El mejor secreto guardado

Uno más

Despertaba Isabel agitada por la terrible pesadilla, más bien, era revivir lo ocurrido. Se vio sola en ese lugar tan blanco que una vez más creyó estar en el cielo y no en una habitación de hospital recuperándose del horrible momento. Si cerraba los ojos podía ver toda la sangre que la rodeó apenas estuvo consiente de nuevo, la creyó suya sin embargo no me dolia nada, recordó que abrió los ojos estando en la ambulancia y lo primero que vio fue esos ojos en los que se perdió desde que lo conoció. Murmura su nombre y el le pido callar, estaba débil, se sentía débil.

Un sonido la sacó de esos horribles recuerdos, era la puerta, misma a ma que volteó.

—¿Dónde está Lisa? -viendo a su esposo ingresar a la habitación.

—fue con May a comprar unos dulces que quería. -llega a ella y se inclina dándole un lindo beso en los labios.

—No dejas de consentirla -sonríe.

—me es imposible no hacerlo, es mi princesa... -tocan a la puerta- adelante -se reincorpora y mira quien entraba.

Era el médico que ingresaba con los resultados de los estudios en sus manos.

Los mira y sonríe- tiene ya mejor semblante señora Lascurain.

—y usted con su sonrisa me da a entender que voy mejor, yo me siento mejor. ¿Ya me puedo ir? Estoy bien ¿verdad?

—completamente bien señora, el suero ha estado haciendo bien su trabajo, usted y su bebé están más que sanos para irse a casa.

Tanto Isabel como José Manuel se quedaron en shock ante la noticia.

—¿bebé? -expresa Isabel sin poder creerlo- no entiendo.

—oh, disculpen ustedes -un tabyo nervioso, viendo sus caras- ¿acaso no sabían?

—No, no sabía Doctor. -mira a José.

—¿de cuánto tiempo está? -cuestiona José al médico.

—según el informe tiene al rededor de 6 semanas de gestación. Felicitaciones.

—Gracias -mira Isabel a José- vamos a ser padres mi amor -sonríe.

—Los dejó para que asimilen la noticia pero aquí está el alta, pueden ir a casa. -deja la hoja sobre un mueble y sale.

Isabel ve irse al médico y luego mira a José Manuel que estaba mirando fijamente a su vientre- oye, ¿qué pasa? ¿No te da gusto?

José la mira- ¿cómo no me va a dar gusto amor? -sonríe por fin- vamos a ser papás, hay un nuevo fruto de nuestro amor -desbordando felicidad.

Alegre- es que como no decías nada.

—Es que no lo puedo creer amor, un bebé, vamos a tener un bebé, me haces el hombre más feliz del mundo nuevamente -le toma el rostro y la besa- 6 semanas eh.

—Lo sé, sé lo que piensas... Nuestra noche de boda.

—Así es -suspira- menos mal por que vaya que le eché ganas -orgulloso de si mismo.

–—engreído -voltea los ojos al verlo reír- muero por contarle a Lisa... A todos.

—Nuestra princesita va a estar muy feliz.

Los ojos de Isabel se llenan de lágrimas- hace rato me dijo "te amo mamá".

Mi amor ¿en serio? ¿Ves? Te dije que ella tiene un noble corazón como el tuyo y además es muy inteligente, el enojo es una reacción normal ante esa noticia que le dieron. Solo necesitaba tiempo. -le da un beso en la frente- no puedo creer que estés embarazada, por Dios.