El mejor secreto guardado

Nos casamos

Isabel no pudo preguntarle a Lisa la razón de su petición pues la puerta sonó, alguien llamaba; en medio de su asombro fue a abrir encontrandose con Mayte, qué apenas vio, la abrazó, necesitaba ese apoyo de alguien en ese momento, por supuesto su hermana enseguida indagó al respecto, obteniendo la información.

De hecho venía para llevarla a pasear un día, ya sabes, tía sobrina, también quiero que se acostumbre a mi.

¿Y a mi no me invitas? -sonandose la nariz.

Sabes que si pero también sabes que no eres su persona favorita en este momento.

Si si... Y tienes razón, además debe estar aburrida de solo pasarla conmigo. -bota el papel.

Ahí está, entonces déjame salir con ella.

Está bien, pero debo llamar a José para decirle.

Bien, hazlo, mientras voy a verla y a que se cambie de ropa. -ve que Isabel asiente- animo hermana, te aseguro que no es más que una confusión infantil.

Eso espero -suspira y ve a su hermana irse.

Isabel va al teléfono y enseguida marca el numero de su prometido que ya sabía de memoria, así era cuando algo le importaba demasiado.

¿Bueno? -respondió al otro lado.

Soy Isabel- estremecida de escuchar esa gruesa voz.

¿Pasó algo? -preocupándose.

No no, descuida, estamos bien, hablo para pedir un permiso.

¿Permiso? ¿Pará qué o qué?

Para qué dejes ir a Lisa con Mayte, a pasear, a juegos y demás.

Ah, ya... Pues si, claro que si, pero no tenias que pedir permiso, digo, tu puedes decidir también.

Pero eres su padre...

Y tu su madre, Isabel.

No pudo evitar esbozar una sonrisa- tienes razón pero aún así. No te enojes por favor.

No estoy enojado cariño. Oye nos vemos más tarde ¿si? Tengo que irme.

Si si -embobada por como la había llamado- hasta al rato.

Chao -corta.

Chao mi amor -dice aun con el teléfono en la oreja, lo dijo pues sabia que el ya había colgado. Suspira y deja el teléfono en su lugar, escucha las risas de Lisa y May así que va hacia la habitación, se queda en la puerta observando la escena. Mayte le hacía cosquillas a Lisa y esta reía sin cesar.

Ya -dice May parando- o te vas a hacer pipi.

Si quiero ir al baño -agitada.

Anda ve entonces.

Se levanta de la cama y sale corriendo al baño casi chocando con Isabel que en ese momento se adentraba del todo.

Lo siento Isabel.

Descuida Elisa, ve al baño. -respondió tan cortante como pudo, era infantil, sabía, pero sí eso quería la pequeña, tratarla así, pues lo haría.

Mayte la miró extrañada- ¿de verdad así van a estar?

Tu misma oíste que ella primero me habló así.

Y tu, la adulta coherente siguiéndola.

Vamos a ver que tanto le dura el berrinche.

Me encargaré de averiguar porque te dijo eso.