Capitulo 28

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-¿Qué acabo de oír?-pregunte a Juliana cuando estuvimos lo suficientemente lejos del salón de la profesora.

-Lo que ya te había dicho pero te negabas a creer.

-¿Por qué la dejaste descubierto?-entramos a la cafetería, ella saco su cartera y se acercó a la barra para comprar una botella de agua.

-Si tú no haces nada ella tampoco lo hará, así que espero que lo antes dicho por ella te sirva de estímulo-pagó y caminamos hacia la salida.

-Nunca dije que iba a dejar todo.

-Lo sé, pero ibas a darle tiempo y eso me pareció bien hasta que su ex regresó-tomó un trago largo de agua.

-¿Qué tiene que ver eso?

-¿Porque eres tan lento a veces?-respiró profundo como gesto de frustración-Ese hombre va a intentar conquistarla otra vez y ni tu ni yo vamos a permitir eso o sí?

-No.

-Perfecto, ahora vamos a clase.

-Tengo que hacer una llamada.

-¿A quién?

-Mi auto tiene un pequeño problema con la llanta, llamaré para que vayan al edificio a arreglarlo.

Luego de hacer la llamada entramos al salón, el profesor estaba perdido en su celular, se podía intuir que era un vago total con el trabajo. Media hora antes de terminarse la clase mis amigos y yo terminamos de hacer el taller, lo entregamos y salimos con rumbo hacia la cafetería, Juliana, Claudia y Jasón aún no habían terminado.

Unos cuantos estudiantes estaban caminado por alrededor, rápidamente nos metimos en la fila para comprar los almuerzos. A lo lejos pude distinguir la silueta de espalda de Isabel junto a una profesora desconocida. Tomé mi bandeja con la comida y caminé hacia la mesa de siempre sin quitar los ojos de la ojiverde.

-¿Planeas hablar con ella?-me hablé por atrás Pablo quien llevaba una bandeja con su comida y la de Juliana. Nos sentamos.

-Si pero tengo que encontrar el momento.

-¿De qué hablan?-preguntó Fabián llegando a la mesa.

-Sobre el taller-contestó mi amigo.

-No entiendo porque Claudia aún no ha salido si estaba muy fácil-dijo colocando los platos en la mesa.

-Tal vez se quedó hablando con el profesor-insinuó Luis alzando varias veces las cejas mientras se sentaba frente a mí.

-¡Cállate estúpido!-todos reímos. Luego de diez minutos llegaron las chicas y Jasón.

Teníamos dos horas libres por lo cual decidimos acercarnos a uno de los tantos edificios de la universidad para buscar un salón vacío donde descansar y dormir por ese tiempo.

Cuando ya estábamos ubicados me senté en un pupitre y hale otro para montar mis pies y así simular estar acostado, los demás repitieron mi acción. Cerré los ojos.

-¡Duerman bien amiguitos!-exclamó Jasón.

-Cierra la boca y duérmete-regaño Luis.

-¿Alguien puso la alarma?-pregunté abriendo los ojos de golpe.

-Sí, yo lo hice-dijo Claudia mostrando su celular.

-Está bien-cerré los ojos nuevamente, quedándome inmediatamente dormido.

De repente estaba en un bosque oscuro, árboles muertos podía ver a mi alrededor. Una sensación escalofriante corría por mi cuerpo, estaba asustado. No veía a nadie conocido, estaba solo en ese lugar. En mi cabeza solo tenía un nombre "Isabel" estaba pensando en ella, de alguna forma me preocupaba lo que pudiera pasarle.

Tu mi amor, tu mi profesoraWhere stories live. Discover now