La misión.

4.3K 345 244
                                    

Arrugue la nariz cuando un rayo de sol chocó contra mi cara. Ser ciega me había permitido durante meses no tener que recordar que debía bajar la persiana antes de dormir, pero ahora ya no me valía. Podía decir que mi visión estaba recuperada en un 70%.

Me revolví en la cama y busque el calor del cuerpo de Neji Hyuuga. El cual no encontré. Gruñí ante esto. Silencio. Volví a gruñir.

Neji y yo habíamos pasado los dos últimos días en la cama, prácticamente, solo salíamos de ella para cumplir necesidades básicas.

Volví a gruñir.

—No eres un animal, puedes simplemente decir mi nombre.—Escuché que el susodicho decía desde la puerta de la habitación. Su olor a regaliz impregnó el ambiente.

Yo abrí un ojo y le miré. Iba sin camiseta y tenía los brazos cruzados sobre su pecho, su mueca de seriedad tan característica en él, pero el pelo más revuelto que de costumbre. Mi ___ interior sonrió orgullosa. Aquel hombretón estaba enamorado de mi.

—Hyuuga, no entendemos la vida igual.—Dije remoloneando en la cama.—Hasta que no llevo dos horas despierta no empiezo a ser un humano funcional.

El simplemente negó con la cabeza. Yo abrí al fin los dos ojos para poder mirarle mejor.

—Hoy nos vamos a la misión.—Dijo acercándose a mí. Yo solo mire al techo, y aunque mi corazón dio un vuelco dentro de mi pecho, intenté que mi expresión fuera lo más neutra posible.

No sólo me atormentaba la idea de volver a pisar mi antigua aldea, sino que había aceptado escaparme de mi equipo para irme con el mismo criminal que participó en aquel exterminio para aún no sé bien qué.

Suspiré.

—¿No nos podemos quedar aquí metidos?—Dije haciendo un puchero y caminando sobre la cama a cuatro patas para acercarme al ojiperla que se había adentrado aún más en la habitación.

El apartó la mirada. Mi ___ interior volvió a sonreír. Había descubierto un nuevo efecto que yo tenía sobre Neji -y él sobre mi- y era divertido usarlo.

—Tks.—Me dio la espalda y pude observar todo un mapa de arañazos sobre ella.—Empieza a empaquetar lo necesario, nos tenemos que ir en pocas horas.—Dijo saliendo de la habitación al fin.

Durante mucho más rato del que me gustaría admitir, algunas lágrimas silenciosas resbalaron sobre mis mejillas antes de comenzar a preparar todo. En realidad no sabía muy bien la razón, no sentía tristeza, no sentía nostalgia, ni miedo, sin embargo, algo dentro de mi pedía salir, y lo hizo en forma de agua. Me desbordé.

[•••]

—¿No olvidas nada?—Preguntó Neji por décima vez. Una de las peores facetas de este hombre era cuando parecía una madre. Resoplé sonoramente.

—Como todas las veces anteriores: no, no olvidó nada.—Ambos estábamos de pie en la habitación.

—¿Segura? ¿Kunais, vendas, saco de dor...?

—¿De verdad vas a volver a enumerar todo?—Pregunté exasperada. Me posicione frente a él y le miré directamente a los ojos, algo enfadada, aunque pronto esto se desvaneció. Aquellos orbes perla emanaban una angustia asfixiante. Los músculos de mi rostro se relajaron, y mis manos se dirigieron a las mejillas del Hyuuga.—¿Qué ocurre?

Él dio un pequeño beso en mi frente y se separó de mi, sentándose en la cama.

Dio un largo suspiro.

—Se que esto sonará egoísta, pero yo no digo en broma que daría cualquier cosa por poder quedarme aquí contigo.—Dijo descansando las palmas de su mano sobre las sábanas.

Por ti. [2° temporada]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα