El Mar En Tus Ojos. |Rick Grimes & Tú|

24

Destrozados

No están las armas por ningún lugar, la casa de Spencer está hecha una desastre.

-Van a matarla.-solté.

-No, nadie morirá.

Caminé hacia una ventana, pise algo extraño y cuando miré abajo había un tipo de tapa, la quité y empecé a sacar comida enlatada, alcohol, una bolsa con las armas que faltaban.

-Aquí están.-se los pasé a Rick.

-Ese maldito.

Rick corrió hacia Negan, se las entregó y yo me quedé a esperar a Spencer. Pasaron un par de horas, llegó y me miró desconcertado, enojado.

-¿Qué hiciste?

-Spencer, Negan quería todas las armas y tú tenias escondidas dos. Estaban apunto de matar a Oliva.

-Pero, pero...

-La gente se está muriendo de hambre y tú escondiste comida. El alcohol lo paso pero la comida... ¡Hay niños!

-Tú no me tienes que decir que hacer y que no, desde que llegaron murió Aiden, papá, mamá, todo estaba mejor sin ustedes.

-Murieron porque no estaban preparados y no te comportes como un niño.

-¡Rick me quitó a mi novia, mi familia!-gritó.

No dije nada, me seguía doliendo verlo aquí, él me quería.

Salí de su casa, la gente estaba destrozada, los salvadores se habían llevado casi todo.

-Es un desastre.-llegó Aaron a mi lado.

-Necesitamos pelear.

-Son muchos, nosotros no podremos.

-Tienes razón. Me tengo que ir.

Llegué a casa, no había ningún colchón, me acosté en el suelo donde Rick ya había puesto cobijas.

-Le dije que lo mataría.-Rick llegó y se acostó a mi lado.

-Lo juraste, te escuché.

Cerré los ojos, me dolía la cabeza.

-¿Sabias que Judith no es mía?

-Lo sé, pero eres su padre.

-Me siento como esa noche cuando me lo dijo Lori, en la granja.

-Podemos con ellos.

-¿Y si pelamos?

-Aun si nos unimos con Hilltop nos superan en número, en armas, municiones, todo.

-Puedes casarte con él y darnos información cuando estés ahí.

-Ni lo pienses. Primero tenemos que ver por los nuestros ahora. Después pelearemos.

-Mañana quiero ir a ver a Maggie y Sasha. Enid quiere ir, Aaron y Carl.

-Iremos.

Rick ya estaba acostado, abrí los ojos y giré para abrazarlo.

(...)

Llegamos a Hilltop, nos abrieron las puertas. Entramos y Maggie nos recibió primero, Enid corrió a ella y la abrazó.

-¿Está bien?.-le dije en el oído cuando la abracé.

-Si, todo está bien.

-Eso es bueno.