13. Todo cambió

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Hugo

Se iba Rafa. Mi compañero, mi amigo, mi confidente. No nos lo esperábamos. Tenía un dolor fuerte en el pecho y me gustaría poder decir que solo era por la marcha del cordobés. Pero no, en estos momentos no me podía sacar de la cabeza a Anaju. Esto lo cambiaba todo. Noté cómo todos mis planes se desmoronaban. Mi giré y la miré fijamente, y en sus ojos veía el mismo miedo que yo estaba sintiendo. No pude decirle nada, no pude consolarla, no tuve tiempo. Pues pocos segundos después de que Roberto anunciara al expulsado vi como Eva se derrumbaba y venía hacia mí. Yo la abracé, sin saber bien qué hacer. Y fue ahí donde cometí mi primer error: miré a Anaju y supe que nada volvería a ser igual. 

Nos dirigíamos hacia la pasarela para despedir a nuestro compañero. Eva no me soltaba la mano y no podía quitarme la sensación de estar haciendo algo mal. Por suerte, Anaju pasó por nuestro lado y me dijo en un susurro que sólo yo pude escuchar: 

- Ella te necesita. Todo estará bien, no te preocupes. 

Sabía que Anaju estaba igual de aterrorizada que yo. Sabía que esa sonrisa que me dedicó no era real. Sabía que se intentaba hacer la fuerte, para no sufrir. Sabía que tenía que solucionar esto. Pero ahora no era el momento. Ahora solo podía despedir a mi ya hermano. 


Anaju

"Todo saldrá bien, seguro. Tienes que confiar en tí y en Hugo. Nos queremos. Solo tendrá que buscar el momento para hablar con Eva y ya está." No paraba de repetirme a mi misma estas palabras, queriéndomelas creer. Pero no podía evitar sentir miedo, tenía un mal presentimiento. 

Después del momento duro de despedida, Roberto tenía que anunciar al favorito de la semana. Yo sabía que no era de las más populares, no me gritaban tanto como a Flavio o a Nia. Pero siempre me alegraba por ver triunfar a mis compañeros. 

- Los tres concursantes más votados son... - empezó Roberto- Hugo, Flavio y Anaju!

¿Yo? ¿Favorita? ¡No me lo podía creer! Sentí una gran felicidad. Era justo lo que necesitaba en este momento. Pero faltaba saber quién había sido el más votado.

- Y el favorito de esta semana, que tiene el poder de la immunidad es... ¡Hugo! - exclamó el presentador. 

Todos gritamos de felicidad, pues se lo merecía muchísimo. Eso quería decir que estaría mínimo dos semanas más en la academia, aunque yo estaba segura que llegaría hasta la final. En ese instante, Hugo me cogió la mano y me hizo ponerme en pie. Yo le miré sorprendida. No entendía nada. Era su momento. 

- Bueno, muchas gracias por haberme votado, me hace muchísima ilusión. Pero este regalo se lo merece una persona a la que quiero mucho y no me imagino este concurso sin ella. Se lo quiero dar a Anaju. - dijo el chico rubio sin soltarme la mano.

Mi corazón se paró de golpe. Me quedé completamente petrificada. Escuchaba al público chillar de emoción pero no podía reaccionar. Entonces, Hugo me abrazó y noté como se me formaba una gran sonrisa en mi rostro. Él me había salvado y, más importante, me había hecho feliz una vez más.

...

Llegamos a la academia después de la gala y Hugo y Eva no se despegaban. Notaba como el chico rubio me miraba cada pocos minutos y yo siempre le dedicaba una sonrisa tranquilizadora. Me dolía verlos así, pero Eva era amiga mía y sabía que estaba destrozada por la marcha de Rafa. 

Llegó la hora de irnos a dormir y me dirigí a mi cama. Estaba a punto de quedarme dormida cuando vi entrar a Hugo abrazando a Eva. Noté una punzada en el pecho que decidí ignorar. No podía derrumbarme ahora. 

- Anaju, sé que tenía que hablar con ella hoy pero... -empezó a decir Hugo, agachándose para que nadie nos oyera.

- Hugo, ahora no es momento. Ya lo solucionaremos. - le dije sonriendo y dándole un beso en la mejilla. 

- Eva me ha pedido que duerma con ella esta noche, pero no lo haré si te molesta. No quiero hacerte daño. - respondió con una mirada triste. 

- Vé, hablamos mañana. Yo estaré bien. Buenas noches, Señorito. - contesté girándome, dejando claro que era el fin de la conversación. 

Esperé a que se fuera y dejé caer la primera lágrima. La primera de muchas en esa noche y, sin yo saberlo, de muchas noches más. 


ContigoWhere stories live. Discover now