Por ti. [2° temporada]

Es irónico, ¿no?

Ningún rayo de Sol hizo falta para despertarme. Después de la visita de Deidara y de la limpieza silenciosa y cansada de su maldita arcilla, me aseguré de dejar la persiana bien bajada para que nada de luz se pudiera filtrar y así poder descansar con tranquilidad.

Uy, pero si soy ciega. Vaya fallo.

Respiré hondo al recordar la noche anterior. Posiblemente una de las más raras de mi vida. Aun que, bien, he tenido tantas noches raras que no me sorprende ya nada.

Aun que no puedo negar que la adrenalina me subió cuando tenia que ir de aquí para allá ciega y silenciosa en busca de productos de limpieza, para eliminar aquella pasta blanca sin que Neji se enterase. Uhg.

¿Debería levantarme de la cama? Me pregunté a mi misma. Estaba tan a gusto entre las sabanas. Era como si mi cuerpo no respondiera.

Suspire y estire mi cuerpo.

Sin ningún tipo de idea de que hora podía ser, me levanté. Podía escuchar ruidos en el exterior de la casa pero nada dentro.

Con algo de torpeza llegué a la puerta de la habitación y salí de mi pequeño rincón.

─¿Hyuga?─Pregunté lo bastante alto como para que mi voz retumbara por la casa. Hice un mohín con los labios.─Tengo hambre.

Iba arrastrando los pies. Aun tenia demasiado sueño. Creo que cuánto más duermo más sueño tengo y se convierte en un circulo vicioso que llamo "ser una vaga".

Pude alcanzar a escuchar susurros en la entrada. Y allí me dirigí.

Arrugué la nariz. Un olor algo familiar entraba por mis fosas nasales. Seguí caminando hacia la entrada y asomé mi cabeza por una de las puertas, así oyendo con más claridad sus voces.

El olor de Neji era ya distinguible para mi pero había uno que no tanto. Uhm.. madera y... Vainilla... ¿¡Shikamaru!?

No era capaz de reconocer lo que decían. ¿Si perdías un sentido no desarrollabas los demás?

Intenté concentrarme. Contuve la respiración tratando de que ni ese mínimo ruido me molestase al escucharlos.

-Es irónico, ¿no crees?-La voz de Shikamaru sonaba con sarcasmo.

Una carcajada sin gracia se escapó de los labios del Hyuga.

-Por alguna razón no me sorprende.-Respondió con algo de sorna.

-Aun no hay nada seguro de todos modos.-Aclaró de forma seria ahora el Nara.

-Yo si estoy seguro.-Algo en la voz del Hyuga hizo que mi piel se pusiera de punta. Y no lo entendí.

Ya no fui capaz de aguantar más mi respiración y solté un suspiro demasiado sonoro.

Los susurros cesaron y con un golpe seco la puerta se cerró. Yo escondí mi cabeza tras la pared.

Oí los pasos del Hyuga acercarse y di unos pasos para atrás. Toqué una mesa que había a mi costado y, me di cuenta de que estaba en la cocina.

Una imagen de mi casa vino a mi mente y corriendo y esquivando cosas entre al baño antes de que el Hyuga me alcanzará.

Cerré tras de mi la puerta y respiré hondo. Por los pelos.

¿De qué hablarían esos dos? Puse la mano bajo mi barbilla pensando mientras me sentaba sobre la taza.

Contra la puerta se escucharon unos golpecitos. Los nudillos de Neji.