y temida Roxane Lestrange le da miedo una marca en el brazo. Es irónico, ¿no? La hija de la mayor seguidora del señor tenebroso tiene miedo.
-Cállate Skandar.- dije dándole otro golpe, esta vez más fuerte.
-Au. Eso duele.
-Pues te aguantas.
-Uhh, que mala eres.
-No lo sabes tú bien.
Estuvimos riendo durante un rato, hasta que recordé que tenía que ir a la reunión de los prefectos.
-Mierda.-dije levantándome de un salto- Llego tarde.
-¿A dónde?-preguntó Skandar confuso
Saqué mi insignia del bolsillo y se la enseñé fugazmente mientras corría para salir en dirección a la reunión.
Empecé a correr por el pasillo, intentando no caerme. Miré hacía atrás rápidamente, y en ese momento de despiste choqué contra alguien, cayendo al suelo de culo.
-Au.-dije levantándome lentamente.
-Vaya, vaya. Mira a quién tenemos por aquí.
Reconocía esa voz en cualquier parte.
-No te flipes gatito. No te he visto.
-Tranquila culebrilla, no hace falta que disimules, sé que no te puedes resistir a mi.
-Por favor Weasley, no me hagas reír.
Charlie tendió su mano en frente de mi para ayudarme a levantarme, pero no la tomé. Me levanté sola, sin ayuda del idiota Weasley.
-Como tú quieras culebrilla.-dijo encogiéndose de hombros al ver mi rechazo ante su "caballerosidad"- Pero dime, ¿Qué haces tú aquí?
-Estudio en tu colegio Weasley, no se si te has percatado.
-Que lista eres Rosana.
-Es Roxane.
-Lo sé. Pero aún no me has respondido.
-Voy con los prefectos, Charles, así que si no te importa, déjame pasar. Ahora.
-No eres la única que tiene prisa culebrita.-el pelirrojo sacó una insignia de su bolsillo, era igual que la mía pero en color granate- ¿Adivina quién va a ser tu compañero?
Suspiré.
-Te odio Weasley.
-El sentimiento es mutuo.
Y así, los dos nos fuimos al vagón de los prefectos, a que nos explicaran qué teníamos que hacer.
Muchos minutos de mi vida desperdiciados junto a Charles Weasley. El cual se había sentado a mi lado, simplemente para molestarme.
Había dos prefectos por casa, y lo curioso es que ninguno me caí bien. De mi casa el otro era Trystan Vane. Un idiota. A los del resto de casas apenas los conocía, y la verdad es que tampoco me importaba. No tenía interés en conocerlos.
Cuando por fin terminó la reunión salí del vagón en busca de Skandar, y con suerte de Reyna.
Por desgracia, mi tranquilidad fue interrumpida por la presencia de cierto pelirrojo insoportable, en efecto, Charles Weasley.
Aún estando detrás de mi y sin necesidad de mirarlo, ese idiota no dejaba de desquiciarme.
-¿Qué tal llevas los T.I.M.O.S. culebrilla?
-Sabes que voy a sacar mejor nota que tú, ¿verdad?- me giré a mirarlo seriamente
-Sigue soñando Lestrange.- dijo sonriéndome
Me volví a girar, y cuando por fin encontré el compartimento en el que estaba Skandar miré a Charles.
-No te voy a permitir que me jodas el curso Charles.
-Es Charlie.
Me metí en el compartimento y le cerré la puerta en las narices.
