Love is Deaf [Meanie•Español]

...enamorarme...

Pasó casi un año. Wonwoo vivía en la casa de los papás de su mejor amigo, pero pasaba la mayor parte del tiempo en las calles, viendo las vitrinas de las tiendas y vagando por ahí. Nada se sentía igual salvo el hecho de que estaba casi siempre en estado depresivo. Se aferraba a él como el humo del cigarro en la chaqueta de un adicto, sin importar cuánto lo trataba de lavar, el oscuro sentimiento lo envolvía con fuerza. Al menos dormía más, probablemente demasiado debido a una masiva pérdida de motivación y un renovado desinterés en la vida. No era suicida, eso sería ir muy lejos, pero estaba seguro de que no le importaría morir mientras dormía, especialmente en días como esos.

No tenía trabajo, ni muchos amigos y menos una vida amorosa. Habían pasado varios meses desde la última vez que había visto a Mingyu por la ventana del SVTea. No tenía su uniforme habitual y Jeonghan hablaba con él con una dura mirada, Wonwoo se preguntaba si había perdido su trabajo por la misma razón. Como fuera, no se supone que debía importarle.

Pero sabes lo que dicen, la distancia hace aumentar el cariño y en el caso de Wonwoo, había aumentado diez veces de tamaño. Extrañaba a Mingyu y lo estaba verdaderamente destrozando, pero no podía evitar pensar que él era el único que no había avanzado. ¿Qué si Mingyu ya tenía novio? ¿Alguien que no fuera sordo ni que lo arrastrara hacia abajo?

Se repetía seguido, "Mingyu se fue, está fuera de tu vida ahora", pero los recuerdos llenaban su mente.

El engaño se volvió irrelevante con el paso del tiempo. Wonwoo se dio cuenta, mirando hacia atrás, que lo que Mingyu hizo, no fue en contra de él, fue por Josh. Mingyu sacrificó lo que le hacía feliz para salvar a un amigo, si eso no era lo más admirable por hacer, entonces no sabía qué lo fuera. Wonwoo siempre fue inspirado por la amabilidad de Mingyu hacia sus amigos, esto era lo mismo, pero en un nivel más alto, incluso si era jodidamente estúpido.

Era sábado en la mañana cuando Wonwoo dejó la casa. Los papás de Soonyoung estaban de vacaciones, pero Soonyoung quería quedarse en casa con él. En un torbellino desastroso, Soonyoung era el refugio de Wonwoo y estaría por siempre agradecido y orgulloso de ser su amigo.

"¿A dónde vas?" Soonyoung señaló mientras Wonwoo se ponía su abrigo.

"No lo sé. Probablemente al supermercado". Wonwoo contestó. Se sentía decaído; a varios metros bajo tierra, y quería olvidar.

Algunos días, los recuerdos de Mingyu le pegaban tan fuerte que lo tiraban con lágrimas en sus ojos. Wonwoo no sabía que perder a un milagro sería tan devastador. Ese día dolía más que nunca, había encontrado los audífonos de Mingyu en su maleta y eso tocó una fibra sensible dentro de él. Quería dejar la casa e ir tan lejos como pudiera, lejos de todo y quizás así los recuerdos y sentimientos se desvanecerían con la distancia.

Estaba lloviendo. Wonwoo no tenía nada con qué cubrirse así que dejó que sus mechones mojados cayeran sobre su frente. Vio pasar a un taxi sin emitir sonido alguno y se imaginó cómo sonaría la lluvia golpeando el pavimento. ¿Crearía un golpeteo rítmico o sería un desastre de sonidos mezclados?

Wonwoo deambuló hasta el supermercado local, no sabía qué quería comprar, pero sentía que un poco de alcohol haría desaparecer sus pensamientos. Estaba en medio del pasillo cuando recordó que no peinó su cabello y que probablemente tenía pasta seca en su boca, pero no se arregló como normalmente lo haría y continuó caminando hacia la sección de licores. Tomó un par de botanas y un six-pack de cola antes de agarrar la primera bebida alcohólica que vio, quizás era vodka, pero no le prestó mucha atención.

