Capítulo doce

60 11 5
                                    

De lado a lado veo a Derek caminar en la sala de mi apartamento

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

De lado a lado veo a Derek caminar en la sala de mi apartamento. Se detiene, me mira para decirme algo, pero se le atoran las palabras. Sigue caminando de lado a lado murmurando cosas para sí mismo. De verdad que no entiendo qué rayos hace. Ira hacer un maldito hoyo en el piso o simplemente será el mismo shock que yo tengo. Hago una mueca de fastidio de solo pensar en todo lo que está pasando, cuando le doy la espalda, mis pies se despegan del suelo y siento un apretón en la cintura.

—Mia Principessa, eres tu. Jamás pensé... —me aprieta tan fuerte, como cuando abrazas un primo que no ves hace años—. Jamás pensé verte en persona. —Me aprieta más fuerte cerrando sus ojos—. El mundo es muy pequeño. Sabes...

—¿Pero que estas haciendo? —digo que mientras me trato de zafar—. Espacio personal, helloooo.

—Oh perdon, perdon. —dice mientras me pone nuevamente en el suelo—. Es que a veces no controlo mis emociones bien. — me da una sonrisa sincera.

—Gravedad nuevamente en mi cuerpo.—digo en alivio. —Me gusta estar con mi pies en la tierra, sabes. —acomodo mi camisa y le doy una sonrisa amable de boca cerrada.

—De Verdad que eres una caja de pandora —me explora con su mirada, una mirada con detenimiento, como si me analizará—. Quien diria que de todas las personas que existen en el mundo. Tu serias mi compañera de juegos. —me da una sonrisa nerviosa.

—¿Y esa sonrisa a que se debe? Nunca habia visto ningun tipo de expresión en ti. Siempre estas con la cara modo "Soy lindo, por favor amame" —mis labios cantan victoria, formando una sonrisa.

—¡Bueno! conocerte en persona cambia muchas cosas. —me mira directo a los ojos. Casi siento que puede ver mi alma oscura—. Tu conoces muchas cosas de mi, muchos secretos y vulnerabilidades que conté en el pasado. —Su tono se convierte en uno muy frío y fuerte—. Así que mantén tu boca cerrada.

—¿Y que si no lo hago? —bufo y miro hacia al lado.

Derek comienza a caminar hacia a mi. Dándome una mirada de arriba abajo. Y yo trago saliva, por que este chico de verdad que me pone nerviosa en ocasiones. Se para de frente a mí, tan cerca que puedo sentir como se me pone la piel de gallina. Su aura de hombre fuerte me intimida un poco, pero no retrocedo ni un pelo. El se pega a mi tanto, que puedo sentir el olor de su perfume llenar mis pulmones.

—Deberías recordar una cosa preciosa. Yo no soy el único que ha dejado secretos y vulnerabilidades expuestas. —me susurra en el oído—. Yo también conozco las tuyas y se todos tus puntos débiles. Así que hagámonos un favor y mantengamos la paz entre nosotros. —se despega de mi y yo solo puedo darle gracias al cielo por eso.

—¿Siempre eres así de arrogante sin el control de videojuegos? —digo, pero me arrepiento rápidamente de mis palabras.

—No siempre. —me da una sonrisa picara—. En muchas ocasiones puedo ser muy sutil. Eso lo sabes bien —me tira una guiñada.

Escritoras Descaradas (en Pausa) Where stories live. Discover now