Deseo.

5.5K 531 312
                                    

Neji se dirigió hacia mi habitación y abrió la puerta de golpe. Solo se escuchaban nuestras respiraciones. Yo no distinguía el olor de Deidara, pero porque mi casa entera olía a él prácticamente.

Neji seguía sin decir absolutamente nada y juro que nunca había odiado tanto estar ciega como en este momento.

Me acerqué al Hyuga y toque su brazo.

Su respiración estaba un poco acelerada, pero la sensación que su cuerpo desprendía se parecía más a la indecisión que al enfado y por lo tanto, yo seguía sin entender que hacia allí parado y que pasaba delante de sus ojos o en su cabeza.

-¿Pasa algo?-Pregunté al fin. Más silencio. Su respiración se paró unos segundo y de nuevo volvió a ser acelerada y desigual.-Por dios Neji, ¿Pasa algo?-Pregunté ya, exasperada.

Pareció reaccionar, giró sobre el mismo para quedar cara a cara a mí, ya que yo estaba a sus espaldas.

-No, no hay nada en la habitación.-Su voz sonó firme pero distraída.

-Entonces, ¿Porqué demonios estabas ahí parado? Te recuerdo que estoy ciega y no saber que está pasan...-No pude seguir hablando porque sus labios se posaron en los míos.

Fue un beso suave y con calma, yo estuve unos segundos con los ojos abiertos por la sorpresa y el enfado de que no me hubiera dejado seguir hablando, pero tarde poco en reaccionar y colocar mis manos sobre su pelo, acariciándolo.

Él, mientras tanto, acariciaba mi cintura con sus manos, haciéndome un poco de cosquillas.

En realidad no sé qué estaba pasando. Ni si quiera sé por qué le pedí yo ese beso antes. En realidad no sé si era esto lo que realmente quería, pero es lo que estaba pasando.

De pronto, sus manos se dirigieron a mis muslos, y me levantó del suelo, por instinto rodee mis piernas en él, y se dirigió conmigo encima hacia la mesa de la cocina, sin romper el beso. Me dejó sentada sobre ella, quedando entre mis piernas.

La cara me ardia, y el cuerpo comenzaba a hacerlo también, y, culpando a mis hormonas por esto, mis manos cogieron el extremo inferior de la camiseta de Neji, tirando de ella hacia arriba, el se separó unos segundos de mi y levantó sus brazos para poder deshacerme de la prenda y la tiré vete tú a saber dónde.

Mis manos se posaron esta vez en su pecho, notando ahora su piel contra mis manos, y unos latidos acelerados, aunque esta vez por motivos diferentes.

Se separó unos instantes del beso y note su intensa mirada sobre mi, colocando una de sus manos sobre las mías contra su pecho. Podía notar en el algo que no había notado nunca antes: deseo.

Yo en esos momentos sentía tantas ganas de salir de ahí corriendo como de besarle, y no sabía muy bien cuál terminaría haciendo. Más aún cuando me paré a pensar que seguía sin entender cómo habiamos llegado a esta situación después de semanas sin hablarnos.

-Quiero que entiendas, que yo solo deseo esto junto a ti.-Su voz se oía contundente.-Yo y mis hormonas, claro.-Rió por lo bajo.-Y que siempre ha sido así.

De pronto el rostro del rubio de Akatsuki vino a mi mente, y me revolví en mi asiento sobre la mesa.

-¿Hay algún motivo por el que digas eso, Neji?-Mi voz sonó mucho más calmada de lo que esperaba.

-Estas semanas han sido complicadas.-Carraspeó.-Sin embargo, entendí la verdad de tus palabras cuando la realidad chocó contra las paredes de mi casa.-Yo fruncí el ceño ante esa metáfora.-No podemos estar juntos a medias tintas, tu y yo no sabemos de amor a medias, y entendí que si no resolvía mis conflictos internos, no sería capaz de estar contigo entregando todo lo que una persona pueda entregar por otra.-Mi boca se abrió un poco ante la sorpresa de sus palabras.-Supongo que la decisión que tú tomaste el día que no me dejaste volver a esta casa, fue la mejor y la más madura que se ha tomado durante nuestra... ¿Relación? Mejor digamos sobre nuestro recorrido. Aunque me ha costado mucho asimilarlo.-Apretó mi mano.-Y entiendo que durante el tiempo en el que me quedé aquí, solo desgasté el poco amor que nacía en ti dentro de la oscuridad. Cuidarte lo plantee más como una necesidad que como un deseo. Y nada se podía construir a partir de eso.

Yo abrí y cerré la boca varias veces sin saber muy bien que decir. En mi cabeza estaban pasando demasiado cosas y demasiado rápido.

A veces se me olvidaba que no éramos unos niños. Que Neji ya no era aquel chico de 13 años que me besó fugazmente en la entrada de la aldea.

-Muchas gracias, Hyuga.-Sonreí.-Nos ha costado 3 años separados y una ceguera casi mortal entender que no podemos basar nuestro amor solo en la necesidad y en la dependencia que nos genera en nuestro interior el otro. Que quererse no es todo.-Reí.-Eso era bonito cuando éramos niños.-Suspiré.-Y...¿Como vas con tus conflictos internos?

-Hablar conmigo mismo está siendo complicado la verdad. Ahora entiendo lo que cuesta lidiar conmigo.-El ojiperla soltó una carcajada y yo me mordí el labio, deseando poder verle mientras ríe. Lleve la mano a su mejilla.-Pero... entre mis conversaciones internas y mis conversaciones con Lee y Naruto he tenido algo de tiempo libre...-Yo ladee la cabeza.-Igual he estado investigando por mi cuenta y he conseguido tus documentos de identidad archivados en el despacho de la Hokage...

Yo por instinto me eche hacia atrás y separé mis manos de él. Mi cuerpo temblaba ante lo que sentía que iba a venir

-¿Que quieres decir, Neji?

-Quiero ir a tu antigua aldea, tengo las coordenadas en tu informe.

Espero su estéis bien y a salvo del coronavirus ❤️

Estoy deseando leer lo que os ha parecido este cap

Por ti. [2° temporada]Where stories live. Discover now