Capitulo seis

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La voz de mi hermana me trajo a la realidad del trance en el que me quede, retumbando en mis oídos como un pitillo

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La voz de mi hermana me trajo a la realidad del trance en el que me quede, retumbando en mis oídos como un pitillo.

-Ay pero Sorita, que haces viraste la copa. ¿Estas borracha ya?- se acercó a mi. - No puedes beber tanto, nunca has sido tolerante al alcohol.-

-Y me imagino que tu si. ¿Verdad brujita? Porque la verdad eres como impresionante, todo lo haces perfecto. Es como las barbies, que son así como.multiusos.- Las palabras dejaron la boca de tatiana sin ningún filtro y llenas de sarcasmo. - A ver y ustedes dos ¿Que hacen aqui? Se les perdió el camino a su casa o ...-

-Tatiana, cálmate.- Le respondo mirándola a los ojos. Ella entendió mi mirada. -A ver diganme ¿A que la grata sorpresa?- Digo fingiendo alegría.

-Bueno Sorita, pero primero dinos como has estado. Mamá me contó que andas desempleada. Te puedo ayudar con dinero si asi quieres. - sonrió amablemente.

-Pues brujita, no se si sabes pero a Soraya le va muy bien y no creo que necesite tu dinero después de todo.- Dijo tatiana dándose el último sorbo de su vino.

-A ver Tatiana, ya vas a empezar, ¿no puedes dejar que ella hable sola? Déjame conversar con mi hermana ¿no?-

-Claro la misma hermana que nunca llamas ni buscas. No sabia que hacia se llevan las relaciones entre hermanas. Que bueno que no tengo una, porque eso se siente como una enemiga que te dan desde el nacimiento sin pedirla.-

La tensión entre mi hermana y Tatiana se empezaba a sentir. Se miraban una a la otra restante. Parecía una competencia de quién pestañea primero. Estaba apunto de hablar para romper el silencio incomodo hasta que escuche esa voz varonil que me derrite el corazón.

-Soraya ¿podría usar tu baño un momento?- dice mientras me escanea con su mirada de arriba abajo y yo trague saliva bajando la cabeza.

-Si. Está a la derecha luego del pasillo.- Miro a mi hermana y Tatiana que todavia estan matandose con las miradas. -A ver ustedes dos. Pueden quedarse tranquilas sin pelear en lo que lo que busco algo para limpiar este desastre.-

-Ok Sorita, pero no te tardes que tengo algo que contarte importante.-

-Oigan a la Sory ya pareces mi madre.- Dijo entre risas. -Pero dale tranquila que yo mira me quedo tranquilita aquí.-

Me levanto para ir a la cocina, pasando por el pasillo para llegar, el mismo pasillo que él. Esteban. Mi amado Esteban, el único hombre que he amado con todo mi ser y que me abandonó por mi hermana. Juro que no se como no puedo odiarlo. Realmente no lo puedo culpar, la verdad es que mi hermana es hermosa es una morena alta de cabello negro hasta las caderas, con aires aventureros y acento en su hablar. Ella vivió en el extranjero mucho tiempo y adopto todo lo exótico de esos lugares. Es como una pocahonta viviente, pero con el cuerpo de la Beyonce. Todo lo hace bien, es axfisiante. A veces maldigo el dia en que mi madre la trajo del hospital vestida de rosado y yo feliz diciendo que le prestaría mis muñecas y seríamos las mejores hermanas del mundo. Pero a ella como que no le llego el mensaje que eran las muñecas, no los novios. (Calmate Soraya, busca la escoba y cálmate). Voy peleando con la oscuridad de la cocina para buscar la escoba y unos paños para limpiar el desorden, cuando de momento siento unas manos abrazando mis caderas.

Escritoras Descaradas (en Pausa) Where stories live. Discover now