En peligro

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Isa, Isa mi amor despierta por favor, no me hagas esto.

José -muekuea débilmente- ¿qué pasó?

¿No recuerdas? No, quedate recostada -pues vio que ya se quería levantar.

Niega- sólo tuve un sueño feo, Lisa se perdía. Fue solo un sueño ¿verdad?

Amor... -exhala, no sabía cómo decirlo.

No... No José no, dime que no es verdad, mi hija. -alterando se y comenzando a llorar- tenemos que buscarla, no debe estar muy lejos José haz algo.

Escuchame Isabel por favor -casi que le grita pues estaba tan alterada que no le prestaba atención- la policía ya sabe que hay una niña perdida, están movilizándose para buscarla, amor, yo también estoy preocupado, mucho, Lisa es mi vida entera, pero lo mejor que puedo hacer es estar aquí contigo, debemos esperar un poco aquí, ella va a volver a aquí.

Isabel parece comprender y asiente.- es es verdad... -accede pero en su mente estaba temiendo lo peor, ella lo sentía, algo malo pasaba, su instinto de madre se lo decía, su hija estaba en peligro.- lla... Llamaré a Mayte.

No Isabel, no la preocupes por favor, Lisa está bien, estará pronto con nosotros.

Suspira resignada- está bien...

José Manuel la abraza mientras su mente también trabajaba, el también sentía que algo malo iba a pasar o estaba pasando ya.

Varias horas más tarde la desesperación de Isabel había aumentado, cuando se trataba de su hija esa cordura que la caracterizaba no existía, en este caso José Manuel era quien la tranquilizaba, uno de los dos debía ser el fuerte, aunque el también se estuviese desmoronando.

Era de noche, Isabel estaba ida sentada en la misma banca donde se sentó apenas llegaron.
José Manuel hablaba con el policía encargado de la búsqueda, del cual con un apretón de manos agradeció y se alejó de ellos para acercarse a su esposa.

Amor -inclinándose ante ella- debemos irnos.

No José -mirándolo- yo no me iré de aquí ¿y si regresa y no nos ve? Se va a asustar mucho, no me quiero ir. -comenzando a llorar de nuevo.

Escucha mi amor, está refrescando, iremos a casa, nos daremos un baño e intentaremos descansar, los oficiales se quedarán aquí toda la noche, cuando Lisa vuelva ellos nos avisaran ¿esta bien?

¿Cómo puedes pensar en descansar? Nuestra hija anda sola por ahí.

No pienso en mi, amor, pienso en ti, te desmayaste hace un rato, estas débil, no podemos seguir aquí.

No quiero, no quiero irme.

Isabel no me obligues a usar la fuerza por favor.

Me vale lo que quieras hacer, yo no me moveré de aquí hasta que mi hija vuelva.

Muy bien, tu lo quisiste así -se levanta y cuando ella menos se lo espera la levanta cargando la sobre su hombro.

¡JOSÉ MANUEL! ¡BAJAME AHORA Mismo, TE LO EXIJO!

Definitivamente no -yendo hacia el auto.

ESTÁS LOCO. AYUDS, AUXILIO.

Isabel por favor calmate.

No me quiero ir, no me quiero ir, bajame. -le pegaba en la espalda.

¡Ya te dije que no! Iremos a casa y punto.

Llegan al auto, la sube y cierra con seguro hasta que el sube y se ponen en camino.

Lloraba- ¿cómo puedes estar tan tranquilo?

El mejor secreto guardadoOnde histórias criam vida. Descubra agora