CAPÍTULO 7 ALCANZANDOTE

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No podía dormir. Spock miró hacia el techo sobre él, escuchó el armario en la esquina crujir y la vela que no había apagado parpadeó en la brisa proveniente de la ventana inclinada. Con un gruñido se dio la vuelta, presionando su cara contra la almohada. Había dejado de controlarse por completo mientras nadie estaba cerca.

Spock cerró los ojos, sintiéndose cansado, pero su cuerpo se negaba a relajarse.

Una piel cálida rozó la suya; las palmas de sus manos estaban ásperas a causa dela jardinería, corrían por su frente. Se arqueó ligeramente al tacto, extendiendo la mano desesperadamente, sintiendo la piel suave y sedosa. Sentía como se extendían sobre huesos delicados y bronceados por el sol implacable.

Una boca rosada, justo al lado de su oreja, soltó una suave carcajada. El aire caliente le acarició la oreja y unos labios carnosos acariciaron el cartílago puntiagudo. Lo dedos cortos estaban enlazados entre los suyos. Pasó la mano por un estómago plano, sintiendo los músculos temblar. Girando la cabeza, encontró una oreja redondeada muy atractiva para morder; un tembloroso gemido escapó de los labios de la persona a la que le estaba mordiendo su la oreja.

... S-Spock ...

Desesperadamente, casi torpemente, lo agarró de los huesos de la cadera, acercando el cuerpo cálido y presionándolo contra el suyo. Los parpados se abrieron de golpe. Un par de hermosos ojos azules lo miraron fijamente.

Los ojos de Spock se abrieron de golpe.

Estaba respirando con dificultad y sus manos temblaron cuando extendió la mano para agarrar el vaso de agua en su mesita de noche. Mientras tragaba el líquido frío, trato de calmarse y la erección a medio formar se desvaneció. Que humillante.

Se levantó de la cama, caminando hacia la puerta mientras se ponía la bata. No había dormido. Esto no había sido un sueño. Estaba confundido y ligeramente horrorizado. Su cerebro evocaba imágenes mientras estaba completamente despierto; todo este asunto estaba saliendo de su control ya era muy inestable.

La casa estaba en silencio, lógicamente, ya que todos estaban dormidos. Spock bajó las escaleras para escapar de la sensación de jaula de su propia casa. Entró en el jardín saltando por el pequeño balcón. Una brisa fría susurró en el aire desde una de las aberturas en la esfera de cristal que se elevaba sobre el jardín. Spock exhaló profundamente. El viento fresco se sentía maravilloso contra su piel caliente.

Vagó por la vegetación, con la intención de alejarse del zumbido de la excitación que permaneció y se negó a irse. Era agravante, su propio cuerpo lo traicionaba y su mente comenzaba a rebelarse junto a él. Apretó las manos en puños apretados, clavando las uñas en las palmas y casi rompiendo la piel.

Unas uñas opacas raspaban su espalda y un gemido jadeante se escuchó contra su oreja.

Spock sacudió su cabeza salvajemente.

En el pequeño estanque relucía la pálida luz de las pesadas flores de los dbalillies, reflejando el brillo azulado que emitían. El aire olía entre chocolate y tierra húmeda. Cerca de los árboles de sher'khah pudo distinguir las formas de unas pocas sher'khah mathras, un insecto que Jim llamaba 'mariposa' ya que le recordaban a los insectos del mismo nombre en su antiguo planeta. Los seres frágiles habían aterrizado en los árboles delgados, aferrándose a la corteza áspera mientras descansaban por la noche. Spock observó cómo sus alas translúcidas se movían muy ligeramente cuando el viento las soplaba.

"¿Spock?"

Apenas evitó estremecerse de sorpresa. Spock se giró para ver a Jim parado a unos metros detrás de él. "¿Jim por qué sigues despierto?"

En Tus Ojos (Spirk) // (Spock x Kirk)Where stories live. Discover now