Tu mi amor, tu mi profesora

Capitulo 48

-¡Agárralo bien!

-Chicos, por favor-rogó. Fabián lanzó un puño a la boca de su estómago. Pablo lo soltó provocando que se fuera contra el piso.

-¡Seguro lo hiciste por que no te quiso dar dinero!

-Te dijimos que no íbamos a apoyar tu estúpido vicio-Fabián nuevamente le lanzó un golpe pero esta vez con su pierna. Me agaché para cogerlo por el cuello.

-¿Tu y cuantos más fueron?-no decía nada-¡Responde!

-¡Vete a la mierda!

-Diego, déjenlo-gritó Claudia corriendo hacia nosotros.

-¡Basta, chicos!-Juliana se guindó de mi brazo para que soltara al imbécil-Suéltalo-negué.

-Va a pagar por lo que le hizo a Luis.

-No es la manera.

-No importa-dijo Pablo.

-¡¿Qué les pasa?! Ustedes no son así.

-Ya estoy hasta la mierda de él-gritó Fabián mientras Claudia trataba de impedir que se acercara-Al fin cumpliste las amenazas.

-¿Qué amenazas?-estaba totalmente perdido en lo que decía.

-¡Claro, no sabes por qué nunca estas con nosotros!

-Amor, cálmate-pedía la novia del chico.

-¿Qué amenazas, Fabián?

-Jasón había estado presionando a Luis para que consiguiera que su padre vendiera de sus porquerías en su pequeño negocio.

-¿Qué?-miré al imbécil que arrugaba su cara en gesto de dolor.

-Luis obviamente se negó pero él no dejaba de insistir.

-¿Esa es la razón por la que casi lo matas, maldito?-pregunté con odio no recibiendo respuesta alguna.

-Vamos, vamos Di. Por favor, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir-rogó Juliana colocando sus manos sobre las mías en el cuello de Jasón para tratar de alivianar el agarre.

-Agradece que lo eligieron a él y no a ti, sino estuvieras muerto en su lugar-mi puño se estrelló rápidamente con su cara, una y otra vez hasta que los chicos me tomaron por la cintura y me alejaron de el imbécil inconsciente.

No podía creer que había estado tan alejado de los que sucedía en la vida de mis amigos ¿Cómo no sabía de las amenazas? Me estaba sintiendo como el pero ser humano que había sobre la tierra. Las palabras de Fabián retumbaban en mi cabeza "¡Claro, no sabes por qué nunca estas con nosotros!" Lo pensaba, y era cierto. Yo había estado tan concentrado en pasar el mayor tiempo posible con Isabel que sin querer los descuidé. No recordaba la última vez que había hablado con cada uno de ellos. Estaba indiscutiblemente alejado del grupo.

-¿Estas bien?-preguntó Juliana. Negué.

-¿Sabías sobre todo eso?-asintió-Quizás pude haberlo evitado.

-No lo creo. Fabián y Pablo intentaron innumerables de veces de hablar con Jasón para que lo dejara pero no tuvieron éxito.

-Sabes que yo no hablo con Jasón.

-No debes siempre irte a los golpes.

-No puedo evitarlo. Me llena de ira.

-No es lo correcto.

-¡Luis está allá por su culpa, Juliana!

-Sí, pero ya está bien. Ahora solo hay que ayudarlo en su recuperación y denunciar a Jasón.