Don't be shy.

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Después de haberme preparado y haber comenzado mi camino rutinario hacia el instituto saqué el móvil de mi cazadora y miré Instagram. Él no había subido nada desde hacía una semana y supongo que eso me apenaba, pero el poder mirar su Instagram, las fotos que subió desde hace años hasta ahora, algunas con chicos que suponía que eran sus amigos, otras a guitarras que supuse que serían suyas (¿tocaría la guitarra?) y la mayor parte de ellas de músicos, principalmente rockeros. Ya había mirado cada una de sus fotos, pies de fotos (me refiero a las pequeñas palabras que se ponen debajo de las fotos, no de una foto hacia unos pies) (Sé que sabéis lo que es pero no sé, pie de foto me suena extraño, ¿a vosotros no? Es como que va a aparecer un pie en l... Vale mejor me callo), sus comentarios, las personas a las que seguía y quiénes le seguían a él (nadie del instituto gracias a Dios, no es que no quisiera que le siguieran pero cuantas menos gente supiera de su cuenta, menos zorras le seguirían)

-¿Dónde vas tú? - Paré en seco y miré hacia los lados, hacia delante intentando situarme. Después me giré y vi a Nora caminando hacia mi y riéndose. - Te estabas marchando tranquilamente. ¿Hola? El portal está ahí.

-Ups. Perdón, estaba con el móvil.

-No, eso ya lo vi. - Empezamos a caminar hacia clase y guardé el aparato de nuevo en el bolsillo de la cazadora. -¿Luke? - Asentí. - Es guapo el chaval.

-Es la primera vez que te escucho decir algo bueno de él.

-Si, bueno. Me siguió hace unos instantes a mi también en Instagram y vi sus fotos. Está para comérselo. - Un pequeño ardor me recorrió la venas. Pequeño. Pequeñito.

-¿Dónde está Nora y qué has hecho con ella? Si hasta hace poco me decías que contaban cosas malas de él.

-Ya, bueno. Pero me da igual que todo el mundo que sea un borde marginado.

-¿Qué?

-¿Qué?

-¿Que de qué?

-¿Qué de qué de qué?

-Nora.

-Honey.

-¿Qué acabas de decir?

-No, yo eso no lo digo. Son las palabras textuales que suelen usar todos para definir a Luke.

No sabía que la gente lo llamaba así. Podía parecer borde en ocasiones pero solo con la gente (las chicas) pesada que no le dejaban en paz (según lo que yo veía). Y si estaba marginado seguramente sería por su timidez, ¿no era obvio?

Ahora sentía cierta pena por él.

-Voy a hablarle.

-¿Qué? ¿Estás tonta? No te atreves a veces ni a hablarle a mi hermano o mis padres y los llevas viendo desde que tienes pañales. ¿Cómo le vas a hablar a él?

-Nora, las amigas se apoyan, no las hunden. - Nora era peculiar.

-Tan solo no quiero que hagas el ridículo delante suya.

-¡Venga ya! Para un día que estoy segura de mi misma me dices que voy a hacer el ridículo.

-Haz lo que quieras.

Me pareció un poco grosero por su parte pero no dije nada más en las próximas horas. Tenía suficiente ánimo y confianza en mí misma para ir a hablarle. Aun que no supiera que decir, tan solo pasar un descanso con él y así poder hablar más que un gracias. Tenía la necesidad cada día de tener una relación más cercana con Luke y esa era mi posibilidad. Así que en cuanto sonó el cuarto timbre del día, recogí mi carpeta y papeles del pupitre y los guardé en la mochila. La colgué de un hombro y bajé corriendo hacia las escaleras en las que él se solía sentar. Había corrido tanto, que él ni si quiera estaba él ahí aún. Así que me senté y dejé la mochila a un lado para estar cómoda.

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