Maldita sea.

4.6K 491 205
                                    

Por unos segundos dudé de mi respuesta.

En estos momentos me gustaría poder observar los ojos perla del Hyuga, porque sé que muchas de mis dudas se disiparian.

—Claro.—Respondí al fin.

Noté como Neji soltaba un suspiro y acto seguido su cuerpo se acercaba. Yo caminé hacia dentro de la casa y note sus pasos tras de mí.

—¿Has redecorado la casa?—Preguntó el ojiperla con curiosidad. Yo ladee la cabeza. No sabía a qué se refería.

—Mmm, ¿Por?

—Hay varios jarrones de arcilla que no había visto antes.—En mi cabeza encajó todo. Abrí los ojos con sorpresa y maldije por lo bajo al rubio de Akatsuki.—Aun que ahora que me fijo, la casa huele un poco a arcilla, ¿Has empezado un hobby mientras no estaba aquí?

—¡Si!—Me apresuré a responder.—Estar tanto tiempo aquí sola es aburrido, ¿Sabes?

—¿Aburrido? Vaya, eso significa que no has avanzado demasiado en tu investigación, ¿No?

Lo cierto es que no había vuelto a ver desde la vez que casi mato a Deidara. Sin embargo, hace unas semanas que caímos en la cuenta de que había quien se nos escapaba.

*Flashback*

—Deidara, ¡No estamos avanzando nada!—Grité exasperada dando vueltas por la habitación.

Habían pasado ya un par de semanas desde nuestros encuentros, y si, cada día conocía un poco más del rubio de Akatsuki, pero en cuanto a mí, mi hermano y Akatsuki, seguía en el mismo punto.

—¿¡Y que quieres que haga yo!?—Gritó el igualmente.

—Oh, perdone humilde aldeano, ¡ES QUE PENSABA QUE HABLABA CON UNO DE LOS CRIMINALES DE RANGO S QUE FORMA PARTE DE LA ORGANIZACIÓN QUE CASI ME MATA!—Dije, o más bien, grité de nuevo, irónicamente.

Deidara resopló, y note como se incorporaba en la cama. Dio unos golpecitos a su lado, indicando que me sentase a su lado. Yo respiré y me acerque a él.

Siempre que estaba a unos centímetros de Dei, notaba como su cuerpo desprendía calor. Yo sonreí por instinto ante esa sensación cálida y agradable, y dejé reposar mi mejilla en su hombro.

Creeme, si yo pudiera saber qué pasa ahí dentro, esa información te llegaría, ¡Pero no hay manera!—Dijo calmado pero con irritación en su voz.—Lo único que llego a pensar es que Sasori era quien sabía todo, y... Eto... Lo matasteis.

Yo negué con la cabeza.

—¿De verdad crees que Sasori sabía algo? Quiero decir, si fuera así, ¿No estaría la organización algo agitada después de su muerte?

—Supongo.—Noté como el ojiazul se encogía de hombros.

—Alguien se nos escapa...—Por un momento, pensé que nunca saldría de esta situación, que jamás encontraría la salida. Hasta que de pronto lo recordé.—¡El libro Bingo!

—¡Ahí salgo yo!—La voz de Deidara sonó con orgullo. A lo que yo respondí golpeandole la cabeza.

Cogí a Dei del brazo y lo arrastré fuera de la cama.

—Mira en la estantería por si tuviera un ejemplar por ahí.—Dije con autoridad. Oí como él movía algunos libros y sonreí ligeramente.

—¡Bingo!—Dijo Deidara después de rebuscar un rato. El sonido de sus pasos se dirigió dirección a mí pupitre y yo le seguí. Me quedé en silencio esperando a que Deidara diera con algo. Oí como abría y con expectación espere lo que tuviera que decir.—Salgo guapo en la foto eh.—Dijo desprendiendo egocentrismo. En qué maldito momento había confiado en este ser para algo.

—¡Deidara como no saques tu cabeza de tu culo juro que te daré un puñetazo como el del otro día!—Dije alzando el puño en un intento de amenaza.

—Tks.—Gruñó. Oi como pasaba páginas.—Pain y Konan no salen.—Sentenció.

—¿Son los únicos que no salen?

—Mmmm... Si.—Yo alce una ceja  condescendiente. No había sonado para nada seguro.—Tobi tampoco sale, pero es como la mascota del grupo. No hay de que preocuparse.

Yo dudé unos segundos pero decidí tomar sus palabras.

—¿Que sabes de ese Pain y Konan?

—Nada.

—Pues ya sabes por dónde empezar.—Cuando iba a dirigirme hacia la cama me di cuenta. Fui hacia Deidara y le propine un puñetazo en la cara.—¿!Enserio en este tiempo no se te había ocurrido pensar en esos dos!?

Realmente era idiota.

—¿Que querías?—Decidi ignorar el último comentario de Neji.

El silencio inundó la sala unos segundos.

—En realidad no lo sé.

Dirigí mis pasos hacia el y puse mis manos en su pecho. Su tacto era frío, tan distinto al del rubio de Akatsuki.

Noté sus latidos en mis palmas. Latía rápido. No pude evitar que mi corazón se desbordara de emociones y se acelerará junto al suyo.

—Esta bien. Me gusta que estés aquí.—Noté como su corazón aún latía más rápido. Y algo tomo el control de mi.—¿Te puedo besar?—Mi voz sonó con potencia, casi como súplica.

Antes de que Neji pudiera decir nada algo sonó en la habitación. El ojiperla dudo unos segundos pero se separó de mi y tomó rumbo a mi habitación.

Maldita sea.

Hola buenas! Siento que el capítulo sea tan corto y soso, pero por algo se reempieza!

Espero que os guste! 💜

Por ti. [2° temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora