Perder el control {Todoroki Shoto}

★Capítulo 5★

"Ya me quiero ir a mi casa" Pensé bufando, gracias a la astucia de Tokoyami pudimos conseguir unos puntos adicionales. Midoriya lloró de emoción, gracias al hombre pájaro pudimos pasar los cuatro a la última ronda: las peleas. Mi oponente sería una chica llamada Yaoyorozu Momo.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Present Mic quien anunciaba un breve intervalo para almorzar. Shinso me sonrió, nadie se había percatado de su Kosei sin embargo había hecho que dos participantes se retiraran debido a la confusión que este les había provocado. Hizo un ademán fanfarroneando de su posición, siempre había sido un presumido y amaba generar esa incertidumbre en sus enemigos, algo muy propio de su Lavado de Cerebro. Caminamos juntos hacia el comedor donde el resto de nuestro compañeros nos esperaban para fingir interés y darnos palabras de aliento, la aglomeración de gente me agobiaba ya que nunca nadie se atrevía a acercarse tanto a mi. Un mensaje de texto hizo que mi excusa para escapar de ese estado sea presente: mi padre diciéndome que vaya con él.

 Papá es médico: médico clínico de Quirks para ser más específica, su particularidad era rayos equis, podía ver cada vena, músculo o hueso de cualquier persona. "Debe ser por los brazos de los chicos esos" supuse. A fin de cuentas a esta altura deben estar sintiendo molestias, y efectivamente; a penas abrí la puerta de su despacho los dos muchachos me mataban con la mirada, ambos con un brazo sobre la mesa y con el uniforme arremangado dejando ver un unas venas hinchadas y las extremidades moradas. Bufé entrando al despacho con el paso lento. En cuanto a mi padre me observaba como siempre: con decepción, negando con la cabeza y frunciendo los labios, de brazos cruzados y moviendo el pie con impaciencia. 

—Tsukare ¿Tienes algo que ver con esto?—Preguntó con cinismo, se notaba de lejos que estaba enfadado pero que lo trataba de ocultar. 

—¿Yo? Para nada papá—Contesté con falsa inocencia fingiendo incredibilidad.

—No mientas, los dos tienen la misma herida en el hombro, con ambos tuviste encuentros previos, y con los dos hiciste uso de tu particularidad. Esto es serio, hija, sino hubiesen venido ahora al consultorio estarían perdiendo el brazo antes de que inicien los combates—Dijo esta vez en tono regaño con un toque de preocupación—Ahora quiero que arregles esto, y que te disculpes con los dos.

—¿Qué?—Pregunté desconcertada—Lo puede hacer la ancianita ¿Por qué yo?

—Tu fuiste la responsable, tu te haces cargo—Respondió con el entrecejo aún más apretado. En cuanto a Todoroki y Bakugo, ellos me miraba al igual que yo a ellos, con odio, pero ellos ocultaban el obvio dolor que les producía mi intervención. Gruñí como respuesta, me acerqué primero al niño explosivo para golpearle en la nariz, produciendo que saliera sangre de esta, y antes de que me vuele en mil pedazos, manché mis dedos y activé mi Quirk. Una vez estimulado pasé la yema de mis dedos delicadamente por su herida haciendo que su sangre fluya y deshaciendo la obstrucción. El chico de ojos escarlata hacía muecas de dolor  que intentaba ocultar, pero las sensaciones ganan, haciendo que su cara se arrugara por mi acción. En cuanto me dirigí al último afectado este me frenó evitando un golpe que deseaba darle en la cara, en cambio me indicó que tomara del líquido que caía de una pequeña lastimadura en su cuello. Pasé mi pulgar e ingerí su sangre para después repetir el mismo procedimiento que con Bakugo, nada más que este se tensaba en lugar de hacer muecas expresando su tortura — Ahora pídeles perdón— Ordenó firmemente.

Exhalé con pesadez, inclinándome un poco, cediendo a las peticiones de mi progenitor. Pero fui interrumpida por el muchacho bicolor, que dijo un corto y seco.

—Que perdida de tiempo— Para luego cruzar la sala e irse por la puerta dejando el lugar con un sonoro portazo que retumbaba por las paredes. Me enojé más, "Que mal educado" pensé, dejándome libre a mi disculpa con Bakugo.

Tras pasar la vergüenza de mi vida, mostrando debilidad frente a un enemigo, y el sermón interminable de mi padre, me dediqué a vagar por los pasillos del lugar tratando de matar el tiempo para que se de inicio a los combates. Pateaba una bola de papel arrugada mientras me sumía en mis pensamientos ideando un plan para atacar a Yaoyorozu. Pero mis razonamientos fueron violentamente interrumpidos por un muchacho que me acorraló contra la pared, Todoroki Shoto se encontraba a escasos centímetros de mi rostro, pudiendo así sentir su aroma y su respiración chocar contra la mía. Tragué en seco poniéndome nerviosa, jamás se me había acercado tanto alguien, usualmente desconfían de mi e intentan poner distancia en mi. El joven me miraba  con disgusto y enfado, sus ojos yacían sin brillo, clavados en los míos, sintiéndome pequeña.

—¿Cuál es tu Kosei?—Preguntó con voz grabe e increíblemente seductora. Titubeé unos segundo, recobrando la compostura y evitando que se note mi obvio nerviosismo ante la situación. 

—Eso no te importa—Dije fingiendo seguridad. Rio burlonamente acortando más la distancia entre ambos, esto ya me estaba incomodando y enfadando. Recorrí sus facciones para frenarme en sus ojos heterocromáticos, de los cuales uno era adornado por una evidente mancha bordó—¿Y tú por qué traes esa cicatriz? ¿Todo bien en casa?—Interrogué desafiante, arrimándome esta vez yo, en un ciego intento de demostrar mi valentía, la cual escaseaba. 

El muchacho corrió el rostro con desgano, suspirando con frustración, ganando una sonrisa triunfante de mi. Jaque mate Mitad Mitad. Se alejó mirándome de pies a cabeza hasta estar a una distancia normal.

—Esto no se quedará así—Amenazó apuntándome con el índice acusadoramente, me dedicó una última mirada de odio y se marchó si decir una sola palabra más, quedando el pasillo en silencio y yo aún en estado de shock. Me desesperaba estar cerca de la gente.  

Recobré la compostura gracias a la sonora voz de Present Mic, indicando que la primera pelea estaría por comenzar. Corrí a mi asiento emocionada, pues la primera batalla sería Midoriya Izuku y Shinso Hitoshi, mi primo. 

Buenas! En multimedia tienen una representación de cómo es Nigiyaka Tsukare, es un dibujo hecho por mi. Háganme saber si les está gustado la novela, es muy importante para mi.

Les mando un saludo y Plus Ultra.