La mujer en la caja registradora lo miró con curiosidad, pero no pidió su identificación, muy posiblemente debido a que el círculo negro debajo de sus ojos envejecía su rostro una década. Mientras la cajera checaba sus compras y las empacaba en una bolsa de plástico, algo detrás del mostrador captó la atención de Wonwoo, un conjunto de paquetes aburridos se mostraba en frente de él con dolorosas advertencias; imágenes poco agradables de tumores y pulmones maltratados. Wonwoo nunca había fumado, él sabía que era malo para la salud y su mamá siempre se lo decía, pero él no lo había experimentado. Se preguntó si poner un cigarrillo entre sus labios y prenderlo, nublaría el oscuro sentimiento. Quizás la nicotina remplazaría a Mingyu con algo más manejable y quizás el humo cesaría el dolor en sus pulmones. ¿Lo mataría lentamente como lo hizo Mingyu?

La cajera había dicho el precio varias veces antes de que Wonwoo saliera de su aturdimiento y se enfocara en sus labios.

"¿Puedo tener un paquete de esos?" Preguntó señalando las cajetillas.

Rodó sus ojos murmurando algo entre dientes y Wonwoo se sintió feliz de no poder escucharlo. Pagó y dejó el establecimiento con el mismo sentimiento de vacío con el que había llegado. Esperó, que cuando inhalara el humo del cigarro, el sentimiento se fuera, quizás no por siempre, pero inhalaría otra vez, repitiendo el mortal ciclo.

Wonwoo tomó el caminó largo a casa dejando que la bolsa de compras golpeara su pierna a cada paso que daba ignorando el hecho de que la gaseosa explotaría más tarde. No veía por donde iba, el reflejo de la lluvia en la calle debajo de un semi brillante cielo era lo único en lo que se enfocaba mientras caminaba, ni una sola vez miró hacia arriba para ver si alguien estaba en su camino o si era seguro cruzar la calle, solo caminaba con una horrible carga en sus hombros. Sus rodillas dolían. Después llegó a un semáforo en verde, pero no se detuvo. Siguió caminando. Alguien sonó la bocina, pero Wonwoo no tenía oídos para oír, otra persona pisó el freno poco antes de golpearlo. Saltó en sorpresa al ver el carro tan cerca. Su talón tropezó la acera y cayó en su espalda. Le dolió y tuvo que parpadear muchas veces antes de ver a través de su aturdida vista.

"Mierda" suspiró, su bolsa se había caído y el bolsillo de su abrigo se había roto. No era un buen día, quería más que nada que una especia de milagro llegara y lo salvara de su círculo interminable de depresión, pero había aprendido que los milagros no existían.

Se levantó e hizo una mueca por el dolor en su espalda – sin duda tendría una herida por la mañana. Después de sacudirse, empezó a recoger sus compras, la gente lo miraba y lo ponía nervioso. Con pánico tomó todo en sus brazos, pero una lata de gaseosa se cayó, y después otra. Trató de guardar algunas cosas en su bolsillo rompiéndolo más y sus llaves se cayeron. Quería que dejaran de verlo, que la lluvia dejara de correr por su cuello y que la tierra simplemente lo tragara. No era el momento para estar en esa situación, quería ir rápido a casa antes de romper en llanto y humillarse aún más. Intentó tomar todo en sus brazos de nuevo y se fue con prisa.

Algo lo detuvo.

Mandó escalofríos por todo su cuerpo y contuvo el aliento.

Se había metido en una situación de pánico en la que estás tan desconcertado que tu cuerpo no hace más que tensarse y paralizarse.

Wonwoo escuchó algo.

Y encendió algo en su pecho.

"Disculpe, Señor. Se le cayó esto".