Capítulo 8

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Eren esbozó una sonrisa al ser testigo de ese paisaje, aunque se tratara de una felicidad momentánea quería que esta permaneciera para siempre. Aun se sentía decaído, llevaba en su pecho cicatrices intangibles que dolían como nunca y solo quien las creó podría sellarlas nuevamente, él estaba justo al frente suyo, destacaba de entre las flores del jardín, todas de distintos colores, pero si Levi era una de ellas entonces sería la más hermosa.

–Ya estoy aquí.– Llamó Eren la atención de su tutor, quien de inmediato volteó a verle, no le dedicó ni una sonrisa, en cambió desvío su mirada al sitio original.

Jaeger lo alcanzó y ambos empezaron a adentrarse en la propiedad. El silencio casi siempre era nulo, pero esta vez no había más que ello, tan solo el leve sonidos que generaban con cada uno de sus pasos y el movimiento de las hojas a causa del viento. Llegaron hasta una cerca, del otro lado habían altos árboles que regalaban sombra a toda la zona, además parecían dar otro tipo de vegetación completamente distinto. Eren le indicó que debían pasar y después abrió espacio para que ambos pasaran.

–Espero que no te moleste caminar, no estamos nada cerca.– Habló Eren con una ligera sonrisa, quería mostrase calmado, como si hubiese olvidado el rechazo de su tutor.

Siquiera prestaba atención al camino, aunque lo conocía ya de memoria, Levi en cambio era más cuidadoso, no quería tener un accidente y después caer, podía llenarse de la suciedad de la naturaleza y terminaría llenando su ropa de un montón de tierra, además quería guardar en su memoria el trayecto que seguían, no podía darle su confianza absoluta a Eren, creía que podía llegar a perderlo en medio del bosque y eso sería problemático y fastidioso.

El ambiente resultaba ser más agradable de lo que Ackerman pensó, se escuchaba el cantar de algunos pájaros que volaban por las copas de los árboles, el clima era fresco, apenas una ligera brisa que jugaba con sus cabellos, pero no lo despeinaba demasiado, y gracias a la barrera que formaban las hojas en lo más alto, el sol no chocaba directamente contra su piel.

–Solíamos andar por el bosque en busca de madera o cuando regresábamos a casa.– Mencionó Eren rompiendo con el agradable silencio que hasta ahora había.

–¿Quiénes?– Parecía confundido por aquel comentario. Eren nunca había tenido la necesidad de realizar un labor como recoger madera, y mucho menos transitaba uno de estos sitios. Quería ignorarlo, pero fingió interés.

Eren se detuvo y volteó hacia atrás para ver de frente a su tutor. Posó esos hermosos ojos verdes (que ahora solo reflejaban tristeza y cierta melancolía) sobre los del mayor. Le dedicó una vacía sonrisa y después se atrevió a sostener su mano, Levi pensó en apartarlo, pero Jaeger se apresuró en sostenerlo con fuerza para que no lo soltara.

—Ya estamos por llegar.– Fue lo último en decir para retomar la caminata, en ningún momento soltó su mano y Levi tampoco dio queja de esto, tan solo se dejó llevar, esperando que fuera cierto, ya se había cansado de caminar.

Pero Eren solo quería alentarlo a continuar, no habían recorrido ni la mitad del camino. Habían incluso pasado por un pequeño río en donde estuvieron haciendo una parada para que Jaeger pudiera limpiar el sudor de su rostro. Entre más avanzaban el sol se ponía en lo más alto y sus rayos eran tan fuertes que ahora las hojas de los árboles apenas si eran de utilidad para dar la suficiente sombra. Levi empezó a dudar, preguntándole en distintas ocasiones si sabía que camino seguían, pero el menor tenía completa seguridad de esto, no era la primera vez que andaba por ahí

Y así fue, tras al menos una hora de camino llegaron al sitio. El único lugar secreto que Eren tenía ahora se lo compartiría a su tutor, era la única persona que merecía conocerlo.

No me olvides | Eren ˣ Levi Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon