Capitulo 37

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Juliana pov

Unos golpes en la puerta me despertaron, perezosamente me empecé a estirar, me senté en el borde de la cama y aún con los ojos entreabiertos me puse mis pantuflas. Pensaba entrar al baño para enjuagarme la cara pero los golpes insistían así que solamente me peine con las manos, me hice una coleta y fui abrir la puerta.

— señorita Juliana, perdón por despertarla pero le llegó esto

Abrí los ojos cuando vi un gran ramo de rosas frente a mi, el sueño se me fue por arte de magia y con una sonrisa de oreja a oreja lo tomé.

J— muchas gracias Alirio, ahora mismo llamaré a Valentina para agradecerle

— compermiso señorita, antes de marcharme le informo que la señorita Fernanda me pidió que le pida de favor que baje a desayunar.

— enseguida lo haré, gracias

Apenas se retiro Alirio cerré la puerta y lleve las rosas en la mesita de noche. Leí la nota "Pará la mujer más hermosa, la que siempre está en mis pensamientos"

J— ¿en serio son las 11 de la mañana? No lo puedo creer, últimamente duermo mucho.

Después de mirar la hora de mi celular baje a la cocina para desayunar, por suerte Fernanda no estaba si no es capaz de regañarme por no desayunar a tiempo. Subí de nuevo a mi cuarto y me di un baño rápido. Antes de llamar a Valentina me arregle para ella.

V— ¡hola mi amor! ¿Como estas? ¡Te ves hermosa, como siempre! ¿Piensas salir? Hermoso sostén negro de encaje

Sonreí cuando se mordió los labios y levantó una ceja, le chasquie los dedos cuando vi que su mirada se posó en mis pechos.

J— ¡oye! Mis ojos están aquí pervertida, y no pienso salir, solamente me arregle para ti, te extraño mucho

V— y yo a ti Juliana, mañana estaré a tu lado. El último operativo de ayer salió bien así que mañana mismo regreso a la ciudad, solamente terminaré unos pendientes y estaré lista.

J— entiendo, pero tienes que descansar, veo en tu rostro que no has estado durmiendo bien

V— estoy bien mi cielo, no te preocupes por mi. Te amo.

J— y yo a ti mi amor, quiero agradecerte por las rosas ¡me encantaron!

V— ¿rosas? ¿De qué hablas mi amor?

Me quedé con cara de confusión cuando me dijo eso, no entiendo, si no fue ella quien fue, por la nota pensé que sería ella.

V— Juls...

J— entonces talvez fue mi padre amor, ya sabes, talvez me extraña

V— Ah, entiendo ¿que haces?

Me dio una mirada traviesa cuando me quite la ramera quedando solamente en sostén, por la vista desde aquí supongo que esta en el hotel. Antes de seguir acerque una mesita lijera frente a mi, coloque el teléfono y me puse de rodillas sobre la cama.

J— ¿Estas sola?

Mordí mis labios mientras empezaba apretar mis pechos sobre mi sostén, solté un gemido cuando sentí sensible mis pezones. Moje con sensualidad mis labios, la atenta mirada de Valentina me estaba volviendo loca, el color intenso de sus ojos me provocaban más, incluso sentí que me deseaba cuando empezó a tartamudear tratando de formular palabras.

"La Teniente" G!PWhere stories live. Discover now