4. Déjame soñar contigo

632 24 2
                                    

Anaju

Por fin había acabado el chat y podíamos irnos a dormir. La gala había sido intensa, pero, por suerte, me había asegurado dos semanas más dentro de la academia. Ahora era momento de irse a la cama, así que cogí mis cosas y como cada noche me dirigí hacia el sofá, para dormir con Nick. Él había quedado nominado y me necesitaba más que nunca. Nos habíamos hecho muy buenos amigos y me encantaría que todos pudiesen ver lo mágico que es. 

Antes de salir por la habitación, alguien me cogió del brazo. Al darme la vuelta me encontré con el Hugo más serio que había visto nunca. En un susurro que solo yo podía oir, me dijo "Anaju, no te vayas". Me paralicé. No entendía nada. No podía apartar la mirada. Solo escuchaba los latidos de mi corazón, cada vez más fuertes. 

Con un tono serio impropio de él, alzó la voz y dijo:

- A ver, chicos, basta ya. La habitación a partir de hoy es para dormir. El que quiera hablar, que se vaya fuera o a su casa. Respetemos que Nick quiera dormir. 

Yo seguía quieta en el mismo sitio, con su mano en mi brazo. Y, aunque fue muy sutil, no me pasó desapercibido que me guiñara el ojo antes de soltarme. 

Confundida me fui a dormir y esa noche, como todas en la siguiente semana, soñé con el niño rubio que me arrancaba sonrisas. 


Hugo

La tercera semana en la academia estaba siendo muy intensa. La canción, Sucker, no era nada fácil, pero yo confiaba en mí. Además, notaba el apoyo de todos mis compañeros. Ya éramos una família y, como toda família, nos peleábamos pero estabamos el uno para el otro. 

Las relaciones dentro de la casa estaban cambiando mucho. Samantha y Flavio ya ni se hablaban, cuando estaba claro que podían hacer una bonita pareja; Bruno y Maialen cada vez estaban más juntos pero ella tenía pareja y no quería hacerle daño; Jesús me había confesado que se estaba enamorando de Nia; y yo... 

Eva y yo ya no estábamos tan pegados. Es normal, no teníamos nada serio y solo nos buscábamos por las noches. Pero un día me sorprendió preguntándome si podía dormir con Rafa. En ningún momento me molestó, de hecho, compartimos una mirada cómplice. Yo sabía exactamente lo que ella estaba pensando. Rafa le gustaba y yo me alegré por ella, quiero que sea feliz. Aun así, me dio un rápido beso en los labios y se fue. 

Me tumbé en mi cama, pensativo, hasta que una vocecilla dulce me sacó de mis pensamientos. 

- Uy, ¿qué estás solito hoy?- me dijo Anaju en tono burlón

- Sí... Nadie me quiere - contesté yo, haciendo carita de pena. 

- Pues ya eres un niño mayor, ya puedes dormir solo - me respondió con media sonrisa. Me encantaba cuando no era la chica responsable y solo quería meterse conmigo. - Buenas noches, guapo. 

Me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos. Le dí un beso en la frente y así nos fuimos a dormir, cada uno en su cama, pero sin poder borrar la sonrisa de nuestra cara. 


ContigoWhere stories live. Discover now