Capítulo 31

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Harry y Ron se alejaron, sin atreverse a creer que se hubieran librado del castigo, al doblar la esquina, oyeron claramente a la profesora McGonagall sonarse la nariz.

- Ésa - dijo Ron emocionado - ha sido la mejor historia que has inventado nunca.

No tenían otra opción que ir a la enfermería y decir a la señora Pomfrey que la profesora McGonagall les había dado permiso para visitar a Hermione.

La señora Pomfrey los dejó entrar, pero a regañadientes.

- No sirve de nada hablar a alguien petrificado - les dijo, y ellos, al sentarse al lado de Hermione (Harry del de Draco, el cual su colar estaba en la mesita de al lado), tuvieron que admitir que tenía razón, era
evidente que ni Hermione ni Draco tenían la más remota idea de que tenían visitas, y que lo mismo daría que lo de que no se preocupara se lo dijeran a la mesilla de noche.

- ¿Vería al atacante? - preguntó Ron, mirando con tristeza el rostro rígido de Hermione - por que si se apareció sigilosamente, quizá no viera a nadie...

Pero Harry no miraba el rostro de Hermione, ni el de Draco porque se había fijado en que sus manos derechas, apretadas encima de las mantas, aferraba en el puño un trozo de papel estrujado.

Asegurándose de que la señora Pomfrey no estaba cerca, se lo señaló a Ron.

- Intenta sacárselo - susurró Ron, corriendo su silla para ocultar a Harry de la vista de la señora Pomfrey.

No fue una tarea fácil, la mano de ambos apretaba con tal fuerza el papel que Harry creía que al tirar se rompería, mientras Ron lo cubría, él tiraba y forcejeaba, y, al fin, después de varios minutos de tensión, el papel salió.

Y luego el otro.

Era una página arrancada de un libro muy viejo. Harry la alisó con emoción y Ron se inclinó para leerla también.

De las muchas bestias pavorosas y monstruos terribles que vagan por nuestra tierra, no hay ninguna más sorprendente ni más letal que el
basilisco, conocido como el rey de las serpientes. Esta serpiente, que puede alcanzar un tamaño gigantesco y cuya vida dura varios siglos,nace de un huevo de gallina empollado por un sapo, sus métodos de matar son de lo más extraordinario, pues además de sus colmillos mortalmente venenosos, el basilisco mata con la mirada, y todos cuantos fijaren su vista en el brillo de sus ojos han de sufrir instantánea muerte, las arañas huyen del basilisco, pues es éste su mortal enemigo, y el basilisco huye sólo del canto del gallo, que para él es mortal.

Y debajo de esto, había escrita una sola palabra, con una letra que Harry reconoció como la de Hermione: «Cañerías.»

Vio el de Draco era la misma pagina (de otro libro obviamente), tenía «Cañerías» En la parte superior de la pagina y en la parte inferior un «Confío en ti, Harry», si esa era la letra de Draco.

Fue como si alguien hubiera encendido la luz de repente en su cerebro.

- Ron - mustió - ¡Esto es! Aquí está la respuesta, el monstruo de la cámara es un basilisco, ¡una serpiente gigante! Por eso he oído a veces esa voz por todo el colegio, y nadie más la ha oído: porque yo comprendo la lengua pársel...

Harry miró las camas que había a su alrededor.

- El basilisco mata a la gente con la mirada, pero no ha muerto nadie, porque ninguno de ellos lo miró directo a los ojos, Colin lo vio a través de su
cámara de fotos, el basilisco quemó toda la película que había dentro, pero a Colin sólo lo petrificó, Justin... ¡Justin debe de haber visto al basilisco a través de Nick Casi Decapitado! Nick lo vería perfectamente, pero no podía morir otra vez... Y a Hermione, Draco y la prefecta de Ravenclaw los hallaron con aquel espejo al lado, Hermione y Draco acababan de enterarse de que el monstruo era un basilisco ¡Me apostaría algo a que alguien de ellos dos le advirtió a la primera persona a la que encontró que mirara por un espejo antes de doblar las esquinas! Y entonces sacó el espejo y...

[HIATUS] No elegí Enamorarme  / Drarry HarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora