Capitulo 4

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Ash pov

Hoy por fin decidí salir de la seguridad que me da mi casa.

Me levanté de la cama y me cambie de ropa.

- Buenos días Ash - dijo mi madre alegre

- Buenos días mamá - dije con una sonrisa... no me gusta preocuparla.

Desayuné con mamá y luego ella se fue al trabajo.

Regresé a mi cama y me acosté un rato más solo para dejar vagar a mis pensamientos.

¿Salir? ¿Por qué debería?... no tengo razones para salir

Porque estas preocupando a tu madre, no has salido en dos meses de la casa y rara vez sales de tu habitación.

Buen punto.

Me senté en mi cama para luego pararme e ir hacia la ventana y la abrí.

Justo en ese momento un pequeño viento sopló revolviendo mis cabellos.

Sentí una paz y tranquilidad la cual me motivo a salir hacia el exterior y así lo hice.

A penas puse un pie afuera de casa sentí una gran alegría en mi interior y esta aumentaba con cada paso que daba.

Llegué al parque y me senté en un columpio a disfrutar del poco tiempo que estaré afuera... no quisiera toparme con Gary.

¿Qué pasó? ¿Por qué ya no salí más de casa?

La respuesta tiene nombre y apellido: Gary Oak.

Desde que ocurrió lo de mi cumpleaños le odio como no tienen idea.

¿Por qué solo a mí?

¿Qué fué lo que le hice?

Siempre traté de ser amable con él, siempre le he seguido solo para estar con él o tan solo para que me mirase aunque sea una vez.

Suspiré.

Creo que es mejor volver a casa... siento que algo va a pasar.

Me levanté solo para toparme con mi peor pesadilla.

- Hola Ashy-boy - dijo alargando el sobrenombre que me puso.

No venía solo, habian dos chicos y una chica con él... me dio un poco de miedo, las caras de los cuatro me intimidaban pero traté de que no notaran mi miedo.

Dí un paso solo para que Gary me agarrara del brazo para detenerme.

- ¿Por qué te vas? La diversión está por empezar - dijo con un tono de voz amenazante.

- Pues busca divertirte con alguien más - dije dejandolos sorprendidos.

Miré a Gary y me safé de su agarre, dejando una mirada incredula en los rostros de los presentes y salí corriendo.

Llegué a mi casa y me encerré.

Me quedé en la entrada solo para escuchar el timbre sonar.

Abrí la puerta y ví a Gary por lo que acto seguido volví a cerrarla en su cara, pero el puso su pie evitando que se cerrara por completo.

Cuando él la abrió yo retrocedí por inercia por lo cual terminé tropezando y callendo al suelo sin dejar de mirarle en ningún momento.

Gary cerró la puerta tras de sí y me miró.

Estaba enojado... muy enojado

Y a mi me importaba poco

Sin bajar la mirada seguí viendo sus movimientos.

¿Te amo o te odio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora