Vecino

346 35 10
                                    

El se dio cuenta y se arrepintió de haberlo hecho.

Lo siento Isabel yo no...

No te preocupes, si lo dijiste fue por algo -seria- me tengo que ir.

Espera ¿tu donde te vas a quedar si aquí es tu casa?

Con Mayte o mis padres, no sé.

Yo puedo dormir con Lisa, así te quedas... O como quieras -dándose cuenta que no es tan buena idea estar así de cerca.

Sonríe débilmente- gracias pero se que no es lo mejor. Iré a despedirme de Lisa-se dirige hacia la habitación de la pequeña.

Se queda ahí parado Jose Manuel viéndola alejarse y preguntándose si valía la pena ser tan duro con ella, aunque la verdad el comentario le salió desde el fondo, era simplemente todo el dolor que tenía acumulado a través de los años sin verla.

Mientras Isabel miraba a Lisa jugar- oye princesa, me tengo que ir pero mañana vengo a jugar contigo un rato.

Lisa asiente- esta bien Isa, pero cuando quieras te puedes quedar en mi castillo.

Gracias mi amor, lo consideraré. -se inclina para estar a su altura- si necesitas algo, en el refrigerador está el número de donde me quedo, sea la hora que sea, llamame ¿si? -Lisa asiente- hasta mañana princesa -le da un beso en la frente y un abrazo- descansa.

Tu también descansa Isa -gracias por mi castillo.

De nada, es con todo mi amor -se levanta y camina hacia la puerta, al abrir y antes de salir se gira mirando a Lisa que ya había corrido a tomar su valiosa muñeca para jugar. Ella sonrió con ternura y salió antes de que comenzará a llora pues sus ojos se habían llenado de lágrimas.
Cerró con cuidado y camino con la cabeza agachada mientras limpiaba las lágrimas que por sus mejillas habían rodado por ello no vio a José Manuel, ni el a ella, así que chocaron.

Lo siento -dijo ella apresuradamente sin apenas mirarlo -no te vi.

Descuida, yo tampoco te vi venir. -mirándola- ¿ya te vas?

Si ya, es tarde y debo ir a descansar. -levanta la cabeza pero mira hacia el costado- hasta mañana y descansa. Como le dije a Lisa, en el refrigerador dejé anotado mi número, cualquier cosa me llamas, sea la hora que sea.

Bien, gracias... De nuevo, por todo esto que estas haciendo por nosotros.

Es lo mínimo que merecen después de todo. Con permiso -da un paso con la intención de pasar por un costado de José Manuel.

Espera -se gira un poco tomándola del brazo- Isabel yo, siento lo que dije hace un momento yo... No no medí mis palabras.

Le sonríe amargamente- no pasa nada, supongo que me lo merezco.

No, no sé trata de eso, yo...

Interrumpiendolo- ya, olvidado, ni pasa nada. De verdad, quiero irme a descansar.

Claro -la suelta despacio- te acompaño a la puerta.

Isabel no dice nada y simplemente camina hacia la puerta para salir del departamento, la abre y está por salir cuando escucha el llamado de José.

Dime -dice Isa mirándolo fijamente

¿Vendrás mañana? -pregunta con cierto temor.

Solo si puedo.

Pues esta es tu casa -le causa un poco de gracia y sonríe.

Pero están ustedes aquí y respeto su intimidad.

El mejor secreto guardadoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant