Capitulo XXVI

78 12 3
                                    

Trato de soltarse nuevamente, de alguna manera, de liberarse de las sogas que lo ataban, pero no podía lograrlo, y se estaba cansando, que las muñecas ya le ardían demasiado. Quiso volver a intentarlo una vez más, pero el optimismo en él se desvanecía tras cada intento fallido.

Oyó la puerta abrirse lentamente, reacciono rápidamente y miro atento, todo estaba en silencio. Trato de arrinconarse en la cama, mirar quien entraba pero no veía nada. No aparto la vista de ella, y cuando pensó que nada pasaría, la atravesó. Caminando con agilidad, y sumo silencio

-Shh- le susurro, tan pronto se acerco a él y lo reconoció. A la vez que le quito al menos la soga de sus labios

-Caín- susurraron al mismo tiempo, a la vez que sentía la daga tras su espalda. Lo habían descubierto.

-¿O debería decir, Abel?- le pregunto Giorno Giovanna, apretando la daga más contra su espalda y él solo se puso de pie correctamente, mientras Bruno solo miraba –Eres un maleducado, no respondes cuando te preguntan-

-La gente que no respeta, yo no la respeto- respondió Abel, mientras Giovanna solo sonrió

-Tienes razón, tu no mereces nada de respeto- reacciono Giorno, pegándole por la espalda, y le tomo tras del cuello para arremeterle contra la pared

-¡No!- reclamo Bruno, pero Giorno le ignoro

-Ahora dime Abel ¿Cómo esta Buccellati? ¿Ya sale de su madriguera?- se burlo Giovanna, amenazando al matusalén con la navaja en su rostro

-No ofendas a tu creador-

-¡Yo no le pertenezco a nadie!- alzo la voz Giovanna, apretando la punta de la daga contra su mejilla, haciéndole una pequeña cortada –Mejor responde... ¿Estas solo? ¿O vienen mas inútiles contigo?- le amenazo, apretando mas la daga pero Abel no le dijo nada

-¡Dime!-

-Aun no puedes leer la mente- se burlo Abel, sonriendo, haciendo enojar a Giorno Giovanna, quien aparto la navaja del rostro, le pego en la cara y hundió la navaja contra su cuerpo. Abel no se defendió.

-¡Giorno, basta!- grito Bruno, tratando de soltarse pero no tenia ni un solo resultado

Giovanna se aparto de Abel, quien solo soporto el dolor de la herida y lentamente se deslizaba contra el suelo, afortunadamente era un arma común.

-¡Por favor! No seas dramático- se quejo Giorno –Pude haber usado una estaca contra tu patético corazón, o la navaja bendita que usa tu querido Buccellati para acabar con tu miserable vida. - le dijo, y se acerco a Bruno. Le rompió las sogas que le ataban, y le tomo bruscamente del brazo, levantándolo de la cama. Bruno quiso negarse, pero no pudo soltarse

-Además- hablo Giorno, mirando a Abel en el suelo –Tantos años no han pasado en vano Abel, se aprenden tantas cosas que uno se sorprende. Mira y aprende- le dijo, y tomo a Bruno de los hombros, para apretarlo contra la pared

-¡Déjame ir!- reclamo Bruno, y trato de empujarlo, golpearlo pero Giorno con facilidad pudo evitarlo – ¡Nunca voy a quererte!-

-No necesito que lo hagas por ahora- contesto Giorno –Solo quiero tu cuerpo y tu corazón latiendo por mas tiempo... luego tu alma será mía-

-¡NO!-

-¡Mírame!-

-¡No! ¡Déjame! ¡Suéltame!- reclamo Bruno, golpeándole el pecho. Pero Giovanna hizo uso de la fuerza, le soltó de los hombros, tomo el rostro entre sus manos y obligo a mirarlo

-¿Qué estas haciendo?- reacciono Abel, pero Prosciutto apareció deteniéndolo contra el suelo, antes de que el matusalén se atreviera a levantarse.

Midnight (AbbacchioxBruno)Where stories live. Discover now