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Me remuevo en la silla frente a Rebekah, ella murmura cosas sobre los vestidos que hay en el perchero y yo solo puedo pensar que mi jeans favorito ya no me esta quedando.
—¿Te falta mucho? —ella se gira a mirarme, estoy intentando encontrar una buena posición para no oprimir mi vejiga —Esa mirada me dice que si.
—No puedo encontrar nada —ella bufa cansada y luego camina hasta donde mi y se sienta frente —Te das cuenta de que este festival pudo ser en nuestro honor.
—De lo único que me doy cuenta ahora es de que quiero ir al baño y comer algo con chocolate —ella me mira riendo —¿que?
—Te ves graciosa pidiendo ir al baño —ella se levanta —Vamos, luego seguire con la busqueda de vestidos, dile a Kaio el acosador que nos vamos.
Suspiro cansada mientras me giro para ver a Kaio que permanece al otro lado de la acera, el licántropo llevaba varios días siguiéndome por órdenes de Elijah, si no tenía al licántropo, tenía a Elijah pisandome los talones y a Rebekah tambien o a un vampiro de la guardia de Klaus, ni Hayley tenía tal protección y solo porque yo había sido tan estúpida como para contarle a Elijah lo que mi madre había dicho sobre un trato, con eso no era ni capaz de decirle mis teorías sobre con quien era el trato y del porque podría mi madre querer matarme en un post parto.
Cruzo la calle con la mano en la panza y ansias de golpear a Kaio cuando este desaparece, maldito hijo de la luna.
Al otro lado de la calle, Rebekah parece estarle gritando a Marcel, seguramente no le iba a importar si yo me iba caminando sin ella, apenas eran dos cuadras.
La casa esta llena de vampiros cuando llego, Davina tambien había empezado a vivir con nosotros aquí, lo que me facilitaba enseñarle las cosas que no había podido empezar hace unas semanas atrás. Me pongo la mano sobre la panza mientras avanzo por el patio.
—Seraphine —suelto un grito mientras estiro la mano y sacó a Klaus volando por el patio de la casa —Maldita sea.
—Te diré lo mismo que le dije a Elijah—me balanceo con los pies —No te pongas así frente a una bruja embarazada porque acabarás contra una pared.
El que había acabado contra una pared había sido Kaio, hace dos dias atras cuando me estaba siguiendo porque Elijah se lo pidió, no le causó ninguna gracia acabar golpeado, y a mi tampoco me causaba gracia que me persiguiera para todos lados, yo podía cuidarme sola, o un poco tal vez.
—Solo necesito un favor —Klaus se me acerca mientras yo intento subir las escaleras hasta mi habitación, yo suspiro.
—¿Qué necesitas? —me quedo parada en el inicio de la escalera, me llevo la mano a la panza.
—Un hechizo localizador, para Davina.
Elijah cae entre nosotros y le da un golpe en el pecho a su hermano, me llevo la mano a la frente —Ella no hará nada.
