Midnight (AbbacchioxBruno)

Capítulo XXVIII

-¡Corran!- ordeno Mista en voz fuerte, tan pronto todos cruzaron la puerta. Atravesaron un enorme pasillo, y todo a su alrededor estaba semioscuro no podían mirar con claridad, apenas las ventanas dejaban que la luz de la noche iluminara el interior. Siguieron corriendo, pero nunca divisaron ninguna puerta, y la casa al llegar se veía tan pequeña por fuera, pero el interior demostraba todo lo contrario.

Leone sintió la desesperación, quiso transformarse para poder correr más rápido y encontrar a Bruno, sin embargo tan pronto lo pensó, las sorpresas empezaron a llegar al interior del hogar.

-¡Cuidado!- reacciono Risotto, quien venía tras de él, y le tumbo al suelo, a la vez que el par de dagas se atravesaron de sorpresa por el pasillo, para atacarlos. Mista con suma agilidad se detuvo antes, se apoyo sobre su rodilla y en un movimiento saco la ballesta bajo su gabardina y disparo al matusalén oculto, a la vez que Prosciutto lentamente camino detrás de él, para atacarle.

Mista reacciono y se aparto, a la vez que Risotto se puso de pie para interponerse entre ellos dos. Prosciutto camino tranquilo, y solo sonrió al ver que aquel a quien era su amigo, ahora se volvía su enemigo

-Váyanse- murmuro Risotto, y Prosciutto solo espero -¡Váyanse ahora!- ordeno de nuevo al dúo, pero no esperaba mas sorpresas de aquella casa, haciendo levantar una trampa, aparecer de la nada, una reja entre ellos dos. Para separar aquel grupo.

-¡Risotto!- reacciono Leone, corriendo hacia él, quiso detener la reja, sin embargo esta parecía estar hecha de plata, ya que Leone retrocedió al sentir el ardor en su mano, tan pronto la toco.

-Sin salidas, solo tú y yo- dijo Prosciutto, a la vez que lentamente se transformaba en lobo, ante su vista.

-Estaré bien, váyanse- reacciono Risotto, sin darle la espalda a Prosciutto –Falta poco para la medianoche, vayan por Bruno- insistió, respirando profundo, y atento a cualquier movimiento de Prosciutto.

-No, no vamos a dejarte- contesto Leone

-Nero el tiene razón, tenemos poco tiempo- insistió Mista también, tomándole del brazo, a la vez que volteo al otro extremo del pasillo, y aparentemente por arte de magia, apareció la siguiente puerta -Vámonos- repitió, y aunque Leone no quería, acepto.

Atravesaron la puerta, y cuando pensaron de nueva cuenta que volverían a correr, la siguiente habitación fue demasiado pequeña que enseguida aparecieron otras dos más.

-Decide- musito Mista, volviendo la vista atrás pero justo como lo esperaba ya no había nada, solo el camino hacia delante. Giorno jugaba con la mente de todos, solo podían ver lo que querían que viera.

-Estaré bien- le contesto Leone –Si encuentras a Bruno, sácalo de aquí y cuídalo por favor- le dijo, mientras tomaba la perilla de una puerta, y dejaba a Mista atrás, podía entender lo que se refería, que iban a romper el plan y se iban a separar.

Abrió la puerta, y sin pensarlo corrió tras de ella, solo era un pasillo ancho y largo, cubierto de un lado por el muro y las velas adheridas a la pared, mientras del otro solo eran los enorme vidrios que permitían ver la luna, como la noche avanzaba y Leone solo pensaba que tenía que apurarse, sacar a Bruno de ahí.

-¡Bruno!- grito, mientras corría de nuevo por aquel enorme lugar -¡Bruno!- insistió, pero solo se oía el eco de su voz, hasta que alcanzo la puerta final y la atravesó. Finalmente llegando a una habitación cerrada, todo seguía cubierto por ventanas, iluminándose también por la luna y el par de velas que rodeaban las paredes, y la cama donde estaba él.

-¡Bruno!- reacciono Leone, corriendo hacia él. Se detuvo frente a la cama, y no evito sentir el temor de tocarlo, de saber si era o no. sin embargo, tan pronto se armo de valor, extendionsu mano hacia el, sintió el gran alivio al tocarle del hombro al notar que no pasaba nada malo – Bruno despierta- murmuro, agitándolo lentamente, pero no respondía.