Capítulo 35. Otro día cualquiera

2.8K 151 2
                                    

Y así fue, no pegué ojo en toda la noche, pude dormir como máximo un par de horas, y tampoco seguidas. Por suerte, tuve la enorme fortuna de estar con Mimi, que se quedó casi toda la noche en vela  haciéndome compañía mientras veía su serie que tantas veces había maldecido. Aunque sé, que pasadas las cuatro se le hizo un poco cuesta arriba y  estuvo luchando con todas sus fuerzas para no dormirse durante casi dos horas, valoré muchísimo ese gesto, y cuando finalmente cayó rendida, lejos de irse a la cama para estar más cómoda, sé quedó durmiendo en el sofá para estar lo más cerca posible de mi. Debían ser las 7 y poco de la mañana, porqué ya entraba algo de luz por las ventanas, cuando me levanté de la silla para ir al baño y coger algo de bebida y comida, no tenía tiempo para descansar ni un minuto. Aunque iba bastante bien y llevaba muchísimo avanzado, todavía me quedaba mucho por delante y sabía qué terminaría pillando con los tiempos. Aún así, cuando regresaba de coger algo de la nevera no pude evitar quedarme un par de minutos observando a Mimi desde lejos, como dormía, me daba un poco de pena que estuviese durmiendo en el sofá teniendo la cama a escasos metros, pero aunque se empeñase en decir que yo era una cabezona, ella también lo era, y bastante, es por eso que no hubo manera de convencerla para que se fuese a la habitación a dormir. Estaba preciosa durmiendo, no pude evitar en pararme a pensar sobre la suerte que tuve, en todo. En cruzarme con ella ese día cualquiera en IKEA, en haber aceptado su invitación, en haberme quedado durante horas escuchándola y tomando algo en un bar cualquiera de Madrid, en haber intercambiado nuestros números, en quedar todas las semanas, en hacernos amigas, inseparables, tanto como para haber ido a su casa a pasar la cuarentena, un cúmulo de sucesos fortuitos que  me hacían estar allí en ese preciso instante. Y sobretodo, tenía la suerte que entre todo el mundo ella me hubiese escogido a mí. Pensándolo así, era la persona más afortunada del mundo y cualquier cosa mala que me pudiese pasar en ese momento, ya no sería tan mala. No tardé mucho en despertar de mis pensamientos, tomé un trago de mi coca-cola, no podía dormirme en los laureles en aquel momento, necesitaba la máxima concentración posible, y de nuevo me sumergí en mi ordenador para seguir trabajando en aquel proyecto que tanto me emocionaba pero que a la vez me aterrorizaba. 

- ¡Buenos días! -Mimi se levantó del sofá cuando ya debían ser pasadas las ocho.

- De eso nada, anda, vete a la cama, que no has dormido ni 3 horas por favor -respondí a Mimi sin quitar ojo de la pantalla.

- Que no Ana, que quiero estar contigo -me respondió insistente.

- Pero no ves que estás haciendo el tonto, podrías estar tan a gusto en la cama -le respondí- hazlo tú que puedes. Además, que tienes clase por la tarde, necesitas estar fresca -añadí.

- Vale, pesada -dijo Mimi- pero antes dejame prepararte el deayuno.

- Ya he comido algo -le respondí para que no hiciera nada.

- Sht -dijo Mimi sin dejarme otra opción.

- Bueno vale -respondí resignada. 

Mimi no tardó mucho en traerme lo que me había preparado, un par de tostadas con aguacate y un zumo de naranja, algo sencillo pero que me encantaba así que no pude hacer nada más que agradecérselo y mandarla, definitivamente, a la cama para que descansase, aunque solo fuese un rato.


🖤🖤🖤


- ¡Por fin! -dije cayendo rendida en el respaldo de la silla tras darle al botón de enviar- ¿Quieres verlo? -le pregunté a Mimi

- ¿Y tu que crees? Claro que lo quiero ver -dijo Mimi mientras se acercaba para poder verlo, se posicionó de pie, justo al lado mío y le di al play.

- ¡Wow! Me encanta como empieza -dijo Mimi cuándo solo llevabamos unos 10 segundos de vídeo- ¿Todo esto lo has hecho tu? -dijo algo sorprendida- Sí es que eres la mejor -continuó- Buah me encanta este efecto -comentó- Dios esque es perfecto -Mimi no podía parar de hablar durante todo el videoclip, le estaba gustando mucho y no podía contener la emoción, y aunque fuese mi pareja y le gustará o no sé que me hubiese dicho lo mismo, sus palabras y su reacción al verlo me calmaron un poquito.

- ¿Te gusta entonces?

- Me encanta -dijo clavandome un beso en la mejilla.

- Ya lo he mandado, estoy esperando a que me den su opinión.

- Segura que es buena, Ana. Está genial.

- Ufff no sé... Ya sabes que son muy exigentes -dijo algo preocupada- Estoy de los nervios.

- ¿Cuánto van a tardar en responderte?

- Deben estar viendolo ya, de un momento a otro me va a llamar mi jefa.

- Vamos coge el móvil, seguro que después de esto te ascienden, ya verás.

- Uy no sé Mimi -dije riendo- eres un poco exagerada -mi móvil se iluminó y empezó a vibrar, era la llamada que estaba esperando.

- ¡Cogélo, rápido! -dijo Mimi reaccionando antes que yo. Cogí el móvil y deslicé para descolgar la llamada.

- ¿Sí?

- Excelente trabajo Ana, me ha encantado, está todo cuadrado, no hay nada que modificiar. ¡Te felicito!

- ¿De verdad? ¡Muchas gracias!

- De verdad, mañana por la tarde hablamos, ahora descansa, que te lo mereces. ¡Adios!

- ¡Chao!

- ¿Que te ha dicho? -preguntó Mimi nerviosa antes de que me diese tiempo a colgar la llamada.

- Todo bien, que mañana hablamos.

- ¿Cuando se sube? -bajé la cabeza para revisar que hora era en mi muñeca.

- En 3 horas y cuarto.

- ¡Eso hay que celebrarlo! -dijo Mimi muy emocionada.

- Que va, quiero irme a dormir. Que sea lo que dios quiera, pero yo necesito descansar -dije levantandome de la silla y yendo hacia la cama.

- Tienes razón, mañana ya habrá tiempo, ¿te llevo algo de comida?

- No, estoy bien, lo único que necesito es dormir -dije cruzando la puerta hacía la habitación.


Martes 14 de abril - Día 32 de confinamiento

Atrapadas en Madrid | ‪WARMIWhere stories live. Discover now