XXX

5.4K 346 72
                                    


It's a damn cold night
Trying to figure out this life
Won't you take me by the hand?
Take me somewhere new
I don't know who you are
But I, I'm with you…

Avril sonaba hasta en lo más profundo de mi subconsciente. Murmuraba la canción una y otra vez, no quería desayunar. Mamá me miraba de forma extraña mientras tomaba su café.

—¿Todo bien, hija?

Levanté la mirada mientras por fin me dignaba a dar un mordisco a la tostada—Todo bien—Dije cuando ya había tragado.

Desconectando los audífonos, y tomando mi mochila salí rumbo a clases.

Me cuestionaba si vería a Hero hoy. Cuando entré a la casa anoche no quise mirar por la ventana, no quise ver si seguia o no ahí, solo me tiré en la cama y abracé mi almohada. Dejé caer todas las lágrimas que había retenido estando con él ahí, eso es lo último que recuerdo antes de quedarme dormida.

Acomodando mechones sueltos de mi coleta, me adentré en el pasillo principal. Trataba de no perder la concentración en el camino, un camino que me conocía a la perfección.

«¿Cuánto falta para graduarme y salir de este infierno?»

¿Infierno? No, aquí conocí a un ángel. Un ángel que anoche alejé de mi.

Muchas puertas de muchas de las aulas seguían cerradas, por lo que deducir que era temprano no fue muy difícil. Abriendo por impulso propio la puerta de mi aula, me quedé de piedra cuando me di cuenta que Hero ya estaba ahí. Sólo, en su puesto.

«No fuí la única que madrugó»

—Lo-Lo siento..—Murmuré e hice que mis pasos fueran en retroceso.

—Lina...

Detuve mis pasos en seco, en cuestión de segundos había formado el plan de hacer que no lo escuché, ignorarlo e irme. Pero eso se fue cuesta abajo cuando sentí sus pasos a mis espaldas.

—Lina, voltea.

Ordenó, no me moví.

«Déjame, déjame..»

—Lina, por favor—Suplicó. Mi estómago cayó.

No fué hasta que sentí que mis pies dejaron de tocar el suelo cuando me di cuenta de lo que estaba pasando. Estaba sobre su hombro.

—¡¿Pero que demonios te pasa?!—Grite sobre su espalda, podía sentir como la sangre bajaba hasta mi cabeza.

—No me vas a hablar por las buenas,—Pausó mientras abría la puerta que daban paso a las escaleras—: Que sea por las malas entonces.

Juré que íbamos a ir al patio, al pasillo. Lo que sea pero abajo, mis nervios revolucionaron cuando lo siento subir. No habían más de tres pisos aquí, y si estábamos en el segundo; solo quedaban dos opciones.

Lo maldecia por tener tanta fuerza, por ser tan prepotente. Tan necio.

Cuando abrió una puerta, y sentí el calor del sol en mi cuerpo supe de inmediato que no estábamos en el tercer piso, sino en el techo.

«Por los clavos de Jesucristo»

Me bajó, y una vez que estuve sobre mis propios pies me quité el cabello del rostro para poder encararlo. No sudaba, no estaba cansado, parecía como sino hubiera hecho ningún esfuerzo. En cambio yo, estaba sonrojada, despeinada y malhumorada.

—¿Qué hacemos aquí?—Gruñí.

Él no dijo nada solo caminó por el techo, hasta ponerse en todo el borde.

Mi corazón se detuvo.

—Hero, ten cuidado..

—¿Ahora sí me vas a hablar?—Dijo caminando por todo el borde, con una sonrisa.

—Hero por favor, quítate de ahí.. —Me acerqué a él pero eso solo fue el detonante para que diera la Intensión de tirarse—: ¡No!, ¡Hero, no por favor!

Lágrimas se acumulaban en mis ojos mientras detenía mis pasos.

—¿Me vas a hablar?—Murmuró de nuevo con su seriedad.

«¡¿Qué?!»

—Hero..—Tenia miedo.

—¿Me vas a dejar?—Volvió a murmurar está vez con más esfuerzo del necesario.

«Èl también tenía miedo»

—Hero, por favor..

—¡Responde, maldita sea!—Gritó con la voz rota, extendiendo sus brazos a los lados. Se acercó más al borde.

Mi pulsó estalló.

—¡Si!—Mi garganta ardía. Me di cuenta que estaba llorando cuando sentí el agua salada en mis labios—: Si vamos a hablar.

—¿Me vas a dejar?—Su labio temblaba, podía ver cómo su rostro se enrojecia por las lágrimas retenidas.

—Hero, estas loco por favor ven—Hice la Intensión de acercarme más.

—¡Lina me voy a lanzar, no te acerques más!—Su voz se rompió—: ¿Me vas a dejar?

—¡No!—Mi respiración acelerada dejaba en evidencia todo el pánico que sentía en el cuerpo—: ¡No te voy a dejar!

—¿Lo prometes?

Su rostro estaba enrojecido, su labio temblaba, pero en sus ojos; a pesar de sus lágrimas había un rastro del mismo miedo que yo sentía.

De perderlo definitivamente.

—Lo prometo Hero, lo prometo—El ardor de mi garganta era cada vez más insoportable—: Por favor quítate de ahí, ven..

Extendí mis brazos, y sentí que el alma me llegó al cuerpo cuando su mano tocó la mía. Me envolvió en un abrazo, encorvandose para esconder su rostro en mi cuello y llorar todo lo que se había estado conteniendo. Le devolví el gesto pasando mis manos temblorosas por su cuello.

Acariciaba su nuca dejando salir el aire que no sabía que estaba conteniendo. Mi corazón seguía desbocado, no podía procesar todo lo que acababa de pasar.

«¿En serio él hizo eso?»

Lo apreté más entre mis brazos sintiendo la necesidad de no soltarlo nunca. Él no parecía con la intención de querer dejarme ir, y no preocupaba. Yo tampoco tenía intensión de permitir que lo hiciera.

He is my hero || Hero Fiennes Tiffin #1✓Where stories live. Discover now